Cuanto
llevamos peleando y hablando de la crisis, de que los mercados quieren esto
aquello, la deuda, el déficit, la refinanciación de los bancos, que Grecia
quiebra, que España será rescatada, el euro no aguantará, que si esto que si
aquello, y las economías de los países las que deberían ser inamovibles,
fuertes, seguras, firmes, en fin todo lo contrario de lo que son ahora, se
ponen a temblar como tiembla un flan de huevo en manos de un niño y solo se les
ocurre implantar recortes lo que les produce menos posibilidades de recuperarse
total para pagar a unos mercados que nadie sabe quiénes son pero que han ganado
la partida .
Es
un aspecto curioso que requeriría una reflexión, profunda y sensata del porque, unas organizaciones
privadas y especulativas al cien por cien y que no se esconde en sus cometidos acciones
y principios, puede tirar abajo la economía europea y mundial haciendo subir y
bajar divisas, materia primas, solvencias de países, y bancos, de deudas soberanas,
etc. Que se debe entender de todo esto, que el mercado tiene en su poder el
dinero de casi todos los países del mundo, quizás sí, pero esta aseveración es
un tanto abstracta porque quiero recordar que en el fondo el dinero es de los
países que lo emiten, el Sr Warren Buffet, por ejemplo, no tiene dinero propio,
no puede imprimir moneda de curso legal por muy poderoso que sea, luego no lo
entiendo, que es lo que a los mercados les hace tan poderosos.
Después
de reflexionar sobre el tema la respuesta sale sola, los mercados son poderosos porque los países son tontos, en
realidad me refiero a los gobernantes y gestores económicos públicos de los
países, no hay ninguna otra explicación plausible. Imagínense ustedes un casino
que vende fichas para que la gente se divierta y juegue para ver si se lleva
algún premio, al cabo de unas horas los jugadores le hacen saltar la banca, pues
esto está pasando en nuestro casino (países) pero lo curioso, es que todo sigue
igual repartiendo juego y perdiendo dinero a puñados el casino lógicamente hace
mas fichas pero no tiene el dinero que las respalde.
Pero
sigue la historia en nuestro casino imaginario, y llega un momento en que todas
las fichas están en poder de los jugadores, no me importa si por lo malos que
son los dirigentes del casino, o por los crupieres, pero el hecho es que los
jugadores han arruinado al establecimiento (país), la pregunta es, ahora que
pasa, los jugadores van a cambiar las fichas y el cajero del casino les dice,
lo siento no hay dinero ustedes lo tienen todo en sus manos, ustedes han
ganado.
Que
hacen los jugadores, de que les sirven sus ganancias, son trozos de plástico
sin valor alguno porque lo que les daba valor, ellos mismos lo han arruinado, así
que no les queda otra solución que hacerse cargo ellos del casino, poner sus
ganancias en juego otra vez y esperar que vengan nuevos clientes a jugar, eso
sí seguro que entre tanto habrán echado al gerente y los crupieres a la calle,
y se habrán gastado sus beneficios para reflotar lo que hundieron, para ver de
salir del trance. Moralejas: No puedes matar la gallina de los huevos de oro. Y
no puedes ser más tonto e inepto que tus
oponentes porque si lo eres te ganan.
No
es entendible que la situación que se ha creado
en nuestras economías sea irresoluble, como parece por parte de todos
los actores del juego, Grecia, Portugal, Irlanda, empezaron hace más de dos año
la historia, y en lugar de poner remedio ha sido al revés, se amenaza a España,
Italia, la banca Francesa, ahora la Franco-belga, tiran los mercados al suelo,
amenazan con mas recesión, con inflación, arruinan a las empresas, al gasto
público, al consumo privado, al crédito privado e interbancario, desequilibran
los gobiernos, hasta que consigan que caigan mas de uno, que pasara si no se
pone freno a todo esto, la verdad es que nadie sabe qué hacer, y digo yo y si
les damos las llaves y las fichas del casino, y les dejamos hacer lo que
quieran, en esta tesitura, no les quedaría más solución que hundirse con nosotros, o que refloten la
economía global, porque yo creo que nuestros dirigentes tanto políticos como
económicos no saben que hay que hacer, han perdido la partida.
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