Alguien ha notado que el 24% de las personas
productivas no están funcionando, Eso es
correcto. Casi una de cada cuatro personas en edad de producir de este país
está cobrando el desempleo, o nada, estas dicho más duramente están en
situación de exclusión social, esto es un problema de mucho cuidado, porque si
este dato que e reflejado resulta violento, verán ahora cuando lo traduzca a
números sociales. Si damos por bueno que detrás de cada desempleado hay un
promedio de 3 unidades familiares, resulta que la situación de desempleo en
España margina a 15.000.000 de personas, es decir al 32% de la población
nacional, que se ven obligados a integrarse
en la economía sumergida, o donde sea y como sea, España tiene en peligro de exclusión social un tercio de su sociedad.
Y entre tanto el gobierno está recortando presupuestos
y gastos porque no puede sostenerlos, los bancos almacenando dinero y deuda del
estado, las empresas sin pedidos, y el consumo no existe, y lo peor es que mientras tanto Europa tampoco
está arreglando nada. Estamos en peligro
de poner en riesgo a mas de dos generaciones
de españoles, si lo están leyendo bien ya son dos abocadas al desempleo crónico,
especialmente los hombres y mujeres jóvenes y mayores de 50 años, y
nuestros legisladores no pueden ver más
allá del problema de la deuda y el déficit presupuestario. Y no estoy seguro de
que ni siquiera miren más allá.
El PP y su gobierno ni siquiera han demostrado su preocupación
por lo que representa en pérdidas económicas sobre el presupuesto nacional solo parece que
lo planteen desde el punto social y político, pero no es si se trata de gastos
millonarios e insoportables para el país. Así hoy en día el pesado y peligroso
drama de la deuda, queda aumentado y se desarrolla rápidamente con los costes
del desempleo, los líderes políticos y sus respectivas políticas partidistas.
Son incapaces de enfrentar el hecho de que más de 5 millones de temibles
trabajadores, que han caído en la categoría de desempleados, llevan años en
situación extra laboral. Qué futuro nos queda, la quiebra no hay otra, ni deuda
ni default ni nada, es la decadencia pura y dura de los valores de la sociedad.
No es nada agradable tratar este tema en estos
términos tan duros. Pero no puedo dejar esto así debo insistir en que las cosas
se están poniendo muy feas para todos, y por culpa nuestra, no hay que darle
vueltas el bienestar pasado nos está matando,
la humanidad no está hecha para vivir holgazaneando, parece ser que
debemos tener por que luchar, si la sociedad nos lo da todo lo estropeamos.
Como así ha sido, hemos estropeado el equilibrio demográfico y como
consecuencia el económico de nuestro país, yo se que suena mal pero no puedo
dejar de remarcarlo, el desequilibrio que se ha creado entre los demandantes de
oportunidades de empleo, y el empleo que puede ofrecer la economía española, se
han desequilibrado por completo y si no variamos sustancialmente ambos
parámetros esta situación no tiene ninguna salida.
Tal y como se va a desarrollar la evolución de la
economía española en las legislaturas que vienen, les aseguro que no vamos a
poder absorber mas allá de 1,5 millones de desempleados, y esto si las cosas en
nuestro propio país y nuestro entorno acompañan, yo calculo que hasta el año
2015 no se conseguirá frenar la destrucción de empleo y reabsorber puntas de
desempleados de entre el 1, y el 1,5 %, es decir nuestro índice de desempleo
oscilara entre el 22 y el 24%, será después en el 2016 que se podrá ver una
cierta creación de empleo y con suerte podríamos llegar a finales de dicho año
con un índice del 21%. Creo posible si
esto va por este camino y hay reactivación de la economía mundial, que en 2018
podamos absorber como mucho otros dos puntos, y quedarnos en un índice del 18/20%
de desempleados, es decir una población de 3,8 millones y no creo que se pueda
hacer mas, sinceramente piensen que cada punto de oscilación es el equivalente
a 230,000 empleos.
Estas cifras no son asumibles por el futuro desarrollo
industrial de España, por dos causas, una porque con la globalización de la
industrialización no es necesaria la creación de procesos productivos de alto
consumo de mano de obra, en el mundo hasta ahora llamado rico, estos procesos
se han trasladado al universo BRIC o incluso más abajo, así ocurre que en el
ámbito del primer mundo por llamarlo de alguna manera, los aumentos de índices
del PIB, no guardan la misma relación que antes con el aumento de la ocupación,
en el futuro próximo incluso pueden ir en contra, porque la teoría es mayor
productividad y mas tecnificación, estos dos factores pueden con toda seguridad
reducir sensiblemente la necesidad de mano de obra, mientras la economía del
país crece.
Esta situación crea una paradoja malvada en nuestro
país, necesitamos mejorar nuestra productividad para equilibrar la economía y paliar
el desempleo, pero cuanto más la mejoramos más desempleo creamos. Será un
castigo divino por nuestra lujuria especulativa de los años 90, puede ser eso y
es así de duro, esto debería de
planificarlo quizás un nuevo gobierno, no me vale que nuestros jóvenes
preparados se vayan al Brasil, la China o a Alemania, son en proporción tan pequeña
que no mueven las cifras.
La única manera de equilibrar en los países avanzados
el desequilibrio de mano de obra en relación a la posibilidad de trabajo real
es o equilibrando la demografía relacionando la oferta de trabajadores a la
demanda de la economía productiva del país, o la inversa creando una oferta de
trabajo capaz de absorber el desequilibrio y esto en los momentos actuales
piénsenlo es imposible porque la economía en franca recesión no permitiría la
puesta en marcha de proyectos constructivos de carácter público que son los
únicos capaces de absorber el tipo y cantidad de mano de obra excedentaria.
Si no se enfrenta el problema, al final será a España
a la que tendrán que rescatarnos porque el coste de 5 millones de desempleados
no baja de 50,000 millones de euros anuales, es mucho más que lo que necesitó
la banca con la diferencia agravante que para la banca fue una sola vez, y para el desempleo es una y otra y otra vez,
tantas como años pasen con estos desequilibrios.
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