sábado, 4 de febrero de 2012

UNA REFORMA FINANCIERA O UN CAMUFLAJE DE DEUDA INMOBILIARIA


Ya comente ayer que la reforma financiera aprobada por el consejo de ministros, me parecía más una tapadera que una reforma, hoy tras analizar los datos y comentarios  escritos en los medios económicos y periodísticos nacionales, me confirmo en mi sensación, la realidad es que no se ha hecho una reforma financiera, lo que se ha hecho es un ejercicio de ingeniería financiera para tapar la realidad de un desastre de deuda acumulada durante años,  dándole una forma de ajuste financiero para que suene mejor y presente frente a la opinión pública, una imagen de reacción punitiva contra los malos gestores que nos han traído hasta la situación de descalabro económico en que nos encontramos.

Una reforma financiera, debería ser algo que hubiese sentado nuevas normas de actuación para la llevar a cabo la gestión de las finanzas en España, marcando y reglando, nuevas formas de actuación a la banca, al control de las inversiones públicas, reglas de fijación de intereses al capital, reglas para concesión de créditos al consumo y a la industria, y sobre todo una regla para que nunca más se pudiese desbocar un sector como se desboco el inmobiliario, al que se le concedieron todos los recursos económicos nacionales en forma de créditos, con la ilusión errónea de que multiplicaríamos por no sé cuantas veces el capital que se movilizo.

La banca ciertamente en este caso, peco de ceguera avariciosa, porque nadie en su sano juicio pone todos los huevos en el mismo cesto, y la banca lo hizo, lo malo es que los huevos eran los míos y los de todos los españoles, el gobierno, el Banco de España, el ministerio de economía y hacienda, el de industria, nadie lo vio o no lo quiso ver, pero la realidad es esta todo la economía española se dirigió al pelotazo inmobiliario, y esta pelota sigue hoy en día botando y botando  sin que nadie pueda pararla, y a cada bote va dañando la frágil estabilidad de la economía española.

Por esta razón el PP ha creado dos ministerios de economía, uno para que gobierne los recursos financieros reales, es decir el ministerio de hacienda que trabajará con la dura realidad, los impuestos y los gastos del estado, dicho de otro modo el gestor del presupuesto nacional. Y el otro, el ministerio de economía y competitividad  cuya misión es camuflar con la aplicación de trampas y malabares fiscales, las deudas que nos hunden al pozo de la economía comunitaria.

La primera actuación de este ministerio, es esta reforma que consiste en cambiar de nombre la deuda acumulada en la banca española, pasándola de deuda basura a: Provisiones especiales de garantía de capital base, renovado y agrupado en fases de concentración financiera entre entidades de menor cuantía, equivalentes a la importancia del capital suscrito en la formación de entidades unificadas dependientes del FROB, y de los variables acumulados durante los efectos móviles de la economía española. Total seguimos con 170,000 millones incobrables pero ya nadie sabe donde están.

Para que haya un aspecto palpable y que contente a la sociedad, lo único que entendemos realmente es que se les quitan los astronómicos sueldos a fatuos e incompetentes  gestores de la banca, que encima de llevarnos a la ruina nacional parte de esta ruina esta en sus bolsillos o en paraísos fiscales vaya usted a saber, me parece la única buena reforma que esta ley aprobada ayer lleva consigo, la lástima es que no sea retroactiva, y obligue además a devolver todo lo presuntamente robado en forma de sueldos bonos y demás artimañas contables, realizadas durante los últimos cinco años por lo menos.

Lo que me preocupa ahora es que toda esta movida demagógica, no va a proporcionar ningún puesto de trabajo, sino todo lo contrario, con lo cual todavía me cabrea mas la tapadera que el PP está poniendo encima de la inmundicia de deuda y desequilibrio de la economía española, lo único que les salva, es que en estos momentos no se les puede responsabilizar directamente de este desaguisado, pero esto no les va a durar mucho porque ya no pueden entretenerse en cambiar de nombre y de sitio las cosas malas que heredaron ya tienen que empezar a crear nuevas soluciones y nuevos elementos para empezar a reactivar la economía real.

Creo que la reforma que estamos comentando no va a proporcionar ni crédito, ni empleo, al contrario, las restructuraciones bancarias producirán más desempleo clarísimo, y a mí se me ocurre una idea, verán reconocida ya la incobrabilidad de las deudas inmobiliarias, ahora se van a provisionar y se van a encontrar los bancos en disposición de casi vender los activos inmobiliarios a precios de ocasión porque indirectamente tendrán los recursos económicos en sus cajas fuertes, bien procedentes de créditos del FROB o por sus provisiones internas etc. Pero mientras no haya reactivación, estos activos no se pondrán al mercado, porque la venta de los inmuebles que los forman no se activara, ya que cada vez habrá menos gente capaz de obtener una hipoteca, con la que ir absorbiendo activos y por consecuencia liberando provisiones económicas atrapadas en los bancos.

Esta situación puede durar como vulgarmente se dice “los años de Cristo”, dicho mas científicamente un tiempo indefinido, y que no depende solo de España, sino de la reactivación europea. Mi reflexión es la siguiente: si está claro que el problema de España es la deuda inmobiliaria, el desempleo, y los déficits presupuestarios, pero no la deuda soberana que es de las más bajas de Europa, porque no hacemos un autentico “Plan De Desarrollo” al estilo de los realizados en España allá por los años 1965/75   y los financiamos con deuda pública, eso si presentando un autentico estudio de viabilidad y objetivos claros a la comisión europea que lo autorice, yo creo que se puede justificar, que controlados los bancos y sus deudas inconcretas hasta ahora, y controlados los presupuestos, España tiene capacidad de endeudamiento en los mercados de deuda, para obtener financiación para llevar a cabo un autentico Plan de Desarrollo industrial, tendente a absorber la última y más dura de las plagas que padecemos el desempleo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario