jueves, 21 de abril de 2011

QUIEN ENGAÑA A QUIEN CON LA DEUDA.

Me gustaría analizar un poco los contrasentidos que suceden, con respecto a la deuda soberana de los países, me temo que estamos siendo víctimas, (como siempre) de los especuladores por un lado, y de los propios afectados por otro.

Verán: me baso en la siguiente cuestión, ¿cómo puede subir la deuda de un insolvente? usted dejaría 100€  a un conocido sin trabajo y sin garantía alguna , y le diría, oye te lo dejo pero me pagaras tú, a mí, dentro de cinco años 160 €, no lo haría, usted al igual que yo no lo haríamos, primero porque dejar dinero a un amigo que sabes esta en dificultades , es perder el dinero y al amigo, y segundo porque proponerle los intereses que se ponen es usura, a un amigo se le da lo que necesita para salir del paso, sin esperar a cambio más que las gracias, y se le ayuda para salir de la mala racha, y entonces él te devolverá lo que le hayas prestado.

Pero hay más, los Bancos, tampoco dejan dinero a las empresas o particulares, que no presenten buenas garantías, ni subiéndoles los intereses ni nada, porque saben que si van mal dadas, pierden el dinero y al cliente, por muchos intereses que haya de por medio. Entonces porque los Mercados Financieros compran deuda una y otra vez, de los países desahuciados por ellos mismos, y encima para que se hundan más, les ponen intereses del 11% como la última subasta de la deuda Portuguesa. A quien engañan y porque, veamos, dicen que les ponen intereses altos, porque dudan que lo puedan devolver, oigan si tiene dudas, y encima les sube los intereses, seguro que no se lo podrá devolver jamás, porque ustedes, lo están haciendo más pobre todavía, “lo pillan” o es demasiado profunda esta reflexión.

Luego, sigo con mi pregunta ¿quién engaña a quién?, pues la solución es muy simple todos engañan a todos es un juego macabro que consiste en ir saliendo del atolladero como puedas hasta que llegue el día que explote y tonto el ultimo que se quede con la deuda incobrable, así es el juego: Los países gastan y recogen dinero como gastan más que recogen (útil para la demagogia política) piden dinero a otros y estos llenos de codicia piensan dejémosles dinero que nos sobra y ganaremos los intereses del préstamo, hasta aquí todo parece lógico pero el juego se complica, el deudor cada vez está más endeudado porque no pude hacer nada por devolver la deuda y va pidiendo otra vez para pagar la primera y  el caso es que el primer prestador como ve que no va a cobrar, le vuelve a dejar más dinero, la deuda más los intereses que ya pago, y al vencimiento de la nueva deuda vuelta a empezar y otra vez el prestamista se tiene que arriesgar dejando al mismo deudor otra vez dinero y como no se fía en vez de decir no le sube los intereses, total ya tenemos dos pobres el pobre primero y el prestador que se le ha hecho tan grande la pelota que teme que si explota se quedara él en situación de pobre  y aquí empieza la debacle el prestador tiene que pedir a su vea a otros que le presten y ocultar que lo que le deben puede perderlo y así sucesivamente, así se van añadiendo país tras país, pelota tras pelota y este es el juego de ¿Quién engaña a Quien?

Lo bueno del caso es que todos lo saben y siguen jugando porque el juego es tan macabro que no tiene fin así que habrá que esperar que un día, espero que no muy lejano, alguien más mayor y con más sentido común diga, se acabo, denme todos sus canicas (quiero decir deudas) y se acabo el juego, y desde ahora a trabajar todos a una, hasta que esta deuda quede saldada por todos y entre todos, ya que todos habéis jugado al juego infernal por tontos y avariciosos.

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