Y el esnobismo social es cuando parte de la sociedad, empieza a creerse estar por encima de la realidad social general, justificando por sistema lo contrario del comportamiento general. Hoy la sociedad actual, la opulenta y la media sobre todo, están desarrollando esta tendencia. Yo quiero ser benévolo y justificarlo más que por esnobismo, por puro miedo a perder su bien estar, y esto les lleva a defender y animar a quienes van en contra, de lo que no les gusta, no tanto por convicción, si no porque creen que les hace diferentes a los de su verdadera clase, y que en el fondo, estos movimientos revolucionarios les defienden sus intereses políticos o de clase.
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Vista la mesa, compuesta por seis personas ya a mi me ha dado la sensación de que es imposible gobernar nada con seis gallos en un gallinero. Y así ha sido un continuo yo, yo, y yo. Parodiando a los mosqueteros de Dumas, uno contra todos y todos contra uno y cada uno consigo mismo. Esto es ingobernable por la complejidad que significa el desacuerdo unitario y por la obsesión de no admitir que solo hay que hacer oposición y no juicios destructivos y incendiarios del gobierno legitimado por el mismo Parlamento que les ampara a ellos mismos. Porque así no se consigue que se crea en nada, verán la democracia consiste en que cada uno puede tener y expresar sus ideas libremente pero todos debemos respetar y luchar por las del prójimo no destrozarlas ni desautorizarlas porque no son mías y porque no he ganado unas elecciones hacer esto significa que menosprecias a tus iguales y les dices que son tontos o imbéciles por haber votado a otros, lo entienden señores diputados de la oposición y del gobierno.
Y finalmente quedan los Indignados estos no son, ni han sido nunca indignados, son y han sido juguetes de organizaciones anti sistema y anti sociedad y anti todo, que se han aprovechado de ellos por dos motivos, uno por el esnobismo, ya explicado de parte de la sociedad, y el otro por la falta de gobernabilidad en España (no olvidemos que el movimiento, este y el anterior, empezó en Madrid.) ante un gobierno que no sabe dónde va, que no puede dar peor sensación de improvisación e interinidad, es fácil mover y levantar masas de sociedad, que están descontentas, que nos le van las cosas como deberían ir, y así lo han conseguido, primero con unos comportamientos que no presentaban abiertamente la realidad de lo que buscaban, hasta que han sacado las uñas y se han extendido por toda la geografía nacional, ahora hay que proteger con la fuerza pública a Gobiernos regionales, alcaldes, concejales locales, y esperemos que acabe aquí la cosa, yo sinceramente tal y como lo veo no va acabar aquí, hasta que el gobierno de la Nación gobierne, lo que no sé es si se llegara a tiempo.
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