lunes, 2 de diciembre de 2013

LOS CORSARIOS ANGLOSAJONES NOS ATACAN DE NUEVO TIENEN TODO A SU FAVOR, LA UE NO REACCIONA


Al principio de la crisis de la eurozona, era habitual que un primer ministro o un responsable de finanzas, llevado por el pánico, declarase que su país no era como otro –en especial como Grecia–. Pero los escaqueos y mentiras políticas no sirvieron de mucho para evitar la propagación de la crisis. Pero ahora que el contagio ha contaminado toda la eurozona, esas declaraciones siguen teniendo cierto peso: cada país afronta sus propios problemas internos intentando diferenciarse de los demás, en lugar que hacer todo lo contrario que sería la única y eficaz solución al desmoronamiento de la economía del euro.

Ese es el peligro que puede extraerse de los últimos cambios anunciados el viernes por Standard & Poor’s en sus ratings. Las decisiones en torno a las valoraciones ya no están motivadas por problemas institucionales generalizados en la eurozona, como sucedió en enero de 2012, cuando S&P revisó 16 naciones de la región y rebajó la calificación de nueve de ellas. Pero no crean que esto es ir a mejor, S&P no cree que la crisis de la eurozona haya terminado. Sino que  está adoptando una perspectiva más diferenciada y eso no lo duden complicará mucho más su resolución si es que llega alguna vez.

Por ejemplo, Chipre es la mayor sorpresa en este sentido, ya que ha obtenido una mejora a B- sólo unos meses después de su desordenado rescate. La economía está demostrando una resistencia mayor de lo que muchos pensaban: S&P prevé ahora una contracción del 8% del PIB este año en lugar del 14% que vaticinaba en julio. El Gobierno está obteniendo críticas favorables de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional. Ya lo ven resulta que después del desconcierto y del prácticamente el ahí te quedas del principio ahora se arregla sola pero esto tiene trampa en forma de recursos petrolíferos ya que existe la posibilidad de que nuevos descubrimientos de hidrocarburos en el fondo del mar puedan mejorar las perspectivas de su PIB. Aunque esto dependerá de las relaciones con Turquía.

España, por su parte, sigue obteniendo el respaldo a las medidas que ha tomado para reformar su economía: S&P mejoró su perspectiva de negativa a estable. Es un paso importante teniendo en cuenta que tiene un rating BBB-, justo en el límite del estatus de grado de inversión; los bonos españoles obtuvieron buenos resultados el viernes. España tiene que hacer progresos con las reformas estructurales, la reducción del déficit y el des apalancamiento para que su calificación siga mejorando, pero es evidente que aunque progresa en la dirección correcta, no vamos a encontrar petróleo salvo que se decidan a hacerlo en las aguas Canarias ni tampoco vamos a rebajar el desempleo si no es con la ayuda de toda la economía europea.

Holanda, es ahora la que mas padece el descontrol del euro, ya que su rating ha caído a AA+ desde AAA. Esto no tiene mucha importancia para los mercados de deuda, y los bonos holandeses apenas se mueven. Pero el problema al que se enfrenta el país es también de carácter propio: el elevado apalancamiento de los hogares y el crecimiento del desempleo limitan el consumo aunque, el coste de la deuda sigue bajo, la rebaja de S&P refleja el descenso a largo plazo del potencial de crecimiento.

S&P asegura que el rating total de la eurozona, basado en las calificaciones de sus miembros valoradas por el PIB, se situaría entre AA- y A+. En realidad, las calificaciones oscilan entre la AAA de Alemania, Finlandia y Luxemburgo a la B- de Grecia y Chipre; sólo el rating de la pequeña Estonia encaja con la media de la eurozona, habría que ver la posibilidad de que otra pequeña nación me refiero a Catalunya podría perfectamente situarse en la media europea como Estonia.
Estas divergencias suponen un quebradero de cabeza para la euro región, y sobre todo para el Banco Central Europeo y su política monetaria común a todos los miembros. Sin embargo, los remedios a este problema dicen desde el BCE están en el capital de cada país. Los verdaderos cambios se producirán a nivel nacional. Y mientras la UE piense así esto no tiene solución sino todo lo contrario, cada vez hay mas devaluaciones de calificación crediticia, eso indica que las cosas por separado no se arreglan y demuestran también que la euro zona, no es la Unión Europea, sino un conglomerado de países sin ningún control que se limitan a pagar y cobrar en euros hecho que de seguir así le auguro un relativo poco tiempo de vida.



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