Como han podido
comprobar he vuelto de vacaciones pocas vacaciones pero suficientes, verán he
estado por algunos lugares de España y he vivido una experiencia sentimental
que quisiera compartir con ustedes. Verán me ha parecido que cuan do mis
conocidos a los que visitaba me presentaban a su círculo de amistades, me convertía
en el centro de la conversación o de la reunión como prefieran la razón simple era
“el Catalan” y esto hoy tal y como están las cosas en España es una ventaja
porque no sé muy bien porque pero te sitúa en una posición extraña es como si
fueses ya de otra nacionalidad.
Es muy curioso pero he
llegado a la conclusión que la gente de España la que no está presionada por
una excesiva politización o por un sentido patriótico exacerbado ya cuentan con
que no vamos a seguir en España y lo cierto es que incluso me parece que les parece
muy bien, es como si les fuesen a sacar una muela que les molesta, y casi te
animan a seguir con nuestra idea, en el fondo es porque les suenan las patrañas
que de Catalunya se cuentan por ahí y ante eso prefieren que nos vayamos, nadie
les ha contado lo que le pasaría a España si de verdad nos fuésemos.
Bien será por todo eso o porque por algo hay que empezar a restablecer mis artículos
diarios hoy saco a relucir el tema catalán junto o unido al tema Jordi Pujol, el ex presidente
de la Generalitat se ha
dejado ver de nuevo estos días y ayer sábado en Queralbs (Ripollès), donde está pasando las
vacaciones, pero ha eludido responder a mas preguntas de los periodistas:
"Yo no me escondo, pero no se trata de hacer declaraciones cada dos por
tres". Pujol, ha eludido
responder a si se está preparando para la citación que recibió este viernes de
la hacienda y para el requerimiento de la jueza de Barcelona que instruye la
denuncia de Manos Limpias por ocultar durante 34 años cuentas millonarias en el
extranjero.
Posteriormente, el
Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) informó de que la magistrada
del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, que instruye las diligencias
abiertas a Jordi Pujol y
a su esposa Marta Ferrusola por
la ocultación de una fortuna en el extranjero, le requirió que aporte el
testamento de su padre y la aceptación de la herencia por su parte y por la de
su mujer. La verdad es que todo esto me parece un tanto extraño, aunque quizás me
extralimite porque mis conocimientos legales no son mi especialidad pero creo
que existe un archivo de últimas voluntades al cual el juez o magistrado
competente podría pedir su aportación del testamento en cuestión, porque si no fuese
así, cualquiera podría reproducir un testamento en los términos que le interesen.
Bien fuese como fuese
hay que esperar que Pujol guarde este testamento que reflejara no lo duden lo
que Pujol ha confesado (sino para que hacerlo) la cuestión que a mí me asalta día
tras día es porque ha habido tal confesión es aparentemente absurdo por muchas
vueltas que le doy no alcanzo a ver una razón que justifique este maremoto, a Jordi
Pujol ni le va ni le viene su edad le deja fuera de toda causa penal nadie le había
acusado de nada esta herencia no afecta a sus hijos que si están encausados en
diversas causas de presuntos delitos económicos pero que tras ya varios años
ninguno está ni condenado ni ningún delito confirmado, salvo que en España lo
sea ser rico y espabilado pero que creo que no es eso porque por ahí van
libremente los Srs Botin , Rato, entre otros.
Resumiendo creo que Jordi
Pujol está haciendo el último trabajo político para Catalunya que no es otro
que “marear la perdiz” o como también se dice en términos más taurinos y castellanos “cambiar de tercio” creo que las
tremendas ganas que el gobierno y la oligarquía española tiene a que el proceso
catalán se estrelle, Pujol les ha puesto delante una enorme roca de arenas
movedizas para que se metan contra ella
y se queden unidos en ella mientras las cosas avanzan por otros lados, la presión
que se ha levantado con el caso Pujol en contra de lo que creen los españoles
no afecta al proceso catalán es lo mismo que el caso Bárcenas al PP mucho ruido
y pocas nueces.
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