Otra vez Margallo avisa a Catalunya de los
males que la independencia supondría a Catalunya, cuanto nos quieren que nos
avisan un día sí y otro también ya cansa, que nos la vamos a pegar, yo lo siento
pero no puedo creerlo, España no nos avisa amorosamente, lo que hace es
acosarnos, amenazarnos e intentar asustarnos, para que dejemos de pensar que
segregados estaríamos mejor, pero ya lo dije una vez y lo repito hoy “España no
me quieras tanto” ya nuestro amor se termino, ya no nos queremos el uno al
otro, la unión se rompió, la diferencia entre nosotros ahora es que los
catalanes queremos emprender otra vida, y tú no quieres que la vivamos ni
siquiera que lo intentemos.
La cuestión es porque actúas de esta
manera y encima casi orgullosamente, porque haciéndolo así es cuando pierdes la
razón, que te importa que perdamos la vida si es nuestra voluntad, a ti que más
te da, o es que mientes otra vez más como casi siempre lo has hecho con nosotros,
no será que eres tú la que perderías tu buena vida, si todo lo que representa
de fortaleza económica, industrial, comercial y de imagen que te aporta la
Catalunya se separa de ti. A ver si lo entiendes de una vez, tú problema no es
que Catalunya se estrelle si se va, sino que tú te estrellas si nos vamos,
porque si no, es de tontos que mientas, que acorrales, que traiciones, que
amenaces, que acoses, y que chantajees, a una sociedad que no pide nada más que
consultarse a sí misma si quiere ser una nación independiente.
La realidad incuestionable es que tienes
miedo a perder una parte de ti, que consideras tuya por derecho histórico y por
que representa mucho, muchísimo, para mantener tú economía y tú equilibrio
nacional, esto si lo puedo entender, pero esto no justifica el actuar con la
mala fe y las malas artes con que lo intentas evitar. Creo que lo noble, lo
grande, lo señor, seria que admitieses que en Catalunya sus habitantes
catalanes o no, manifestasen libremente su opinión en un referéndum oficial,
porque ten por seguro que uno de los dos se llevaría una sorpresa, y no tengo
nada claro en este momento quien sería el sorprendido, si España o Catalunya,
pero lo que es evidente es que si no aceptas el juego limpio y democrático,
siempre quedara la duda.
Una duda que aunque no quieras
entenderlo fortalece cada vez más la razón de la nación catalana, porque la
realidad es que tus amenazas son burdas, ruines, y poco nobles, y ante ellas
Catalunya solo opone paciencia, penas, y sufrimiento, porque estás haciendo
mucho daño a la sociedad civil que habita en Catalunya, ya sea catalana o no,
no es la forma más democrática y civilizada, la de “matar al perro para
terminar con la rabia” que es la postura que has planteado para enfrentarte al
problema.
Ningún argumento que eximen tus
servidores, se apoya ni en datos documentados, ni en razones democráticas
modernas, una y otra vez esgrimes la historia, la unidad, la constitución y al
estado, de la historia no nos vamos a ir siempre estaremos unidos a la historia
de una España que ha llegado hasta aquí, la unidad repito ya se ha roto, la
constitución ya no nos ampara, y el estado del que dices formamos parte nos
acosa, nos maltrata, y encima nos acusa de desleales, así no se puede
reconsiderar la situación de entendimiento por nuestra parte.
Pero es inútil, el ministro de Asuntos Exteriores, repite una y otra vez lo
que perderemos ni siquiera se para a pensar en lo que quizás ganaríamos ya no
pienso solo en lo económico es que no considera el sentimiento humano y no le
interesa en absoluto, cual es realmente este sentimiento de verdad, y repito lo
suyo no es amor hacia Catalunya, es miedo por lo que pueden perder, y lo
nuestro es ilusión por luchar por lo que podemos ganar, he aquí la diferencia
entre ambos.
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