lunes, 10 de junio de 2013

LOS PROBLEMAS DE ESPAÑA AUNQUE NO GUSTE OIRLO SIGUEN SIENDO REMINISCENCIA DE UN IMPERIO QUE SE ARRUINO



Lo señala el diario británico “Financial Times”, Los inversores extranjeros consideran que en España se abusa de la práctica de cruzar participaciones entre accionistas de empresas cotizadas, lo que reduce la independencia de las corporaciones y su atractivo para la comunidad internacional. Esto lo pone de manifiesto que de las 35 cotizadas del Ibex, 15 están conectadas con otras sociedades del selectivo, y la cifra llegaría a 19 si se incluye a Bankia, (recientemente retirada de este índice). En el juego de cruzar inversiones participan las mayores corporaciones del país, especialmente bancos, energéticas y grupos de infraestructuras es decir los conglomerados empresariales que fueron monopolios del estado hasta la muerte de Franco.

Esto hace que sea imposible la reactivación de la economía porque esta no está realmente liberalizada ya que entre unos pocos lo dominan todo. Se dice que el mundo de los negocios español puede ser un lugar reducido, y peor todavía, puede ser un autentico “bunker” desde donde se bombardea cualquier reforma, o asociación que venga del exterior. Así, la economía, la política, y porque no decirlo la sociedad española, está en manos de unos pocos viejos amigos, que posiblemente todavía se saludan alzando la palma de la mano por encima de sus cabezas, ya sea compartiendo una botella de Rioja en los mejores restaurantes de Madrid, o compañeros de clase, o incluso la misma sangre, y como no del famoso “Palco del Bernabéu de Madrid”, buena parte de la élite empresarial del país, tiene lazos que se estrechan a lo largo de generaciones".

Las empresas significativas de España vienen derivadas de Las privatizaciones empresariales de los antiguos Monopolios Estatales, que ante la necesidad de presentarse como un nuevo país democrático el estado español tuvo que dar el paso antimonopolios, pero como buenos españoles lo hizo enmascarando la realidad no cambiándola, así que realizo una maraña de conexiones entre ellos que pareciendo que los privatizaba, la realidad es que quedaban en manos de los mismos tenedores de acciones y favores que la dictadura había pagado y protegido hasta entonces. Esta interconexión tiene su mejor reflejo en los cruces de participaciones en el Ibex, iniciados en buena parte con las privatizaciones en los ochenta y noventa, en las que los bancos y cajas entraron en los antiguos monopolios, especialmente en Telefónica, Repsol y Gas Natural.

Aquellos movimientos permitieron por un lado procurar un flujo estable de dividendos a las entidades financieras y, por otro, garantizar la españolidad y la posesión de las grandes corporaciones del país, en manos fieles seguidoras de la España nacional de la que eran hijas, así de esta forma  quedaban  protegidas de "depredadores" tanto extranjeros como de los mismos otros españoles, que no procediesen de la elite central y dura de la nación española.

Este abuso de los cruces de participación disuade en la actualidad a los inversores extranjeros, y ahoga a la expansión de otros intentos de conglomerados empresariales españoles, que se ven encerrados o faltos de capital para expandirse en el propio suelo español, porque el dinero escaso en gran manera, se destina a mantener la oligarquía, o incluso se les coarta con miles de impedimentos burocráticos si pueden representar una incómoda competencia para el nucleó nacionalista español, lo cierto es que este "anacronismo", puede suponer algo más que solo un tema de accionariado. Puede haber algunos acuerdos comerciales o intereses ocultos de difícil valoración. El resultado de todo ello es, para nosotros, una limitación enorme para el atractivo de que intereses y capitales extranjeros, pudieran tener interés en invertir y participar en muchas cotizadas españolas, cosa que en la situación actual seria más que deseable.

Cierto que quizás la crisis está amenazando este modelo y obligando a muchas de las entidades bancarias a desinvertir en empresas cotizadas, a las que no se considera parte del 'core bussines' nacional, pero mientras tanto nadie puede predecir cuánto más deberemos de sufrir los españoles, completamente cautivos de nuestra propia falsa grandeza que ni come ni deja comer a nadie, por miedo a su propia debilidad moral y empresarial. Y como ejemplo de lo expuesto el “Financial Times” incluye unos ejemplos de la red de participaciones cruzadas, entre las que se aprecian las inversiones del BBVA en ACS, Telefónica o BME; del Santander en Bankinter, Ferrovial y BME; de Bankia en BME, Indra, Metrovacesa, IAG o Sacyr; y de La Caixa en Telefónica, BME, Abertis y Repsol, que a su vez participa en Gas Natural Fenosa.(y así suma y sigue)

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