sábado, 8 de marzo de 2014

CATALUNYA ES COMO LA CENICIENTA PERO SIN PRINCIPE QUE LA QUIERA


Pocas veces una política de estado y el estado mismo se comporta de forma tan injusta y falsa cómo se comporta la política, los políticos nacionales españoles y el propio país español, con la identidad catalana, creo que tengo razón en afirmar que en el mundo occidental, no hay en ningún sitio una situación igual en que un estado y sus políticos, siembren y cultiven la semilla de la antipatía y casi el odio entre sus gobernados. Durante años y años en España, el centralismo del estado y de sus políticos ya sea en la dictadura pasada o en la democracia actual, opone sistemáticamente una discriminación feroz y casi visceral, frente al nacionalismo de una región, de momento española, como es Catalunya.

 
La situación que vive Catalunya en España me recuerda el cuento de la “Cenicienta” recuerdan – Erase una vez en tiempos muy lejanos había un gran señor (Reino de Aragón) que tenía una hija muy querida y hermosa a la que trataba como una princesa, (Catalunya) un día el gran señor se caso por interés con una gran dama (Castilla) con la idea de formar una familia mucho más fuerte y rica, cada uno de los contrayentes aporto al matrimonio riquezas e hijos pero como en el cuento, el Señor rico y poderoso falleció y la princesa su hija quedo al cuidado de su madrastra y esta se comporto como tal la arrincono en la cocina y la convirtió en sirvienta.

 
El cuento en la realidad no es tal cuento, ni hay hadas madrinas ni hay príncipes para bailar y enamorar en la realidad hay una nación dominadora que se afana en seguir utilizando a la figurada cenicienta como a una mala e ingrata hijastra y se apoya en unos fundamentos completamente falsos, pero muy bien hilvanados por la fuerza de la centralidad del estado, que domina con su poder a la opinión pública, con ello crea tendencias de opinión que falsean agrandando o minimizando hechos de la realidad de la relación entre las dos culturas, la española y la catalana, siendo la primera de estas falsedades el negar la propia existencia de una cultura catalana propia y más antigua que la propia nación española.

 
No es el problema que tengamos y usemos una lengua propia, no importa que nuestra forma de ver las cosas sea un tanto diferente, no tiene importancia que aquí se hayan prohibido las corridas de toros, etc., lo único que importa en realidad es que España no podría mantener su estatus económico en el contexto europeo, si por aquellas cosas de la vida, Catalunya se independizase económicamente y ya no digamos físicamente de España. Él y los gobiernos pasados y futuros saben o se dan cuenta rápidamente, que España no podría sostenerse sin Catalunya y por el contrario Catalunya si podría, no ya mantenerse, sino crecer enormememente sin España pegada a la espalda.

 
No sé que ganan la política y los gobiernos españoles que persisten en negar una evidencia hasta el extremo de llegar a oponer a casi toda la sociedad española, en contra de los catalanes, quienes junto con la comunidad de Madrid sostenemos mejor o peor a España entera. Esta es la realidad España, la imperial, la centralista, la conquistadora, aquella que fue “una grande y libre”, no puede soportar depender de una región, que se mantiene firme en unas creencias e identidad nacional diferente, que no asume como propia la nacionalidad global impuesta, y que a pesar de esta insumisión, no puede prescindir de su capacidad y fuerza económica, emprendedora, y nacionalista. Esto y no otras motivaciones son el verdadero “pecado” del nacionalismo catalán.

 
Y esta afirmación este planteamiento hay que refrendarlo con datos y para ello vamos a repasar la realidad de la economía española. Solo hay dos regiones que son en la actualidad contribuyentes natos al tesoro público español. Estas regiones son: Madrid, Catalunya, todas las demás, (excepto País Vasco y Navarra que todos sabemos van por libre) son receptoras, es decir pagan sus impuestos y luego el estado les devuelve más de lo que han pagado, con el fin de poder mantener su desarrollo cotidiano, es fácil pues de comprender que estas diferencias positivas, provienen en parte de los impuestos de estas dos regiones aportadoras netas.

 
Si me permiten pues la licencia, está claro que en realidad España económicamente hablando es Madrid y Cataluña, dado que ambas comunidades son casi parejas en cuanto a PIB y Habitantes, podemos decir hipotéticamente que cada una soporta media España. Y llegados aquí, está claro el porqué del problema que tiene España con la nacionalidad catalana ¿y si un día estos catalanes que no quieren ser españoles lo consiguen?, que haremos con nuestra España. Así se entiende todo no les parece, y se comprende porque solo se ataca al nacionalismo catalán. Catalunya paga y mucho y esto sí es importante esto no se puede perder.

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