No gustará lo que voy a plasmar en este articulo, pero
quiero hacer un ensayo filosófico sobre el paralelismo de lo que se ha venido a
llamar ejes de decisión, o de poder, o económicos, o lo que quieran añadir.
Estos ejes, nacen en unas condiciones de necesidad cuando en un agrupamiento de
cosas en este caso países o sociedades, la propia dispersión de los núcleos
coexistentes aconseja que se conformen como un sistema planetario y giren
alrededor de una fuerza gravitacional que denominamos eje.
Con ello se pretende que los dos polos que une el eje
mantengan cohesionadas, las fuerzas más pequeñas las cuales se dejan atraer por
la fuerza que el eje impone, así los núcleos más pequeños, se agrupan y se
conforma una gran sinergia que sería imposible de conseguir si cada núcleo
fuese en direcciones y orbitas desiguales y aleatorias.
En Europa hay un eje vertebrador que está claro, y que
todos los demás núcleos aceptan como punto de gravedad, alrededor del que girar
seguros de que su fuerza les mantendrá en la buena orbita, el eje europeo sin
duda, es el formado por las macro economías de Francia y Alemania, las cuales han tomado la
responsabilidad de guiar a los demás en la necesidad de gestionar uniformemente
la manera de hacer, frente a los problemas comunes de todas las partes que
conforman el universo euro. Y esta
decisión prácticamente se tomo espontáneamente sin necesidad de preacuerdos,
casi diría yo que por la fuerza de la “gravedad”, en este caso se puede tomar
la definición del término en sus dos aspectos: la atracción de las masas y el
estado de gravedad inherente al problema que se trata de resolver.
Expuesta esta teoría europea, quiero poner de
manifiesto, que en una escala más pequeña España presenta una similitud
parecida en su situación y problema nacional, en España el mismo problema que
se refleja en Europa está presente, y con más fuerza si cabe, y además aquí en
nuestro país también son 17 unidades a
solucionarlo, la diferencia con Europa es que en Europa se escucha a todos, y
aquí solo se hace lo que manda y decide uno y esto no es bueno, además aunque
no guste a muchos lectores, aquí también se reproduce la realidad económica y
de potencial industrial y económico que se produce en Europa, allí son Alemania
y Francia (Paris Berlín) aquí son, Madrid y Catalunya (Barcelona Madrid).
Pretender negar esta evidencia es o bien de ciegos, o
bien de rancio nacionalismo centralista nacional o regional, porque esta
realidad es innegable. España si de verdad quiere contar en el contexto internacional
europeo debe de comprender esta realidad y usarla, debe potenciar al frente de
la nación, el eje Barcelona Madrid o Madrid Barcelona me da igual, y hacer lo
que pueda por reforzar estos dos polos de atracción económica su potencial
industrial y de influencia internacional, y a través de su potenciación, estos
arrastraran y aglutinaran al resto, porque de lo contrario los desequilibrios
que se conforman en España se agudizaran de manera alarmante y producirán sin
duda alguna peligros de desunión tanto afectivas como de desanimo social.
Pretender como seguro que pretenderá hacer el nuevo
gobierno del PP, corregir los problemas de toda España pensando en una sola
España uniforme, es ya de antemano una
teoría destinada al fracaso. El tristemente sistema, “del café para todos” que
es el sistema de equilibrio que prefiere el gobierno central para salvar
precisamente exclusivamente eso, su centralismo, es el principal
desequilibrador de la economía española, por una sencilla razón, no es necesario hacer lo mismo en todos los
lugares de la geografía española, lo que se hace o se puede hacer en Cataluña
no tiene porque repetirse en Andalucía y viceversa
Y así podría poner muchos ejemplos, pero baste unos
pocos no es necesario que cada ciudad española tenga un aeropuerto, pero si es
necesario que tengan una buena conexión ferroviaria de velocidad alta, no de alta
velocidad, no es necesario que cada puerto de mar de España, tenga una zona
logística anexa para que este bacía porque otros dos o tres la tengan porque
allí si es necesaria, no es necesario poner un parque temático en cada región
de España, si luego esta parte de España no tiene la afluencia turística ni
local capaz de llenarlo y hacerlo rentable, no es necesario que los estamentos económicos
sobre todo los financieros tengan que tener casi obligatoriamente sus centros operacionales
en la capital y sus sedes en su lugar de origen, y así podría poner numerosos
ejemplos de lo que quiero decir.
Si de verdad queremos ser españoles y sentirnos españoles,
no debemos exigir por chantaje emocional las cosas, si no por lógica económica
y social, solo así nos sentiremos todos españoles, el que España sea cara al
exterior Madrid y Barcelona no quita que un señor de Ciudad Real sea menos, y
no es así, porque fuera consideran a
Madrid y Barcelona, España, y si tú eres español, no les hace falta que seas
madrileño o catalán, para ellos eres español. España puede ser una gran nación
y tú sentirte orgulloso de serlo.
España puede seguir siendo un cumulo de despropósitos
sin ton ni son, que se gasta sus presupuestos en replicar proyectos porque en
un sitio van bien, pero que en otros no sirven para nada y en dos días queden
sin efecto, arrastrando además al que si era necesario por falta de masa crítica
al repartir posibilidades un ejemplo: Ahora está en efervescencia la posible instalación
de Las Vegas Europeas.
Imagínense que lo deciden instalar en Madrid y es un éxito,
seguro que por la forma de ser de nuestra sociedad, todos los rincones de España
querrán construir casinos más o menos a imagen del principal, si esto se
llevase a cabo, resultaría que la mayoría se iría al fracaso incluido el
principal, porque la masa de turistas o visitantes como quieran, se repartiría y
haría que los resultados fuesen un desastre en cada uno de los centros
replicados, y en el original. Y encima no se podrían costear su conservación.
La
polaridad real de España, si se potencia y se entiende no es mala, sino todo lo
contrario todas la naciones europeas tienen sus polos de desarrollo, aquellos
que arrastran a los demás, y las cosas funcionan, Frankfurt y Berlín, Paris y
Lion, Roma y Milán, y les aseguro que lo que hay en Milán no está en Pisa o en
Florencia o en Venecia, y lo que hay en Frankfurt no está en Hanover o en
Múnich etc. etc. por favor solo les pido que piensen un poco en ello, y les
digo más, si los españoles no somos más españoles, es porque desde un centralismo
absoluto, no nos dejan ser como creamos que queremos ser, según nuestras
circunstancias y peculiaridades.
Es
evidente que no pretendo decir que se actúe en España solo en Madrid y en Barcelona,
ni mucho menos lo que pretendo decir, es que no se pretenda replicar lo que
puedan hacer y a la velocidad que puedan desarrollarse estas dos grandes
conurbaciones urbanas, porque su fuerza y sinergias no son las mismas que otras
CCAA o ciudades, que deben cumplir otras funcionalidades y otros ritmos de
desarrollo. No se debe poner un salón náutico
en Jaén, y una exposición de aceite de oliva en Valencia, aunque ambas cosas sean
de mucho interés nacional, tan nacional serán si se hacen en su sitio lógico, lo
náutico en Valencia y el aceite en Jaén, y seguro que resultaran mucho más
efectivas.
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