Con la situación actual llena de
controversias y desacuerdos uno no puede por menos que detenerse y echar la
vista atrás. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Es lo primero que te asalta al
pensamiento y sí piensas en ello un poco, te da mucha pena porque hasta aquí
hemos llegado a lomos de una gran idea, de una gran ilusión política, a la que
le hemos fallado estrepitosamente.
Qué gran idea la Unión Europea, que gran
proyecto político-social el que empezaron allá en Paris en 1951, desde entonces
con más pena que gloria, la ilusión y el esfuerzo de crear una Unión Europea
fue sobreponiéndose tratado a tratado, sobre aquellos inicios balbuceantes de
los grandes impulsores del proyecto Francia y Alemania; se paso de simple
mercado del carbón y el acero, al mercado común, a la desaparición de
fronteras, a la libre circulación de personas y capitales entre países, muchas
veces irreconciliables, hasta crear una única moneda para todos, y aquí se
rompe el sueño europeo no hay ninguna duda.
La moneda destapa las diferencias
sustanciales de los países europeos y salen a flote las enormes diferencias
entre ellos, esto delata muy claramente que el sueño de una Europa unida no es
posible, porque no es homogénea en nada, ni en la lengua hablada, ni en la
economía, ni en el pensamiento europeísta. Europa sigue siendo un continente y
no una unión de Estados como por ejemplo los EEUU, y uno mira hacia atrás y
siente pena porque no hemos sido capaces de llegar al objetivo final.
Entonces piensas, quizás en el futuro, y
miras hacia adelante y peor entonces sientes terror, porque te das cuenta que
el futuro es la vuelta atrás. La crisis económica exige cambios en la Unión
Europea, hay que unificar el sistema bancario hay que centralizar el control
presupuestario, hay que homogeneizar los déficits, hay que ceder todavía mucha más
soberanía, transformaciones radicales que nadie está dispuesto a hacer, porque
siempre está por encima de todo el poder personal de cada uno de los
presidentes o primeros ministros de los estados de la unión europea.
Pero a la vez esta idea, otra vez maravillosa
y cierta, corre el riesgo de que en contra de lo que ocurrió en 1951, no sea
del agrado de los otros teóricos y futuribles componentes de unión. Ya lo dijo
el ministro de Finanzas germano y candidato a presidir el Euro grupo, Wolfgang Schaüble: la Unión Europea
debe experimentar una rápida y radical integración, que pasa por una fuerte cesión
de soberanía nacional. Pero Francia se muestra reticente a ceder soberanía
a la UE., y también está en las antípodas de lo que piensa Alemania, cree que
primero hay que llegar a una unión fiscal, y luego, avanzar en la unión
política.
Berlín, por su parte, defiende que "no
es posible que unos se hagan responsables de otros si antes no se cede
soberanía a la UE y se asegura que hay un control común de las decisiones
nacionales en materia económica", Alemania estaría dispuesta a continuar
adelante con su plan pese a quien le pese, aunque para ceder soberanía a
Bruselas ella misma debería reformar su constitución, empresa que se apunta
podría acometer tras las elecciones de otoño de 2013.es decir aparte de la
incerteza propia de un cambio político en las elecciones estamos hablando de 2
ó 3 años vista.
Esto es lo que se presenta como futuro, lo
mismo que ha fracasado como pasado, y no hace falta decir que si es lo mismo
pasara lo mismo fracasará. Además no es posible esta solución básicamente por
el tiempo a emplear en concretarla, el euro grupo no puede esperar otros 2 años
en las actuales condiciones de ingobernabilidad política y económica, es de
lógica, hay países sin posibilidad de autofinanciarse, sin posibilidad de
sobrevivir económicamente bajo el paraguas tirano del euro, estos países en un
año más son irrecuperables, luego llegados al final de este periodo de tiempo
la solución planteada solo sería posible en una todavía más reducida Unión
Europea, posiblemente a aquellos 6 primeros fundadores e iniciadores de la
aventura.
No les quepa duda esta es la visión lógica y
realista del futuro del euro grupo, y francamente a mi me da terror, porque si
algo es seguro es que España no estará en el grupo final de aquí a 1 ó 2 años
vista, nuestro camino como el de otros más está en la vuelta a la economía
autóctona y sobrevivir en un mundo completamente alejado de la europa central,
esto es evidente, y me parece que lo más sensato sería empezar ya a plantearlo,
porque mantener la esperanza de que realmente llegue a existir una unión
política y económica de la UE, es o a mi así me lo parece, una completa utopía.
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