La Unión Europea insiste en estar en
crisis, económica, financiera, comercial, industrial, de democracia, de
integrismo, de terrorismo, de derechos humanos, etc. todo tiene cabida en la
definición de crisis. Pero por el contrario parece que no se está buscando la
manera de salir de la situación, es comodísimo estar en crisis, sobre todo para
los políticos y gobiernos la mala situación económica y social en que han
envuelto a la sociedad civil les facilita sobremanera toda clase de excusas
para rehuir toda responsabilidad, en realidad si somos observadores veríamos
que podríamos estar solos sin ningún tipo de gobierno para mantenernos,
simplemente usando el sentido común, porque la verdad es que ningún gobierno
tiene la más mínima intención de terminar con las crisis
Al principio de la crisis parecía
plausible pensar en un punto de inicio digamos oficial como cuando un bosque se
quema que primero se inicia con una
pequeña chispa y poco a poco arden hectáreas llevándose de por medio bienes
patrimonios y vidas incluso. Digamos que el inicio del incendio, la crisis de
confianza sobre la economía empezó por la burbuja financiera de los EEUU, está
claro que la desconfianza y el daño que dicha burbuja causo en las economías
emergentes, las hizo ponerse en guardia, máxime cuando se dieron cuenta de que
la estafa americana, en realidad era a ellos a los que perjudicaba, puesto que
son los poseedores de la deuda de los EEUU y les podía frenar su expansión.
Esta explosión de desconfianza hizo
saltar la chispa del incendio que por medio de los mercados internacionales, prendió
en Europa como siempre desunida y a contra corriente, y de un problema sin
importancia como era la deuda griega, en relación a su porcentaje sobre la
economía global del euro grupo, se magnifico a extremos increíbles y absurdos,
hasta convencernos a los propios europeos que estamos perdidos y arruinados, la
conveniencia para los mercados culpables de la situación que esto continuase
siendo así, y la desunión cada vez más palpable de los países de la Zona Euro,
han hecho el resto.
El momento decisivo para salir de la
crisis que hace ya seis años que empezó y cuatro años que se propagó virulentamente
en Europa, debería de estar próximo pero no es así, tras una primera actuación
de los bomberos el fuego se ralentiza pero no hay quien lo apague, la euro zona
desde Bruselas han prometido no sé cuantas veces dar los detalles de un plan
para detener la expansión de la crisis, proteger a los bancos de Europa, y a la
economía mundial en general. Es absurda esta promesa, tanto por los que la hacen,
como por los que la aceptan.
Desde luego si alguien puede pensar
en soluciones a esta situación no me parece que pueda ser Europa, nuestra
realidad política y económica es singular y se mueve por etapas, tantas como
países forman la unión monetaria, ahora nos toca estar parados a la espera de
que pasara con Francia y sobre todo con la ya segura contaminación de la
economía alemana, cuando se confirmen,
habrá que volver a parar, y ver que queda de España e Italia, entre tanto el
incendio prosigue su marcha devastadora aunque se vayan poniendo “corta fuegos”
de miles de millones de euros, curioso nombre han utilizado los economistas
para la nominación de los fondos de rescate de las economías abrasadas de los
diferentes países de la euro zona.
El insistir en la crisis económica
es una cuestión que no termino de entender, el mundo no tiene una crisis
económica, lo he dicho y lo repetiré cuantas veces haga falta, el mundo tiene
una crisis estructural y política clarísima, por el hecho indiscutible que los
equilibrios sociales de las civilizaciones existentes hasta hace unos años, han
dado un vuelco espectacular, lo han hecho con una velocidad que la humanidad no
puede asimilarlos ni casi entenderlos, y una cosa que no se entiende no se
puede corregir, primero habrá que aprender y comprender que está pasando, y
luego ver de arreglar los desfases que se hayan podido producir.
El porqué de esta nueva situación
mundial sería muy largo de explicar y creo que ya lo he mencionado en otros
artículos anteriores, pero lo que sí quiero reflejar hoy es que la sociedad
occidental, debe darse cuenta de que se está quedando en un plano de
inferioridad de tal envergadura, que o reaccionamos ya, o acabaremos todos
arruinados, porque las cosas van a tal velocidad, que no hay tiempo para juegos
estratégicos entre los socios europeos.
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