Es de derecho seguir hablando de Grecia, estamos en un momento crucial de Europa, y si bien es cierto que la mala gestión y la poca visión de futuro, de los agentes gubernamentales y económicos europeos, nos han llevado al desastre, tampoco podemos obviar que la principal culpable de que ahora no haya salida del fiasco es Grecia. Siempre me he preguntado porque los agentes económico-políticos que gobernaban la Europa Comunitaria, aceptaron a Grecia, porque se ha dicho y es cierto, que esta nación presento números trucados para conseguir los parámetros que le permitieron entrar a formar parte del euro en el 19/06/2000. Yo quiero creer que Grecia no engaño, sino que el comisionado europeo se dejo engañar, porque de lo contrario nos merecemos lo que nos pasa y más.
Ahora nos enfrentamos a un momento de toma de decisiones transcendentales y definitivas, estamos como dijo Hamlet en el ser o no ser, del proyecto de constitución mas grande de los últimos siglos, me atrevería a decir que es el ultimo que queda en el mundo actual, y ahora resulta que un elemento díscolo y menor de la unión, nos desmorona la pirámide por culpa de sus malas artes. La pregunta es, qué debe hacer la Europa comunitaria, solo hay dos respuestas. Una cerrar de nuevo los ojos y cargar con la deuda a sus espaldas, limpiar el país e intervenirlo fiscal y económicamente. Otra echarlo de la comunidad de naciones por ser ingobernable según las normas democráticas y económicas financieras por las que se rigen los demás miembros componentes de la unión.
El despropósito de la economía griega es manifiesto. Ya se había publicado algo al respecto recogido por Libre Mercado. En esta ocasión es el diario “El Mundo” quien lo cuenta en su suplemento "MERCADOS". Así, parece evidente que la corrupción y el clientelismo eran el pan nuestro de cada día en el país heleno. Entre los despropósitos que destaca el suplemento podemos mencionar que "la mayoría de los griegos paga sobornos en ministerios y hospitales" o que "el Gobierno hace redadas con helicópteros en busca de piscinas ilegales para descubrir a las familias que no declaran" a Hacienda. A todo esto hay que sumar curiosidades como que la “Constitución helena prohíbe expresamente que se pueda despedir a empleados públicos”.
También habla de un "clientelismo salvaje" mediante la contratación en el sector público de ciudadanos y ciudadanos a cambio del voto en las siguientes elecciones, una brutal "evasión fiscal" o la existencia de "organismos públicos sin sentido", claro, si había que contratar a tanta gente en el sector público para garantizarse la reelección no es de extrañar que los organismos públicos surgieran como setas.
En mi interior opino que Europa si quiere ser razonablemente creíble en los mercados internacionales, y quiere demostrar al mundo su seriedad y capacidad de gobernabilidad debe echar a Grecia de la unión a patadas, pero desgraciadamente, para todos los demás que nos quedamos, debemos hacernos cargo de su deuda, está claro que el defraudador es Grecia, pero si Europa no repara el fraude, toda Europa será cómplice de un fraude internacional que la hundirá en el descredito y la desunión de su incipiente unidad. Esta es mi forma de verlo, no podemos esperar que Grecia arregle el problema que ha creado porque se lo hemos permitido, porque la hemos metido en nuestra familia y lo que ha hecho lo ha hecho siendo uno de nosotros.
Y por supuesto, si bien digo que debemos asumir la deuda pagar a los acreedores internos y externo para quede limpia Europa, lo que no podemos hacer es admitir que Grecia siga con nosotros, puesto que ha demostrado que su forma de gobierno no es adecuado para formar parte de la Unión europea, y no nos dejemos avasallar con otro chantaje, vale ya de ser niños bonitos con los que todo el mundo se mete con ellos, y seamos de una vez aquellos europeos capaces de enfrentarnos a reyes y cortarles la cabeza por la libertad, aquellos europeos capaces de luchar en dos guerras para salir moldeando un sistema de vida que ha llegado hasta aquí, hasta esta Unión Comunitaria. Y no nos debe temblar el pulso, hemos cometido un error paguémoslo, aprendamos de ello y continuemos, eso si limpios y sin rémoras pegadas a la espalda.
Europa a través de sus instituciones, debe efectuar una doble y unísona acción: Una política, la expulsión de Grecia de la Unión Europea, y la segunda económica el BCE asumirá la deuda griega externa, y efectuara el cambio de Euros por Dracmas. Es decir Grecia no debe asustarse, ahora se efectuara el cambio a la inversa si en el 19/06/2000 los bancos griegos cambiaron a sus clientes, Dracmas por Euros, ahora les cambiaran Euros por Dracmas, y la propia Grecia hará internamente lo mismo con lo demás, las cosas allí tendrán que transformar sus precios al dracma, a la inversa de lo que paso en el 2000, tan simple como esto y a continuar su existencia como les gusta viviendo a la griega y se acabo el problema.
Bueno en realidad queda un punto por resolver, que cambio aplicara el Euro por el Dracma, pues hagamos cuentas, cuando se realizo la conversión al Euro se pagaron 340,750 Dracmas por 1€. Estos valores eran en 2000/06, desde entonces el Euro se ha apreciado aproximadamente y para redondear un 40% así que ahora, por cada Euro que Grecia devuelva recibirá 204,450 Dracmas, es decir la perdida de Grecia por su mala gestión le costara este 40% de devaluación ya que naturalmente no puede beneficiarse, ya que será Europa la que se hará cargo de su deuda externa. Dicho de otro modo el Dracma tendría una relación frente al Euro de 477,05 Dracmas / 1 €.
Claro que esto que yo veo tan simple, es muy duro de ejecutar, pero yo les advierto, Grecia no cambiara porque no puede hacerlo aunque quisiera es imposible, Grecia no tiene Industria, no tiene capacidad de crear riqueza, solo tiene turismo y transporte y se adaptara a vivir de ello, como lo han hecho desde tiempos pasados, Grecia es y será lo que las familias Papandreou y Karamanlis quieran.
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