Siguen las manipulaciones de todo tipo que pena que solo sirvan para perder el tiempo, según un articulo publicado por El Economista se intenta llevar la secesión catalana a los términos exclusivamente económicos es cierto que estos tienen una gran importancia en este asunto pero nunca me cansare de decir que hay otras cosas como la gobernabilidad en general la equidad social y la educación entre otros y por supuesto el sentimiento catalán.
El artículo mencionado comienza con la peregrina manipulación de una comparación que nadie aquí ha hecho: La pequeña Alemania, éste es el apelativo que se ha llegado a aplicar a Cataluña en los círculos que con más ardor defienden la independencia de esta comunidad autónoma. Aseguran quienes así hablan que si la región no es ya una réplica a escala del país que gobierna Ángela Merkel (en cuanto a crecimiento del PIB y a tasa de desempleo, especialmente) es debido a que el resto de España lastra su potencial.
Al igual que el sector público, tampoco el privado tendría que temer nada de un divorcio, dado que se encuentra más volcado hacia el exterior que hacia España y su verdadero músculo se ejercita con la exportación. Pues sí, esto es así Catalunya exporta más del 72% de la exportación exterior nacional, es evidente que si se refiere la exportación dentro o a España esta sí que podría peligrar pero en mi opinión esto es más una amenaza que una realidad. Sustituir todos los productos y suministros que el resto de España compra a Catalunya, supondría la suspensión momentánea de actividad de factorías industriales y el encarecimiento de muchos otros productos que deberían ser renegociados al exterior de España, así que en este caso mejor pensárselo dos veces.
Con todo, continúa el artículo, las cifras son tozudas y demuestran que hay otra realidad más allá de la lucha y los intereses políticos. Cabe hacer objeciones incluso en lo que respecta al tópico más extendido de que el sistema de financiación autonómica se ensaña con Cataluña y la perjudica mucho más que a cualquier otra comunidad autónoma. De ser así, sería un resultado más que paradójico, teniendo en cuenta que el actual método de reparto se gestó, en 2009, con el objetivo de ajustarlo al nuevo Estatuto de Autonomía que entonces se fraguaba en Barcelona. Y que parece que el autor ha olvidado que el finalmente aprobado por el TC no se parece en nada a lo que se refiere.
Además, la crisis lo ha alterado todo, y en los últimos trimestres Cataluña ha contraído una enorme dependencia con respecto a sistemas de ayuda, a escala de todo el Estado, como es el Fondo de Liquidez Autonómica. Otra interpretación muy torticera porque a Catalunya y a España les resulta favorable esta fórmula cosa que no otras “solidarias” autonomías han seguido, fíjense como funciona el FLA es un fondo creado para esto y que se constituye con los propios impuestos de las comunidades imponentes que solo son tres pero que por cifras relevantes son dos más las ayudas de rescates europeos recibidos de forma de créditos del BCE etc.
Esos fondos pues, son tan catalanes como españoles, pero resulta que cuando Catalunya los solicita tiene que pagar intereses al estado, así que primero ayuda a recaudarlos se los pasa al tesoro, y luego el tesoro se los presta a un interés medio del 4.25% si no recuerdo mal, con lo que el estado hace un buen negocio con beneficios que aplicara a otras autonomías, es decir Catalunya tiene doble imposición
Centrándonos en el sistema ordinario de financiación de las autonomías
los datos más recientes del Ministerio de Economía y Competitividad que por
cierto no tienen validez porque todavía no ha facilitado los datos de balanzas
fiscales, a pesar de casi jurar que lo haría este año, demuestran que dicha
paradoja no se ha dado, ya que a Cataluña le correspondieron 15.700 millones de
acuerdo con el modelo de reparto, mientras que su recaudación por impuestos se
situó en 27.000 millones. Es decir aquí ya hay 11,300 millones que no son
pocos.
El articulo
reconoce que es cierto que existe un déficit, pero notablemente más reducido
que aquél que es propio de Madrid, también sometida al mismo método de
distribución de régimen común. De acuerdo con la liquidación de 2011, la
comunidad que entonces presidía Esperanza Aguirre recaudó 66.000 millones de
euros, una cantidad muy alejada de los 11.400 millones que luego revertieron
sobre los madrileños. Si pero aquí faltaría aplicar el déficit de las autopistas
quebradas, de los fastos de las olimpiadas fallidas y las aportaciones extras
por capitalidad, con todo esto es un problema de Madrid y si ellos están contentos
pues por algo será.
Otros
informes oficiales también contribuyen a desmontar el mito de que Cataluña es
la gran perjudicada en el reparto de recursos y la más solidaria. Se trata de las tan famosas como polémicas
balanzas fiscales; de hecho, su publicación es políticamente tan delicada y
hiere tantas sensibilidades que no se han vuelto a dar a conocer desde 2009.
Fue la última de las 36 ocasiones en las que se ha hecho algo semejante en los
últimos 53 años. No se han hecho ni se harán precisamente porque dejarían en
evidencia que aquellos informes oficiales a que se refiere el artículo lo que harían
seria desmontar al gobierno de España.
Lo que el
entonces titular de Economía, Pedro Solbes, hizo público tiene la desventaja de
que se basaba en datos ya por entonces anticuados, propios de 2005, pero
contaba con la ventaja de que los cálculos se hicieron ateniéndose a dos
métodos de estimación diferentes para asegurar una mayor objetividad. De acuerdo con el primero de ellos, el llamado
de carga-beneficio, se atribuye a Cataluña un déficit equivalente al 6,5 por
ciento de su PIB; ese desequilibrio lo superan tanto las Islas Baleares, con un
7,5 por ciento y Madrid con un 9,1 por ciento del total de su riqueza.
Desde la
óptica del segundo método usado para calcular las balanzas fiscales,
identificado como de flujo monetario, el déficit en perjuicio de las cuentas
catalanas asciende al 8,7 por ciento del PIB, pero tampoco es el más abultado
desde este punto de vista, puesto que Baleares se coloca en cabeza con un
agujero notablemente más amplio: 14,2 por ciento del PIB. No se francamente que
valor tienen estas cifras que no sea puramente buscar tres pies al gato porque
ni son de fiar, ni sirven para comparar el 6,5% ó el 8,7% de déficit que se adjudica a Catalunya
es una cantidad tan enorme que no puede considerarse con la de Baleares solo en todo caso con Madrid pero
repito si Madrid así están contentos será por algo no les parece.
Además,
digan lo que digan las estadísticas todos los recursos son pocos, ya sean
propios o comunes, cuando una región tiene que hacer frente a un endeudamiento
tan abultado de su sector público como es propio de Cataluña. Es más, en caso de escisión, el nuevo Estado
nacería con una importante carga financiera bajo el brazo, puesto que en todo
divorcio hay que repartirse los derechos y las obligaciones, y la parte de la
deuda española total que correspondería a Cataluña puede ascender a 180.000
millones de euros, de acuerdo con los cálculos del catedrático de la
Universidad Autónoma de Barcelona Clemente Polo. Eso si el divorcio es amigable
lo cual está por ver, pero suponiendo que sí, esta deuda significaría una deuda
del 92% del PIB 8 puntos básicos por debajo de la española hoy.
No quiero
entrar en las deudas de empresas públicas y demás estructuras publicas porque
en caso de la independencia los conceptos de costes y de atribuciones ya se vería
como quedan. Y si lo que se quiere preguntar, si el muy dinámico sector
empresarial catalán sería capaz de compensar las rémoras, derivadas de su
Administración, con las que nacería el nuevo Estado catalán; de alguna manera
debería notarse que la riqueza catalana supone el 20 por ciento del total de
España les aseguro que si y que mejoraría porque el estado nuevo sería mucho más
pequeño que sufragar en muchos casos dos administraciones.
Habría caída de las
exportaciones, tampoco en
este caso la independencia tendría efectos neutrales, en la medida en que
"la secesión acabaría con el 50 por ciento de las ventas de bienes y
servicios catalanes a España", según estima el Instituto de Estudios
Económicos (IEE), el think tank dependiente de la patronal CEOE. Eso ya lo he
explicado antes esto es pura imaginación, la verdad empresarial y de los negocios
privados es otra muy distinta, si hay negocio y les aseguro que Catalunya los facilitaría
y mucho, las cosas no solo no deben caer sino que es posible que incluso
aumenten.
La tan traída
y llevada expulsión de la UE y/o la euro zona no es cierta Catalunya no está en
la UE por lo que no se la puede expulsar cuando sea un nuevo país entonces lo
que habrá que hacer será ver si se admite o no pero el hecho que por números de
PIB e industrialización etc. Catalunya seria contribuyente nato a la UE no cre
que hubiese ningún problema ni por España que sería advertida de la necesidad
de ser amigos y colaborar porque en España si hay muchas CCAA receptoras de
subvenciones de la UE.
En fin no le
den más vueltas no somos tontos ni imbéciles. Sí que sabemos lo que hacemos el
problema es al parecer por parte del gobierno y de los grupos de presión de España,
que si ven que sus beneficios se reducirían si les faltan 200.000 millones de
euros así de golpe y porrazo, no hay otra explicación. Si nos hemos vuelto
locos, si somos tontos, si no servimos para nada, si no somos solidarios en demasía,
si somos antiespañoles, porque absurda razón nos quieren convencer para que nos
quedemos es que esto cae por su propio peso.
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