Hace días que sucedió y hace días que es primera pagina de los periódicos y
noticiarios españoles e internacionales, yo no me he decidido a hablar de ello
hasta hoy en que ya la cuestión desgraciada se mire por donde se mire ha
empezado a entrar en el tratamiento político, y hasta ahí podíamos llegar. El
presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha censurado que existan “algunos
intereses económicos por parte de determinadas empresas o de suministradores de
alta velocidad” en relación al grave accidente ferroviario registrado el
miércoles en Santiago porque España se presenta a “concursos internacionales de
construcción de líneas de alta velocidad” y ha alertado de que “las prisas son
contrarias a una investigación”.
Esto ya es el colmo el accidente ferroviario de Galicia es un cumulo de despropósitos
que España, su gobierno, sus políticos, sus sindicatos, deben de reconocer
explicar y pedir excusas de hecho es lo mismo que excluyendo a los sindicatos deberían
hacer gobierno y políticos enredados en los casos Barcenas, Gürtel, y otros más.
España en alta velocidad es una desproporción total y esto no lo reconocerán los
planificadores de este descomunal gasto que tiene ya muchas consecuencias económicas
muy graves y que me temo que ya acumula las primeras desgracias humanas por su desproporción.
La locura del tren de alta velocidad en España es tan grande que es del
todo injustificable la gran cantidad de kilómetros que se pretende cubrir tiene
un coste que está claro que España no se puede costear pero España es España y aquí
un político no puede dar marcha atrás aquí esto se entiende como un fracaso y
por consecuencia una pérdida de votos y elecciones al final de “poder y de
dinero” así que los políticos el
gobierno y también los intereses empresariales a la sombra de los contratos
desaforados ofrecidos hay que mantenerlos aquí no se hace como ha hecho Francia
que ha frenado y retrasado el proyecto de conexión de la alta velocidad con España
aquí se hacen inauguraciones de líneas para simplemente ir a la playa aunque
luego haya que llenar la línea con el absurdo recorrido Zaragoza Madrid Alicante.
Pero es evidente que esta actitud prepotente y absurda produce unos costes impagables
que hay que torearlos como sea y me temo que una de las formas es en escatimar
en seguridad de alta velocidad. En el caso que nos ocupa el presidente gallego
ha garantizado que no se va a “cejar en el empeño de saber la causa o las
causas que coinciden en este accidente” lo que pedimos por respeto a las
víctimas, a los heridos, al pueblo gallego y a España es que esa investigación
se haga en profundidad. No queremos comentarios ni conjeturas”, ha afirmado Feijoo,
quien ha subrayado que se ha sentido “absolutamente asistido por todo el
Gobierno”, al cual ha dicho no tener “ningún reproche que hacer”.
Lo dicho los políticos corren a pedir comprensión silencio y resignación cristiana
pero el Sindicato de Maquinistas (Semaf)
considera que ha sido “una sorpresa” la “rápida detención y rápida imputación”
del maquinista Francisco José G.A., quien conducía el tren que descarriló el
miércoles en Santiago de Compostela, accidente que ha dejado desgraciadamente 78
fallecidos y numerosos heridos. “No sabemos lo que ha ocurrido”, ha insistido
el secretario general del Semaf, tras lo que ha comentado que no esperaban que
el maquinista que conducía el tren acudiera en calidad de imputado a la primera
declaración ante el juez.
En este sentido, Jesús García sostiene que se ha actuado de manera
“incorrecta” con el maquinista del tren accidentado en Santiago de Compostela,
pero ha subrayado que, por el momento, tampoco descartan “nada”, ya que ha
podido ocurrir, según ha comentado. En las próximas horas, previsiblemente este
domingo, está previsto que pase a disposición judicial el maquinista del convoy
accidentado imputado por supuesto delito de homicidio por imprudencia, que
permanece en dependencias de la Comisaría de Policía.
Es evidente que el citado empleado de Renfe puede ser el último eslabón de
la cadena de despropósitos responsables del desgraciado hecho pero no nos
engañemos es una irresponsabilidad general, dejar en manos de un solo hombre la
vida de tantas personas y el manejo de un elemento tan enorme y
desproporcionado como es un tren de alta velocidad si todo esto depende de un “maquinista”
es evidente que algo estamos haciendo mal, pensemos que por ejemplo un avión capaz
de desplazar tamaña cantidad de personas, lo asisten técnicamente tres personas
cualificadísimas como mínimo. No podemos terminar este asunto echándole la
culpa solo a un hombre del cual no sabemos ni que capacidad técnica y titulación
tiene.
Aquí hay “un problema de infraestructuras” El tren de Alvia que descarriló
en las proximidades de Santiago de Compostela es un modelo muy nuevo y
versátil. Pese a no tratarse de un vehículo de alta velocidad, el modelo talgo
250 Dual, conocido popularmente como patito, permite circular por vías
convencionales y de alta velocidad. La ruta Madrid-Ferrol, en la que se enmarca
el suceso, combina ambos raíles, la primera pregunta es esto porque? Las combinaciones
son siempre un problema y en todo caso si es inevitable que convivan, deben
cumplirse las condiciones peores para evitar que precisamente lo que ha
sucedido.
Si este recorrido que como indican podía ser realizado por dos tipos de vehículos
las condiciones del recorrido deberían estar acondicionadas para el peor de ellos
La diferenciación no es baladí. Cada vía
dispone de su propio mecanismo de frenado, en función de la velocidad máxima
que puede alcanzar el tren. El tramo en que se produjo el descarrilamiento solo
contaba con el sistema ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), el
óptimo para vías convencionales pero insuficiente para la alta velocidad porque
pone en manos de un humano el destino de todas las vidas que lleva tras de sí.
“El ASFA es un sistema más que probado y que lleva funcionando durante
décadas en España”, apuntan desde la empresa pública responsable de las
infraestructuras ferroviarias, Adif. La figura clave de este dispositivo son
los semáforos situados en las laterales de las vías ferroviarias. La cabina del
conductor recibe periódicamente la información de estos semáforos a través de
las balizas, unos indicadores situados en las propias vías pero a una distancia
de varios kilómetros una de otras. Pero están hablando de trenes convencionales
que alcanzan velocidades máximas por debajo de los 140 Km. A 200 Km. Por hora
la reacción humana es del todo insuficiente para reaccionar luego era sencillo
o el tren en cuestión debería tener un tope de velocidad por debajo de los
200Km./hora, o las infraestructuras viarias debían tener el sistema completo de
la seguridad de la infraestructura del AVE.
El problema como ven es siempre el mismo el dichoso el de una España a
medias que ni es del todo demócrata ni del todo honrada ni del todo legal, ni
del todo rica, ni del todo pobre. Pero que no quiere parecer ni pobre, ni
ilegal, ni poco escrupulosa, y mucho menos dictatorial. Al final como siempre
quedamos en evidencia y por mucho que lo intentemos tapar y camuflar con
explicaciones peregrinas la cuestión es solo una. España sigue estando toda
ella a mitad de hacer.
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