jueves, 8 de diciembre de 2011

LA SOCIEDAD EUROPEA QUIERE EXPLOTAR



La inoperancia, la ceguera, la avaricia, la individualidad, y la ineptitud y el desanimo se ha apoderado de la sociedad occidental, y hablo de la economía y de la sociedad civil y la política en general, creo sinceramente que se han cruzado todas las líneas rojas que las circunstancias pueden haber puesto en el camino de la supervivencia, el orden y la continuidad de nuestra sociedad actual. Estoy seguro que estamos asistiendo atónitos a lo que en su tiempo vivieron las sociedades, etrusca, egipcia, griega, romana, yo creo que nunca habíamos visto lo que estamos viviendo en estos momentos, lo hemos estudiado en los libros pero vivir la destrucción de tu mundo nunca hasta hoy, porque no es comparable vivir la destrucción de una guerra a lo que nos está pasando, en las guerras se destruyen vidas y cosas materiales, pero no la sociedad, porque esta está luchando por sí misma, para prevalecer sobre algo o alguien que la ataco de una forma u otra, pero sabe que cuando derrote al enemigo saldrá más fuerte que antes .

Ante nuestros propios ojos, ampliados además por los medios de comunicación que hoy disponemos, estamos viendo impotentes como una sociedad que ha sido continuación de las civilizaciones antes mencionadas, y que hasta nuestros días ha sido motor de la evolución, y la sabiduría, poniéndolas ambas  al alcance de la humanidad, dándole libertades y un estado de vida muy por encima de las expectativas humanas de hace tan solo 100 años se derrumba por completo atacada por un enemigo etéreo inmaterial, y que además ha sido creado por si misma, el cual la va a  devorar sin contemplaciones y sin poder poner remedio alguno.

Es escalofriante ver como todos los actores de la tragicomedia, están actuando unos contra los otros, no hay ningún saliente a que podamos asirnos en la fina y vertical roca desde la que resbalamos despeñados hacia un final de vértigo. La sociedad no entiende a sus gobernantes, los gobernantes no entienden a sus sociedades, la economía no quiere ver cegada por su ambición, que se dirige hacia su propia muerte, que va emparejada a la situación en que ha colocado a la propia sociedad de la que depende. No hay ya solución porque es imposible recomponer la confianza, el sentido de sociedad, la seguridad, el deber, el orgullo, la sensación de sentir todo ello quedara estrellada contra el fondo del abismo al que nos lleva.

Aunque se llegase a salvar la parte inmaterial que nos ha empujado, es decir la economía solo sería un espejismo de unos pocos días, tras los cuales la falta ya absoluta de valores y principios sociales nos devolverían a la misma situación de muerte material y social. Por mucho que se salve el euro, ya no se salvará el desasosiego de la sociedad, que palpa que se acaba su entorno, aquello que la sustentaba, que la daba fuerzas para vivir, para formar una nueva familia, para luchar desinteresadamente por otras sociedades más desaventajadas que la nuestra, ofreciéndoles desinteresadamente algunos de sus valores, unos materiales como dinero, otros inmateriales pero quizás mas valiosos como su tiempo, o sus conocimientos, todo eso se acabo porque ahora gracias a la absurda falta de unidad entre nuestra sociedad, esto que ofrecíamos desinteresadamente se nos negara a nosotros mismos y deberemos de encerrarnos en nuestros entornos a defendernos de los males que como plagas nos vendrán encima.

Después de lo que está pasando, alguien creerá otra vez en su vecino, en su político, en la política, en la democracia, en la gobernabilidad, en Europa, en la Unión Europea, en su país, en su región. Si por un supuesto mañana nos trataran de decir que todo está arreglado, alguien de nosotros lo creerá,  la ilusión seria hacerlo como no, pero veríamos rápidamente, como empezarían las criticas, la exposición de dudas, la negación de verdades objetivas, la crítica feroz, a lo que yo no impuse, al yo en esta situación no juego, ya no hay reacción positiva posible, habrá que conformarse con la destrucción de nuestra forma de vida, llegar al fondo del vacío porque todavía no hemos llegado, nos queda lo peor, porque hoy lo intuimos pero mañana lo viviremos en nuestras propias vidas, y a partir de aquí no sé donde nos llevaran igual nuestro camino será el de reprender el ciclo otra vez pero cuanto tiempo tardaremos y cuántas vidas pasaran en la oscuridad, solo alumbradas por las crónicas escritas en los libros de historia de la humanidad. “Había una vez hace mucho, mucho tiempo ...”

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