sábado, 1 de agosto de 2015

LA ECONOMIA EUROPEA PUEDE CAERSE DE GOLPE



Entre  2009 y 2012, la Eurozona y el Euro estuvieron al borde del colapso. El problema lo destapo la situación real de la economía griega, pero en realidad el peligro de colapso no sólo fue por Grecia. Hubo momentos en los que las deudas de países como España o Italia no aparecían en las pantallas de los operadores porque no había mercado para ellas. Estábamos en quiebra técnica. En aquellos años, con la prima de riesgo por encima de los 600 puntos, todas las miradas estaban centradas en los bonos soberanos y en cómo los mercados de deuda podían acabar con el experimento de la moneda única.

Por supuesto que en las cancillerías europeas esto es una  conclusión que no se acepta. Se ha salido de la crisis de deuda y punto. No hay incertidumbres acerca del futuro de la moneda única. Pero los riesgos para el euro no sólo no se han evaporado, según desde qué ángulo miremos, podríamos convenir en que son aún mayores. La pregunta es si esta vez, como hace dos años, los políticos europeos serán capaces de evitarlos. La clave de este nuevo análisis ya no está en la deuda pública, sino en la recesión y en sus efectos, sobre la economía y también sobre la política económica y social europea.

Es evidente que ningún político nacional acepta ante la sociedad que la realidad económica europea está a punto de caer, porque esto es tanto como decir que los políticos están siguiendo unas soluciones erróneas y que no llevan a ninguna parte a las economías nacionales, con lo que la sociedad no aceptaría seguir sacrificándose por ello, pero hay que considerar algo evidente: el euro está en peligro entre otras cosas, porque hay una serie de políticos europeos con posibilidades de gobernar, que aseguran que no les temblaría el pulso si hay que sacar a sus países de la moneda única si llegan al poder.

Que quiere decir esto, pues sencillamente que muchos políticos saben que no podrían gobernar con una economía basada en un monstruo insaciable llamado EURO, un monstruo que se hace pagar a 1.10 dólares, es decir que obliga a “pagar más para ser más pobre” es una realidad que no tiene justificación alguna, mis lectores ya hace meses que me lo ven escrito una y otra vez

PODEMOS en España, Syriza en Grecia, el Frente Nacional en Francia, o el Movimiento Cinco Estrellas en Italia tienen muchos puntos en común. Y quizás el más importante es su apuesta por recuperar la política monetaria para sus gobiernos, con la consecuente salida del euro y del control del BCE. Evidentemente si esto llega no es solo la caída del euro es el final de la Unión Europea cosa que también estoy repitiendo una y otra vez.

Yo no sé definir si es problema es que el euro ha hundido las economías de más de media Europa, o es que las economías de la Unión Europea no pueden sostener el euro debido a sus desigualdades reales, la cuestión es que sea como sea, el orden de las causas, el resultado es el mismo, no se puede mantener ni el EURO ni la UNION EUROPEA en las condiciones políticas y económicas actuales.

Se puede pensar que quizá ninguno de los partidos políticos antes mencionados llegaran al poder, pero hay que considerar  que algunos tienen posibilidades por ejemplo, PODEMOS que en España sigue siendo la tercera fuerza para el CIS, pero esta encuesta está muy desenfocada, porque todos sabemos cómo funcionan las agencias oficiales, siempre al servicio del partido gobernante, la realidad es que si hoy se hiciesen elecciones en España yo estoy seguro que PODEMOS gobernaría porque la sociedad esta que no puede más.

Marine Le Pen tendría pocas opciones en Francia, yo no veo a este país cuna de la revolución votando por la derecha, en Italia las huestes de Beppe Grillo no consiguen poner seriedad en su política y no son fiables, sólo Syriza y Alexis Tsipras, en Grecia, llegaron al Gobierno, y ya ven como le Europa del euro se lo está haciendo pagar. Pero cuidado, hablamos de cuatro países y cuatro situaciones diferentes. Sólo con que uno de ellos ganase, el terremoto se sentiría en toda la Eurozona y más allá  porque además se uniría inmediatamente el Reino Unido.

La situación asusta por sí misma, pero si le añadimos un crecimiento real de la sociedad nulo o negativo en muchos casos, pueden dispararse los peores temores de los inversores, esos que se creían ya olvidados. Cómo financiarán estos enormes números rojos estos países si ni siquiera son capaces de crecer, porque una cosa es poder pagar los intereses de las deudas gracias a los sacrificios cada vez más duros de la sociedad  y otra muy distinta crecer aunque sea un poco. Por ahora, los mercados de deuda parecen tranquilos y las primas de riesgo de los periféricos parecen más o menos controladas. Pero nadie sabe si no puede haber una chispa que inicie la estampida.

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