Hoy
el día acompaña a hacer esta sarcástica afirmación, tanto por lo difícil que
esta la situación general, como por la intratable cifra de desempleo que nos está
dejando a todos con una moral social por los suelos, con un sin saber que hacer
por parte del gobierno y con unos presagios económicos espeluznantes tanto por
parte de nuestro propio gobierno como por las instituciones europeas y
mundiales. Así que he pensado que podía poner más leña al fuego y voy a volver
a plantear un tema muy escabroso y de difícil planteamiento, pero que no tengan
la más pequeña duda es el cáncer de España, el desempleo galopante e imposible
de rebajar con las estructuras económicas industriales y laborales de nuestro
país.
Verán
yo no veo ninguna otra solución para reflotar España que aplicarle un ERE (Expediente de Regulación de Empleo)
forzoso. Acompañando por supuesto a las medidas de recorte de gastos
oficiales, medidas de reactivación de la economía, y privatización de los
servicios y empresas públicas, cosas de la que el gobierno ni habla, porque el
PP es amante de tener según qué actividades bien centralizadas, no sea que se
le escape alguna autonomía.
El
porqué de este planteamiento voy a tratar primero de explicarlo con un ejemplo
que muchos lo entenderán, porque incluso lo habrán sufrido en sí mismos. Imaginémonos
una empresa cualquiera. Dada la incidencia de la crisis actual, su capacidad de
negocio hace que sus ingresos mengüen visiblemente, esta empresa como todas
tiene una línea de crédito con los bancos, que la necesita para ajustar los
flujos de tesorería y sus inversiones. Con la bajada de ventas y por
consecuencia de ingresos ve con alarma que no va a poder equilibrar el balance
de pérdidas y ganancias y se pone a estudiar rebajar sus gastos y costes para
que se equilibren lo más posible a sus ingresos. La empresa tomara varias
soluciones:
1º.-
Reducir gastos que no sean imprescindibles:
la más inmediata y fácil de aplicar, gastos de representación, viajes,
limpieza, etc.
2º.-
Reducir costes, aquí se encuentra
con más dificultades porque tiene que definir que costes suprime o reduce. Y en
este punto aparecen dos calificaciones costes variables y costes fijos. Los
variables son los que van ligados a la producción y varían según se produzca más
o menos, un ejemplo las materias primas que necesite para su fabricación, en
este campo la gestión consistirá en buscar de rebajar precios con los
proveedores, o sustituirlos por otros más económicos. Y llegamos a los costes
fijos son los que fabrique más o menos están allí y no varían: Alquileres,
amortizaciones, intereses de créditos, y el dramático coste del personal
laboral el ERE se creó para intentar que este coste se convierta en variable
pudiendo ajustar la plantilla a la producción.
Llegados
a este punto la empresa no tiene otra salida que reducir en personal, porque no
necesita tanto ya que su producción ha mermado mucho, y por esa razón inicia un
ERE, el objeto del cual es reducir la plantilla de la empresa. A parte de las
discusiones y negociaciones al final se consigue una cifra y se reduce la
plantilla en un número adecuado. Y los sobrantes se van y dejan la empresa
libre de la parte de costes que suponían. Entre todo la empresa se equilibra y
continua su supervivencia.
Ahora
imagínense ustedes que esta empresa después de efectuar el ERE, sus excedentes
de trabajadores se tuviesen que quedar en un rincón de la misma empresa y
seguir cobrando aunque fuera menos, eso sí sin trabajar, que van a hacer, si no
hay ni materias primas, ni necesidad alguna de su contribución a la producción,
sería absurdo y por supuesto acabaría con la empresa en la ruina total.
Bien
pues esta es la situación de España, se le pide que rebaje costes, de todo tipo
y lo intenta, pero el déficit no baja y no bajara, porque España no ha hecho un
ERE y esto la está matando irremediablemente, en nuestro país hay según la
última estimación 6,2 millones de parados, si contamos un promedio de 800 euros
de coste estamos ablando de 5,000 millones al mes 60.000 millones de euros al
año, un 6,5 % de nuestro PIB. Esto sin contar, porque dudo que ni el propio
estado lo sepa, la incidencia de otros costes indirectos que su gestión
ocasiona, entre cursos, subvenciones, funcionarios, control, sanidad, etc.
Donde
quiero ir a parar pues muy sencillo, todo este planteamiento pretende demostrar
que la resolución final que planteare, no tiene ningún motivo racista ni de
extrema derecha ni nacionalismo ni nada de eso, es economía pura, España debe
entender que nunca más volverá a absorber más de la mitad de esta cifra de
parados, porque desgraciadamente son fruto de una planificación de crecimiento
demográfico y laboral falsos y finitos para siempre.
España
debería calcular que coste le representa mantener esta situación tanto en su
aspecto monetario puro, como de incidencia política y de solvencia de país, y
efectuar un ERE, que signifique la reubicación de por lo menos, de tres millones
de trabajadores y sus dependientes directos, es decir calculo como mucho unos siete
millones de personas, esta operación es la única alternativa para que España se
reequilibre, porque lo que no parece probable es que Europa y la economía
occidental cambie, ni que la industria alemana desplace factorías a España para
que recoloque los excedentes de desempleados piensen que cuando calculo la
cifra de tres millones de trabajadores, estoy hablando de la mitad de los desempleados
actuales es decir todavía nos quedaría un desempleo vivo del 13 % más o menos.
Si
yo tengo razón, y damos por bueno lo que dice el FMI y todos, que durante los
próximos 5 años el paro no va a cambiar, el desempleo no absorbible, es decir
los tres millones de más, que son los que producen la diferencia entre un
desempleo del 13% al actual del 27% nos estamos jugando 140.000 millones de
euros en los próximos 5 años, suponiendo claro está que entre medio no se nos
arme una revolución social, y que no nos aumenten los costes cosa que dudo.
Esto
a groso modo significaría que el estado podría invertir unos 10,000 euros por
persona (desempleado y familia), para financiar la reubicación de las personas
afectadas por el cambio de situación productiva de nuestro país, eso sí se
entiende que para marcharse fuera de España, como en su día tuvieron que dejar
su trabajo, y su país de origen en muchos casos, yo creo que para muchos
inmigrante y familias, rehacer su vida en su lugar de origen con 10, 20 ó 30 mil
euros en la mano no sería ni mucho menos una tontería ni un fracaso social,
porque les permitiría iniciar otra vida en unas condiciones menos exigentes en
sus economías, y estamos hablando de utilizar el coste de un año o año y medio solamente
de lo contrario ya me dirán ustedes cómo vamos a salvar cinco años de costes económicos
y sociales de la envergadura de los actuales.
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