La situación convulsa
a que la economía, y la política han llevado a la sociedad española, ha
reavivado enormemente las actitudes nacionalistas de los diferentes grupos de
la sociedad que habita en España. El gobierno central de la nación, es el
principal instigador de esta situación, pues es evidente que le sirve y mucho
para hacer pasar más desapercibidos sus enormes errores, políticos y de todo
índole, que ha acarreado durante años de gobiernos, sin ningún sentido de
estado, y amparadas en oposiciones políticas más desnudas todavía de este
sentido que deberían poseer todos los gobernante y políticos.
No voy a decir que el
nacionalismo catalán sea nuevo, o motivado por la situación actual, pero si
quiero hacer constar que cada vez es más profundo y extenso en este todavía
trozo de España, lo que quiero significar en este artículo es la diferencia de
contexto que encierra el nacionalismo catalán, versus el nacionalismo español,
sé que muchos lectores me negaran la mayor, porque no sé por qué razón, los
fervientes defensores de la unidad y de la grandeza, que según ellos significa
ser español, no quieren ser nacionalistas, es un contrasentido total, el
nacionalismo es eso sentir en tu interior el orgullo y el sentimiento de pertenecer
a una nación.
Hecha esta salvedad
que considero muy necesaria para comprender la “guerra absurda entre los
nacionalismos español y catalán”, voy a intentar enfrentar sus diferencias y a
la vez similitudes, como una forma de conseguir un mayor entendimiento entre
las dos realidades, y ver si se puede rebajar la tensión cada vez más creciente:
El nacionalista
Catalán, no niega jamás el orgullo de quien se sienta español de arriba abajo,
es mas lo entiende y no le molesta en absoluto.
El nacionalista
Español, por el contrario, no quiere que exista el nacionalismo catalán le
molesta le hiere en lo más profundo de su ser.
El nacionalismo Catalán,
no ataca nunca el sentimiento de españolidad por parte de quien así lo
manifieste, simplemente se defiende del intento continuo de agresión a sus
sentimientos de catalanidad y al intento repetido y expresado de negacion del propio
hecho catalán.
El nacionalismo
Español, por el contrario ataca todo lo que ensalce el ser catalán, desde su
lengua, hasta sus individualidades, artistas, deportistas, grandes personajes
se les escatima el titulo de catalán, para adueñarse inmediatamente se su
obligatoriedad de ser español.
El nacionalismo
Catalán, aspira solo a ser eso Catalán, a ser diferente en la uniformidad que
pretende imponer una nacionalidad, por lo demás falsa, por que España es la
unificación de unos reinos y unas culturas muy diferenciadas entre sí.
El nacionalismo
Español, persiste en imponer sus criterios, (hasta se ha impuesto su propia
lengua que en origen es la castellana convirtiéndola en español), su modo de
ver las cosas, la política, la economía imponiéndola a su beneficio centralista,
no nos engañemos, parte de la España de hoy es lo que conquisto Castilla, sin
darse cuenta que aquella conquista fue hecha a los árabes y no al resto de los
habitantes y reinos que poblaban la península ibérica.
El nacionalismo
Catalán, estaría satisfecho con solo que el imperialismo español, le aceptase y
reconociese su singularidad social, política, económica, y su pensamiento
nacional, el catalán no entiende porque tiene que ser solo español, ni porque
tiene que ser atacado por este hecho.
El nacionalismo
Español, por el contrario, no estará satisfecho hasta que Catalunya este
completamente difuminada en el mapa de su España, al nacionalismo español, le
sobran los demás topónimos que habitan en España, para ellos son meras
curiosidades folclóricas, que les recuerdan su grandeza imperialista que por
cierto perdieron de la manera más triste y pobre, que cualquier otro imperio
perdió.
Estas son las realidades
de esta nación, realidades que la empequeñecen que la hacen antipática, que la
convierten en el hazmerreír de la comunidad internacional, que ve que toda la
grandeza que quiere mostrar al mundo, es papel mojado, que no tiene solidez
estructural, que sus diferencias internas son abismales, que no sabe apoyar las
culturas y las economías que tiene en su composición territorial, que todo lo
cifra a la imposición centralista nacional, en pocas palabras, que quiere y no
puede, porque esta es la consecuencia final.
España ha tirado y
está tirando por la borda sus posibilidades, intentando quitar de aquí para
poner allá, despreciando conceptos muy queridos para unos, y que simplemente
han juzgado inútiles y antipáticos para ellos, en fin han sembrado Vientos de
confrontación y ahora recogerán, me temo, tempestades de indiferencia e
independencia
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