Esta mañana leíamos que el Parlament formalizaba las recusaciones contra el presidente del Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y los magistrados, Pedro José González-Trevijano y Enrique López. La iniciativa parlamentaria, acordada hoy, ha causado un profundo malestar en el Alto Tribunal, y en un ataque de rabia muy poco elegante y menos democrática, se ha adelantado a la presentación de las recusaciones, dejándolas sin recorrido
El Pleno del TC ha estimado la impugnación presentada por el Gobierno contra la declaración soberanista aprobada por el Parlamento de Cataluña en enero de 2013, han señalado en fuentes de este órgano. La decisión se ha adoptado antes de que llegaran al tribunal de garantías las recusaciones que el Parlamento de Cataluña tenía previsto presentar contra tres de sus magistrados, entre ellos el presidente, Francisco Pérez de los Cobos, por falta de imparcialidad respecto de este asunto. El Parlament tenía razón la imparcialidad no estaba presente, es tan claro como el hecho de que la discusión de este asunto, tampoco figuraba en el Pleno del TC que no lo incluía en su orden del día.
Según fuentes del tribunal, el pleno
considera que el resto de la declaración, incluido el reclamo para la
celebración de una consulta para decidir el futuro político de Cataluña, se
ajusta a la ley, siempre que esta se desarrolle dentro del marco
constitucional, con lo que solo admite parcialmente el recurso presentado por
el Gobierno de Rajoy. El pleno del Tribunal Constitucional considera
inconstitucional el contenido de la declaración de soberanía aprobada el 23 de
enero del 2013 por el Parlament de Catalunya en la que la cámara sostenía que
el pueblo catalán tiene, "por razones de legitimidad democrática, carácter
de sujeto político y jurídico soberano" y, por tanto, se inicia el proceso
para hacer "efectivo el ejercicio del derecho a decidir para que los
catalanes puedan decidir su futuro político".
Según fuentes jurídicas, el
fallo considera contraria a la Constitución la proclamación de una soberanía
política catalana, pero deja la puerta abierta a que una reforma constitucional
permita el ejercicio del derecho a decidir. Que tenemos que decir a esta forma
de actuar los demócratas catalanes solo nos dejan un camino, camino que nos
lleva a la consecución de nuestra independencia, no se puede seguir formando
parte de un estado que su tribunal constitucional se monta y desmonta a gusto
del gobierno de turno, que manipula tendenciosamente sus ordenes del pleno del día,
que en definitiva no imparte justicia sino que imparte la tiranía de quien
manda, esto señores catalanes y españoles, sépanlo también, es vivir de nuevo en
una DICTADURA ILUSTRADA .
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