martes, 25 de junio de 2013

EN “EL BARÇA” Y EL “REAL MADRID” ¿PUEDE VERSE EL REFLEJADA LA SOCIEDAD ESPAÑOLA?


Aprovechando la ocasión, que hoy “Pep Guardiola” y “Carlo Ancelotti”, dos entrenadores de futbol son noticia de primera página, quiero hacer un estudio socio deportivo para ver si la política y la sociedad española, se refleja en los dos equipos más famosos y grandes de España así que armado de valor, porque las bofetadas me van a caer de todos los lados, hay van mis conclusiones. Y sí sin duda alguna, la sociedad se ve reflejada en las formas y en los resultados de ambos equipos.

Verán, cuanto más Madrid mas España, bueno voy a usar otro vocablo porque en ambos casos siempre hablamos de España, así que diré que cuanto más Madrid, más Patriotismo Centralista  fíjense si no:

El Real Madrid ha sido 30 veces campeón de liga

Hasta la década de los 70 obtuvo 19 campeonatos

En la década de los 80 obtuvo        5 campeonatos

En la década de los 90 obtuvo        3 campeonatos

En la última década  obtuvo            4 campeonatos

En la historia total el Madrid fue 21 veces subcampeón

El Barcelona ha sido 20 veces campeón de liga

Hasta la década de los 70 obtuvo  8 campeonatos

En la década de los 80 obtuvo       1 campeonato

En la década de los 90 obtuvo       6 campeonatos

En la última década obtuvo            5 campeonatos

En la historia total el Barcelona fue 21 veces subcampeón

Analicemos la relación de los resultados ligueros con la política española, está claro que hasta la llegada de la democracia la supremacía del Real Madrid fue absoluta, más que duplica al segundo que fue el Barcelona, después la democracia iguala las cosas así en los inicios, aunque sigue la supremacía blanca ya participan otros equipos así de 10 campeonatos, el Madrid obtiene la mitad y el resto se lo reparten otros representantes del territorio español, estabilizadas las autonomías ya se impone el bipartidismo absoluto, en los noventa ya es el Barcelona quien domina y el Madrid es segundo dejando solo una oportunidad a otro equipo, y lo mismo ocurre en la primera década de este siglo 21, ambos equipos dominan la competición primero el Barcelona segundo el Madrid y solo hay una oportunidad para un tercero.

Estamos pues claramente reflejados en el futbol, y en los dos equipos representativos de este deporte en España, así podemos decir que la liga española es como el congreso de los diputados y la política, completamente bipartidista, y que España aunque sea peligroso decirlo, tiene su fuerza en Madrid y Barcelona. Esta circunstancia deportiva solo ocurre en nuestro país, sin embargo la económica y política no tanto. En Alemania en Francia en Gran Bretaña los territorios están más equilibrados lo que se refleja también curiosamente en sus ligas futbolísticas que presentan más variados campeones año tras año y curiosamente casi nunca es campeón el equipo de la capital de la nación, que se dedica a otras cosas.

Es curioso esta comparación, pero los resultados me han llevado a preocuparme por otros aspectos, porque ciertamente veo que España corre el peligro de atracción de dos polos en todo, en su futbol, en su política, en su economía, y esto es resultado únicamente de la tendencia centralista que acontece desde la creación del reino de España allá por el siglo XV, desde entonces se creó una situación de centralidad que emanaba de la corte real, y ya no se ha variado nunca más. Excepto por la rebeldía Catalana, que dios nos la mantenga durante muchos años, que es el único contrapeso que hoy me sirve para denunciar lo que ocasiona el centralismo y con ello anexo el inmovilismo político español.

Un polo que es Madrid que atrae todo el poder y la economía del resto de los territorios de la nación, dejándolos muy huérfanos de iniciativas propias y muy dependientes de la voluntad del gobierno central, y otro polo en un extremo que se revela constantemente a esta situación y que gracias a ello compite con el centralismo español, tanto en el desarrollo, como en la economía, como en la liga de futbol. A mis lectores les corresponde decidir si estoy equivocado en mi juicio o si tengo algo de razón, ustedes tienen la palabra.

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