Hoy cuando venia circulando con mi coche por Barcelona, iba escuchando la radio, y en un programa de humor en que hacen imitaciones jocosas de políticos y personalidades conocidas, de pronto ha intervenido el falso Fraga Iribarne, mi mente ha saltado como un resorte y me he dado cuenta del mal crónico de la democracia y los políticos en nuestro tiempo.
Dios mío Don Fraga Iribarne, todavía colea, todavía tiene su sueldo de ex político, diputado, ministro, es un ex de todo, pero ahí está en broma o en serio, está en la política activa de este país, automáticamente he visto el problema que conlleva el actual sistema político. Los políticos cuando deciden serlo entran en una malvada espiral que los atrae irremediablemente y no los deja salir nunca más convierten sus anhelos en ingresos y su dedicación en trabajo.
Esta situación rompe con la esencia básica del sistema democrático, no son dictadores directamente, pero casi llegan a serlo, porque de una manera u otra se perpetuán en el poder, cambian de situación y cargo, pero ahí se quedan para siempre jamás, atrapados en su torbellino de cargos prebendas, pagas reconocimientos etc. En estas circunstancias entiendo que sea inútil pedir a los gobernantes y políticos, que cambien las cosas, que reformen leyes básicas, que regulen sus funciones, que reduzcan gastos, diputados, senadores, etc. No se dan cuenta señores lectores, en el fondo les estamos pidiendo que se suiciden y esto no hay ser humano que lo haga por las buenas.
Por fin tengo mi explicación lógica de porque los políticos son tan inútiles, es porque ya lo han conseguido todo, ya están allí para siempre y mejor no menear mucho las cosas, no sea que se caigan del pedestal al mundo competitivo de la sociedad normal. Y nosotros pobre pueblo, nos desgañitamos pidiéndoles reformas, mejoras. De que les hablamos, reformas para que, mejoras para que, si ya las tienen todas.
Así que visto y entendido el problema me he puesto a pensar en una posible solución y la he encontrado. La solución es romper con la definición de “La clase Política” hay que convertir la política y al político en una situación pasajera, de tal forma que no pueda continuar, una vez haya cumplido el ciclo estricto del mandato popular otorgado por las urnas y para una función y cargo especifico. No debe valer como hasta ahora ocurre, que un político ha sido dos o tres veces diputado, dos veces ministro, otras tantas senador, etc. Esta situación de privilegio hace que ninguno de ellos tenga ni necesidad ni intención de reformar nada.
Propongo un nuevo sistema de funcionar basado en las siguientes premisas: Eliminar la condición de Clase Política. Las funciones políticas serán desempeñadas por gente de la sociedad con la suficiente preparación e interés para desempeñarlas solo en un periodo obligatorio de tiempo, máximo 12 años (tres legislaturas). A partir de diputado en cortes hacia abajo ya sean las cortes generales o las comunales, las funciones que se requieran para el funcionamiento del gobierno serán desempeñadas por Funcionarios de Carrera que no podrán nunca ascender a los cargos políticos. (En la política local de concejal hacia abajo) excepto si hay una renuncia expresa del empleo de funcionario sin posibilidad de vuelta atrás.
Solo se podrá elegir por votación popular, los presidentes de Gobiernos General, y de Comunidad, Alcaldes, Diputados y Concejales, como hasta ahora, la diferencia estribara en que no podrán presentarse personas con más de 12 años de servicio en dichos cargos, ni personas que estén cumpliendo funciones de la administración del estado (funcionario público) si podrán concurrir si abandonan o han abandonado el funcionariado, y por supuesto cualquier ciudadano en que no concurran ninguna de las condiciones excluyentes legisladas.
Se realizaran votaciones populares mediante voto para elegir a diputados, y senadores, que no deberán de coincidir con las de presidentes de gobierno general ni de comunidad autónoma. En el caso de los diputados, senadores y concejales. Se votaran como hasta ahora equipos de gobierno que figuraran en listas cerradas de partidos políticos.
Solo podrán concurrir como elegibles a presidente, personas que estén o hayan estado cumpliendo cargos de: Diputados, Senadores o Concejales, y ciudadanos que por su notoriedad o condiciones especiales sean propuestos por los partidos políticos legalizados (en el supuesto de que fuese un funcionario en activo deberá cumplir la condición de abandonar el funcionariado sin posibilidad de vuelta).
En las propuesta a presidentes de gobierno de la nación o comunidades autónomas, deberán presentarse con el equipo de gobierno completo, es decir, Presidente, Vicepresidente y Ministros (Consejeros en comunidades), y tanto los ministros como concejales podrán ser personas sin ninguna afiliación, ni experiencia de gestión política, por ejemplo, un candidato a Presidente , podrá incluir como ministro de economía al director de un Banco X , sin que hasta la fecha esta persona haya desempeñado ningún puesto de concepción política, el votante debera conocer de antemano, que ministros van a gestionar la política del futuro presidente al que va a votar. Esto es muy importante pues en el caso de la concurrencia de más un elegible puede ser influyente para el voto la capacidad del equipo que le acompañe.
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