El ministro Margallo, parece que ha enviado
un manual de instrucciones a todos los embajadores españoles en el mundo, con
el que intenta preparar las razones que deben de replicar cuando los posibles
interesados, otros políticos, periodistas, etc., les pregunten por qué causas
Catalunya está pidiendo su posible independencia de España, curioso que se
envié una guía de instrucciones de más de doscientas páginas elaborada en forma
de pregunta respuesta dedicada a
contrarrestar un problema que no existe (según Rajoy).
La sola confección de este folleto ya causa
estupor, cómo puede ser que un gobierno
pueda llenar doscientas páginas rebatiendo a su manera las posibles causas que les pueden argumentar, en alguna
entrevista recepción o coloquio, en otros países extranjeros, me he quedado de
piedra si el gobierno sabe que hay tanto que rebatir, es porque sabe que
Catalunya tiene tanto que protestar, entonces digo yo no sería mejor empezar
aquí en casa a rebatirlas.
Es evidente que el gobierno central de la nación, es el principal
instigador de esta situación, pues es evidente también que le sirve y mucho
para hacer pasar más desapercibidos sus enormes errores, políticos y de todo
índole, que se han acarreado durante años de gobiernos y gobernantes, sin
ningún sentido de estado, y amparadas en oposiciones políticas más desnudas
todavía de este sentido que deberían poseer todos los gobernantes y políticos.
No voy a decir que el nacionalismo catalán sea nuevo, o motivado por la
situación actual, pero si quiero hacer constar que cada vez es más profundo y
extenso en este todavía trozo de España, lo que quiero significar en este
artículo es la diferencia de contexto que encierra el nacionalismo catalán,
versus el nacionalismo español, sé que muchos lectores me negaran la mayor,
porque no sé por qué razón, los fervientes defensores de la unidad y de la
grandeza, que según ellos significa ser español, no quieren ser nacionalistas.
Es un contrasentido total, el nacionalismo es simplemente sentir en tu
interior el orgullo y el sentimiento de una nación: en unas definiciones del
diccionario se puede leer 1 Doctrina política que exalta en todos los aspectos la
personalidad nacional de un pueblo: 2 Movimiento político que defiende
la creación de un estado independiente y autónomo para un pueblo. 3 Apego
a la propia nación. Nada malo se esconde en esto salvo que se emplee como arma
subversiva en forma de doctrina imperialista y se intente imponer.
Es de suponer que el “códice” que Margallo ha entregado a sus embajadores alrededor
del mundo, debe estar lleno de “replicas” en contra de unas “razones” o
viceversa, según del lado en que se miren, lo cual significa muy a las claras que
hay una realidad discordante entre Catalunya y España, y que además la conoce
el estado español, de lo contrario como podrían llenar un libro con ellas. No puedo
entrar a juzgarlas entre otras cosas porque no conozco el contenido de ninguna,
pero si quiero resaltar que deben haber muchos puntos de discordia entre unos y
otros, lo cual no deja de dar sentido común a que haya llegado un momento en que
uno de los dos diga basta ya.
Con estas
medidas se demuestra una vez más que el gobierno español no sabe muy bien que postura
tomar y siempre va detrás de los acontecimientos como ahora, ha bastado que
desde Catalunya se exponga que se va a dar una cierta internacionalización al
problema, dada la imposibilidad legal negada una y otra vez por España, para
que los catalanes nos manifestemos en una consulta, sobre si se quiere o no
convertirse en un estado soberano y si es así en independiente, para que la
maquinaria de exteriores se ponga a enviar las razones en contra para ello, lo
cual repito, como casi siempre Margallo nos hace un gran favor por un lado,
porque lo internacionaliza él, y por otro porque reconocen que hay cientos de
razones a las que el gobierno español pretende darlas por falsas inequívocas o
ilusorias y el catalán todo lo contrario.
Estas son
las realidades de esta nación, realidades que la empequeñecen que la hacen
antipática, que la convierten en el hazmerreír de la comunidad internacional,
que ve que toda la grandeza que quiere mostrar al mundo, es papel mojado, que
no tiene solidez estructural, que sus diferencias internas son abismales, que
no sabe apoyar las culturas y las economías que tiene en su composición
territorial, que todo lo cifra a la imposición centralista nacional, en pocas
palabras, que quiere y no puede, porque esta es la consecuencia final. España
ha tirado y está tirando por la borda sus posibilidades, intentando quitar de
aquí para poner allá, despreciando conceptos muy queridos para unos, que
simplemente han juzgado inútiles y antipáticos para ellos, en fin han sembrado
Vientos de confrontación y ahora recogerán, me temo, tempestades de
indiferencia.
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