miércoles, 15 de mayo de 2013

CATALUNYA TENDRIA QUE PREPARAR EL PLAN “D” (de definitivo) PARA DEJAR YA DE SER ESPAÑOLA


Que el camino emprendido por el gobierno del Sr Más no tiene ya vuelta atrás, es evidente, debemos llegar ya indiscutiblemente a un final, aunque este final sea muy complicado como ya lo advirtió el presidente Más. Porque a medida que pasa el tiempo me temo que complicado o no, está surgiendo una postura de odio y rabia desaforada por parte de políticos y presidentes de CCAA españolas, que denuncian bien a las claras, que no somos nosotros los que les tenemos manía, sino que es España quien nos quiere sujetos al yugo del arado, para seguir tirando de los desequilibrios sociales y económicos producto de sus delirios de grandeza.  Al final no habrá otra salida que la Independencia, bien sea por los deseos de los catalanes, bien por los golpes y desaires recibidos por parte de los políticos de España, que no justificará ni a unos ni a otros la vuelta atrás.

Para convivir con una clase prepotente mal educada y llena de odio, hacia todo lo catalán, no merece la pena guardar las formas para ver de encontrar un arreglo, no se puede seguir soportando que te llamen “Nazi”, unos políticos que prohíben entre otras cosas que una comunidad se llame como figura en su propio estatuto, porque está escrito en catalán, que intentan proponer una educación que destroce el ser y el sentir catalán, unos políticos y un gobierno, que promete y no cumple y encima te acusa con mentiras y falsedades rayando el presunto delito criminal, que te presentan al resto de españoles como los causantes de todas las diferencias y desajustes económicos y sociales del país, de hablar otra lengua, de enseñar otra cultura, en fin algo exactamente igual a lo hizo el Nazismo Alemán contra los judíos.

Creo que no tenemos ninguna necesidad de ser cordiales con estos elementos, están buscando claramente la confrontación más elevada de tono que puedan, y/o que les permitamos ejercer contra nosotros, no es justo sinceramente, no es tampoco honrado mantener unas formas que no se corresponden desde el lado adverso, ya no puede esperarse una relación normal, las declaraciones de unos y las acciones de otros así lo aseveran, creo que esperar más seria embrutecer la situación todavía más, creo que los catalanes no queremos más confrontaciones con España, y es más, creo que muchísimos españoles tampoco, porque yo tengo muy claro que una cosa es España y otra muy distinta son los españoles.

No hay posibilidad ninguna de vuelta atrás, repito que está muy claro que España no nos quiere nada más que para cumplir  con nuestras aportaciones económicas, y que no podemos ser tan ciegos como para no ver que nosotros solos, no podremos sostener al resto de España, y la situación en estos momentos es así, solo tres comunidades somos contribuyentes netos al tesoro público, pero es que  de las tres la única que paga con lo que produce es Catalunya, porque Madrid contribuye con lo que va a parar allá porque es la capital, es decir solo produce tarifas, impuestos y centralismo, pero nada más, sin las centrales de bancos, constructoras que ya no construyen, y sin las tragaperras de ministerios y entidades oficiales centrales, no les queda nada más que vender.

Esta es la realidad, la dura realidad, y creo que por ella lucharán de todas las formas posibles menos por una, el reconocimiento de la realidad y la posibilidad de cambiar la situación entre la España imperial y la Catalunya industrial. Quizás nos hemos engañado los catalanes aquel 11 de septiembre en que nos manifestamos abiertamente y con júbilo, expresando nuestro sentir y decepción contenidos durante ya 300 años, y creo que sinceramente, que no esperábamos tanta  y tan virulenta reacción, pero ya no podemos volver a tras, no es posible digerir la situación actual y hacer ver que no ha pasado nada, esto es así nos guste o no.

Y no le den más vueltas la oposición española no es por cariño, no es por nuestro bien, es puramente porque ni podían en su momento, ni pueden ahora, prescindir de Catalunya y es más, me temo que de los países catalanes, que casi seguro que se produciría una cascada de deserciones hacia la nueva Catalunya, a pesar de que los absurdos políticos españoles, quieran cambiar los nombres y las lenguas  originales de todos ellos.

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