-No solo de economía vive la humanidad- decía hace
unos días en uno de mis artículos y creo que hoy es un día adecuado para
incidir en esta frase, hoy han sucedido tres desagradables hechos que no
debemos dejarlos caer en saco roto, uno es que Irán ha empezado a suspender el
suministro de petróleo a los países europeos que se muestren mas beligerantes
en la aplicación de las sanciones contra su escalada nuclear. Otro que Siria ha
bombardeado a su propio pueblo sin ninguna clase de piedad ni de caridad
humana. Y por ultimo Rusia y China han vetado en la ONU votando en contra de
todo el mundo más o menos civilizado, cualquier acuerdo de sanción al país que
impone el orden absolutista a golpe de muertos 200 según las crónicas.
Parece que dos de los hechos el bombardeo en Siria y
el veto de Rusia y China en la ONU tengan correlación y el otro no, pero no se
dejen engañar ambos tres sucesos forman parte del juego de estrategias, que se está
jugando sobre el tablero que denominamos
el planeta tierra. Hay varios jugadores y también varias estrategias, el
destino final del juego es dominar el tablero está claro, para ello se juega
con varias fichas: con la economía, con el terrorismo, con la emigración, con
las mini revoluciones, con el petróleo, con el clima, con la religión, con la geografía,
y con la demografía.
De momento la partida tiene un claro posicionamiento,
todos los jugadores y todas la estrategias están orientadas en contra de la
sociedad occidental, puede ser que sea lo lógico ya que hasta hace poco el
mundo, el planeta tierra, estaba dominado por completo por la iniciativa y el
poder occidental, al que ninguna otra sociedad, religión, o etnia podía oponerse,
por lo que no es de extrañar que ahora que tontamente, egoístamente, hemos favorecido
la posibilidad de cambio de turno del juego, todos los jugadores restantes
sientan la necesidad de jugar contra nosotros.
Pero esto ni es justo, ni es razonable, aunque si es
real, así las cosas occidente sobre todo Europa, por supuesto como cuna de esta
civilización, está sufriendo los ataques perfectamente estructurados y ordenados
por cada uno de los restantes jugadores, y la única ventaja que tenemos y que
nos permite seguir vivos y coleando, es que no han decidido unirse entre sí para
derrotarnos definitivamente, esta situación estratégica, no la aplican porque
entre ellos tampoco tienen muy claro que papel jugara cada jugador en el hipotético
final de la partida, solo por esta razón, no hemos sufrido ya el ataque o la
estocada definitiva pero no lo duden llegará.
Esta composición de la partida, nos proporciona dos
claras visiones del juego, una es buena y otra mala. Nuestros enemigos no son
amigos entre sí, esta es la buena, pero no se atacan entre ellos porque su
objetivo es occidente, esta es la mala, ante esta situación y posicionamiento
de la partida, no nos queda otra alternativa que intentar metafóricamente girar
el tablero, de forma que las escaramuzas dejen de tener solo un único sentido,
nosotros, para intentar que se dirijan hacia otras direcciones y jugadores
porque si no lo hacemos estamos condenados irremediablemente.
Como hacerlo, mi estrategia consistiría en cerrarnos
más exclusivamente sobre nuestro mundo y cultura, y dar la mayoría de edad
definitiva al resto de jugadores dejando que sus problemas los resuelvan ellos
por si mismos, al igual que en su
momento hicimos nosotros, no podemos seguir siendo ni policías ni salvadores de
nadie, y menos de los que estudiadamente no quieren salvarse, porque así usan sus
propias desigualdades creadas y mantenidas por su propia voluntad y a sabiendas,
precisamente para eso, para que nos entrometamos y con ello ya tienen una causa
que bien manipulada se gira en contra nuestra, dándoles irrefutablemente la razón
de que los malos somos nosotros.
A nosotros se nos acusa de insolidarios, y las ONG son
occidentales. De racistas y en nuestras
sociedades están viviendo con los mismos derechos que nosotros todas las razas
y religiones del planeta. De agresivos imperialistas invasores, y hace ya más
de 80 años que nos vapulean en cada guerra que participamos, para intentar
salvar a quienes no quieren ser salvados, y nos echan con gran alborozo para
poder seguir matándose entre ellos. Nos acusan de especuladores y nos están arruinando
con sus estratagemas para subir los precios del petróleo, con invadirnos con
sus productos malos pero baratísimos, con el acopio de las deudas soberanas,
principalmente la de EEUU, nos compran hasta los equipos de futbol. En fin no
sigo porque prefiero que cada uno de mis lectores piense en todo esto.
En definitiva, debemos los occidentales mostrar al
resto de jugadores que las riquezas, el trabajo, la prosperidad, allá donde
deben mirar si quieren un nuevo futuro y ayudas a su supervivencia, ya no están
en occidente, sino que tienen que ir a buscarlas hacia oriente. Y si no los
admiten y si no les abren la puerta como hemos hecho aquí, que no se extrañen que
aquí también las cerremos, porque en el mundo occidental ya no caben más, en España
se dice - De fuera vendrán que de casa te echaran - y si no ponemos remedio
esto será una realidad.
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