Hoy tras la
conferencia de Artur Mas, en la que dibujo el camino ya casi definitivo hacia
la independencia de Catalunya, han vuelto muchos políticos y personajes defensores
de la unidad nacional española, ha echar mano de la consabida desafección social,
familiar, moral etc. como elemento a tener en cuenta para convencer que es
suficiente esta circunstancia, para frenar la decisión catalana de separarse de
España. Yo creo que merece la pena escribir unas líneas sobre esto, porque creo
que es absurdo poner este apelativo para frenar una decisión socio política tan importante como la creación de un nuevo
estado, como pretende Catalunya y muchos catalanes.
Verán ¿qué es
desafección? El diccionario dice, Falta de afecto o mala voluntad: Bien esta definición
es clara y yo diría que es definitoria y sencilla, lo cual permite tomarla para
discernir sobre la idoneidad o no de usarla como arma o defensa por parte de los
partidos de la derecha española, y de algunas personas de la sociedad española
que habita en Catalunya por las circunstancias que sea.
Es evidente
que los independentistas catalanes tenemos desafección hacia España porque nos
parece que no nos deja ser todo lo catalanes que nos sentimos y querríamos ser,
y por eso no nos queda otro remedio que intentar constituirnos en una nación soberana,
en la que se piense y se actúe en base a la cultura y el sentir catalán, lo que
supongo que los que no están de acuerdo admitirán que es diferente a sus
sentimientos españoles, y digo esto porque veo que les asusta el hecho de
encontrarse en una nueva nación catalana, parece que les de miedo y usan la desafección
como coraza y no tiene nada que ver, la desafección
es simplemente un estado de ánimo no es una arma arrojadiza ni nada que se le
parezca.
Miren ustedes,
la misma desafección que los catalanes tenemos con lo español, es la que los
españoles tienen contra lo catalán y así estamos conviviendo años y años y no
pasa nada, el hecho de que Catalunya llegue a ser una nueva nación independiente,
no pone en ningún peligro a los que se sientan españoles y no quieran se catalanes de nacionalidad, a
nadie se le obligara a ser Catalán por el hecho de estar en Catalunya salvo que
lo elija y esto es tan claro que cuando leo u oigo la desafección aquí y allá
me sabe muy mal y me parece una mal excusa para menospreciar una realidad
social y política que hemos emprendido los catalanes sin hacer con ello ningún daño a nadie.
A mí me gusta
muchas veces apoyarme en mis propias experiencias, para plantear mis opiniones,
quizás no esté bien o parezca un tanto presuntuoso, pero es que entiendo que
ninguna otra forma puede dar la idea que pretendo exponer, que usar mi propia
vivencia, así que vamos a poner unos ejemplos. Yo habito en una ciudad que es
muy cosmopolita, quizás una de las que más de Catalunya y posiblemente de España,
me refiero a Sant Cugat del Valles aquí vivimos
catalanes, españoles, alemanes, franceses, ingleses, chinos , japoneses,
holandeses, egipcios, y norteamericanos, y no digo más porque no conozco
personalmente mas, bien no sé si es la cultura o el civismo que impera en esta
sociedad, pero aquí nadie tiene desafección a nadie, el catalán es catalán, el
español es español y así sucesivamente.
Pero es que
no acaba aquí el ejemplo es que hay numerosas familias cruzadas entre catalanes
y españoles, y entre alemanes y americanos, egipcios y catalanes, familias
compuestas clásicamente padre madre e hijos y no pasa nada, muy al contrario
para mí es un motivo de envidia ver como en esas familias se hablan mas idiomas
que en la ONU, y los niños se adaptan a las tres culturas con las que conviven
y no hay desafección alguna, ahora bien si los españoles usan la desafección para
decir que no quieren ser catalanes porque no les gusta o no sé porque, pues no
pasa nada, seguirán siendo españoles que viven trabajan en Catalunya, y al
resto de España les digo que estoy seguro que en su ciudad hay este mismo
dibujo de familias internacionales por decirlo de alguna manera, y no hay ningún
problema ni desafección alguna.
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