The Economist se cuestiona si igual que ocurrió en Cataluña, cuando después del cambio de Gobierno afloró más déficit, puede pasar en otras comunidades tras las elecciones del 22 de mayo. El artículo, titulado "Regiones para estar preocupados", explica que hay dudas sobre el cumplimiento del ajuste fiscal en España. "El primer ministro socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, se compromete a llevarlo a un 6% este año. Eso es difícil en una España descentralizada, donde 17 gobiernos regionales representan el 37% del gasto público", comenta.
Es visible ya, hasta para los de fuera, que el sistema español de descentralización es un fracaso. El primer gobierno de la transición que lo instauro, se equivoco totalmente, cuando por miedo o por su bisoñez democrática en aquellos momentos, o por los dos motivos a la vez, no quiso componer una España natural, representativa de las inquietudes liberales y políticas de los diferentes segmentos de la geografía hispana, y guiados por su afán centralista y absolutista, no quisieron correr el riesgo de que se le escapasen de las manos algunas entonces Provincias. Así que para homogeneizar España, prácticamente se obligo a todos a ser iguales, y se crearon las CCAA cada una a imagen y semejanza de las que pedían serlo por motivos de convicción, posibilidad e historia.
Café para todos, y aquí la liamos, porque a unos les gusta el café y a otros no, a unos les pone nerviosos y a otros les hace falta para estar más activos, pero no nuestros gobernantes tenían y tienen la mentalidad estrecha y centrada, herencia de nuestro pasado reciente. Lo malo de este hecho real, es que como se temía todo ha resultado un autentico fiasco, se han multiplicado por diecisiete las Españas, en lugar de una grande y única, como querían, y que hubiese resultado así, si se hubiesen formado las particiones que se reclamaban y que reflejaban la realidad del pueblo español.
Ahora los efectos pueden ser desastrosos, porque nadie sabe a ciencia cierta que hay tras los cortinajes y debajo de las alfombras autonómicas, porque se han hecho servir para todo, se ha jugado con ellas haciéndolas servir como contrapoder, en manos de uno u otro de los partidos Nacionales que se alternan en la gobernabilidad de España. Desvirtuándose totalmente la gestión autonómica, así a unas se las ha expoliado para favorecer a otras, de donde el partido gobernante sacaba más votos , el gobierno central ha traspasado competencias por decreto, aunque no lo pidiesen algunas porque otra lo pedía, cuando se quería reformar un estatuto autonómico se temía lo peor, quiero recordar aquí que en algunos estatutos aprobados se dice textualmente (y en todo caso nunca menos que lo que tenga la comunidad “A”) aberrante verdad señores de The Economist, pues estamos así.
Claro esto saltara a partir de ahora, cuando se acabo el café en España, ahora vamos que tener que tomar sucedáneo, y esto no va a gustar, así que espero que o se arregle, o se desmonte, pero la configuración Geopolítica de este país no es sostenible por más tiempo y vueltas que se le quiera dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario