Me puedo
imaginar lo que nos espera pero eso no me evita tener una sensación de
inquietud superlativa porque esto no va a ser fácil de soportar, yo creo que
los catalanes quisiéramos que ya hubiesen pasado y saber a qué tenemos a que
enfrentarnos, porque desde ahora al día 24 de noviembre las barbaridades, los
ataques, las descalificaciones, personales y políticas, que tendremos que ver,
leer, y soportar, pueden llegar a hacernos odiar uno de los procesos más
importantes de la democracia como es el acto de la votación libre por parte de
la sociedad para escoger una parte de su futuro.
Espero de todo
y mas, estudios rebuscados de cifras que negaran una u otra viabilidad, posturas
críticas a la política de una y otra parte, descalificaciones para todos, pero
ustedes me dirán: - no se dé que te extrañas esto ocurre en cada uno de los
procesos electorales- No señores esta vez es diferente, no vamos a votar por un
partido o por un político, lo vamos a hacer por una nueva forma de vida y de
sociedad y no nos engañemos, lo vamos a hacer las dos partes, y por muchos
candidatos que se presenten, en definitiva se va a votar solo dos alternativas
Catalunya o España.
La cosa es muy
distinta o no lo ven ustedes así: qué más da cuantos candidatos y partidos se presenten, en estas elecciones se vota realmente
soberanía para Catalunya o su Españolización casi diría que definitiva, y no le pongan
paños calientes, esta es la realidad de lo que nos jugamos unos y otros, así de
entrada, porque el resultado de estas elecciones aunque no será definitivo, si será
irreversible, y eso lo saben los políticos que van a lidiar con esta campaña, son
unas elecciones constituyentes disfrazadas de elecciones a la Generalitat de
Catalunya.
Diría que sin
lugar a dudas es este hecho uno de los mas, sino el más importante, de la joven
democracia española, lo que está en juego es la metamorfosis de una nación vieja,
resabida, un tanto caraca, si me lo permiten para renacer en dos naciones
soberanas completamente distintas, nuevas, modernas, y que a la fuerza tendrán que
espabilar y cambiar profundamente en todo: Su sociedad, su economía y su constitución
una, y haciendo todo de nuevo la otra. Si ahora somos capaces de parar y pensar
en esto, debemos de alegrarnos, estamos en el camino de crear una nueva
historia en la Península Ibérica, y quién sabe si no tendría incluso repercusión
en el resto de Europa.
No quiero hoy
empezar a desgranar si unos pierden o si otros ganan, yo hoy quiero pensar en
que muy pocos hombres y mujeres pueden vivir y hacer historia como la que nos
va a tocar vivir y hacer a todos nosotros, yo diría que a partir ya del próximo
lunes tiempo habrá de pelearnos, de contradecirnos, de enfadarnos, y de
reconciliarnos, yo hoy quiero decir simplemente no lo estropeemos porque sí, yo
creo que es posible y necesario zarandear la historia de España, de acuerdo que
no descubriremos un nuevo mundo, ni recuperaremos todo el imperio tan lamentablemente
perdido otra vez, pero quien sabe la eclosión de dos nuevas naciones aunque
viejas de historia y nombre, puede ser un hito que cambie el adverso devenir de
las historia de ambas
Este será y no
otro el resultado del próximo 25 de noviembre, debe ser el nacimiento de un
nuevo estado, alumbrado por el parto un tanto doloroso de la gran nación que
durante siglos lo ha estado gestando, y que por el efecto casi natural, este embrión
ya no puede seguir alimentándose solo de su cordón umbilical, porque este ya no
le aporta el flujo de libertad y autonomía que su tamaño requiere, y ambos se están
haciéndose mucho daño, cuando por separado podrían mantener unas condiciones de
vida independiente pero porque no complementarias el tiempo lo dirá.
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