El
islam es una religión monoteísta que adora exclusivamente a Alá. Se estima que
hay en la actualidad entre 1.000 y 1.200 millones de musulmanes en el mundo. El
islam (conjuntamente con todas sus ramificaciones) es la religión más extendida
del mundo, ya que recientemente ha superado el número de católicos. El islam se
inició con la predicación de Mahoma en el año 622 en (en la actual Arabia
Saudita). Bajo el liderazgo de Mahoma y sus sucesores, el islam se extendió
rápidamente. Existe discrepancia entre los musulmanes y no musulmanes de si se
extendió por imposición religiosa o militar, o por conversión de los pueblos al
islam.
Pero
que mueve y que quiere hoy el mundo islámico y
sus gentes, porqué surgen las revueltas internas y los enfrentamientos
en contra de occidente, en que espejo
quieren mirarse y que aspecto de lo que ven quieren imitar, que quieren romper
porque les molesta. Es difícil entender las razones de sus movimientos, porque
no hay uno solo, ni tampoco una sola forma de manifestarlo. Para un occidental
cristiano como yo, le es difícil muy difícil comprender el porqué una
civilización tan antigua como la nuestra, con casi las mismas raíces teológicas y de fe en un solo Dios, nos hayamos distanciado tanto en el devenir
de los tiempos, la cuestión es que la situación actual en el Islam es
preocupante, y puede resultar una amenaza para nuestra civilización.
La
diferencia de modo de vida entre ambos mundos, se ha alejado tanto, que es hoy
en día irreconocible, en casi ningún aspecto común de aquellas culturas que si
bien separadas por la religión, convivieron de forma similar en cuanto a
desarrollo y forma social hasta el siglo
XV. A partir de la perdida de la influencia musulmana instalada físicamente en partes
de Europa básicamente en España, el Islam se detiene y se retrae se cierra al
modernismo y al cambio, sostiene sus creencias mas allá incluso de lo que podía
suponer la evolución natural y generalizada de otras culturas, y se queda
dormido en sus tradiciones y su fe hasta la era actual, en que parece que el
petróleo los despierta pero de forma terrible creándoles todavía más
desigualdades internas.
Podíamos
pensar que el estancamiento del islam puede ser debido a su posición
geográfica, me parece una posible explicación, el mundo Islámico, su núcleo,
está prácticamente encerrado por el mar Mediterráneo por el norte, por el
continente euroasiático, la China, la India, por el este, el Océano Atlántico
por el oeste, y el áfrica negra por el sur. Podría interpretarse que esta
situación física, no era la más adecuada para recibir influencias culturales y
de ningún tipo, por lo que explicaría las diferencias evolutivas versus la
cultura occidental la cual se expandió, incluso hasta descubrir un nuevo mundo
y poblarlo.
Si
consideramos que los vecinos del norte los expulsaron a sus confines
geográficos, los del este sus culturas eran tanto o más cerradas que la
islámica, los del sur estaban muy por debajo de su estatus como civilización, y
el Océano Atlántico no les atraía mucho, puede ser la razón fundamental de su
integrismo en muchos casos acérrimo y al amparado en sus creencias,
absolutamente marcadas por una religión
totalmente inmovilista. La cuestión es que esta teoría no quita de que en la
actualidad, guiados por un sentimiento que no se si calificarlo de odio o
rabia, su salida hacia fuera parece tener un objetivo único, extender sus
creencias y desgracia contra la civilización occidental, no parece que haya un
movimiento islamista que combata contra China ni contra África ni contra Asia
su fe y sus guías espirituales, les envían a “luchar” contra los infieles de
occidente.
A sido desde
luego el petróleo o mejor dicho los petrodólares los que les han despertado de
su letargo, pero lo malo del caso es que en lugar de despertarlos para
desperezarse y sacar provecho de sus riquezas para elevar su nivel de vida, lo
emplean para crear terrorismo, potencias atómicas como el Irán, regímenes
dictatoriales y déspotas como los
recientemente derrocados en el
Magreb, o sostener los
movimientos involucionistas como los Talibanes, y no se desprenden de su
exacerbada religiosidad que les lleva hasta
las más absolutas y enconadas luchas entre los miembros seguidores de
sus diferentes tendencias religiosas, ya mantener las diferencias abismales,
según nuestro modo de entender la homogeneidad de valores y libertades entre
los dos sexos, que formamos la humanidad y que estamos abocados a convivir en
igualdad por la propia naturaleza, independientemente de religiones de uno u
otro signo.
Esto es el
próximo peligro al que deberemos prestar atención, si solucionamos por fin el
de nuestra propia supervivencia político económica, cuanto más nos debilitemos
en nuestras cuitas y velocidades, y quien tiene más y quien tiene menos, más frágiles seremos al movimiento de
expansión que quieren iniciar en el mundo islámico, porque está claro que para
ellos todos los males vienen de aquí, de occidente y de los occidentales, y
aunque están en todos lados los más cercanos somos nosotros, los europeos, así
que no nos entretengamos mucho más en ver como resolvemos nuestras deudas, y
preparémonos para afrontar la otra crisis que se nos viene encima la
islamización global de nuestros vecinos.
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