Vuelven a la actualidad con cada vez
más fuerza las deudas soberanas, y es un hecho inevitable porque es sin duda
alguna la base de un problema que parece irresoluble por la situación del
cambio de la economía mundial. Fundamentalmente la de producción versus a la
economía financiera y especulativa. Es evidente que la economía productiva se
ha trasladado a los países del oriente asiático y los Estados Unidos básicamente, y que en europa o la UE, como
quieran denominarla, se ha quedado solo la con una economía basada en números
pero no en cosas.
Esto provoca que la mayoría de estados
europeos estén en recesión, si ustedes quieren podemos suavizarlo y denominar
recesión técnica, pero esto es para
conformarnos y alargar el final que no será otro, que la restructuración de las
deudas o las restructuración de la economía productiva que permita obtener
ingresos reales para poder pagar todas las deudas, pero esto es un problema en la
UE de difícil solución, porque la UE a su vez tiene monopolizado su potencial
industrial y productivo en un solo país, Alemania, con lo que nos
encontraríamos que si se reequilibra la industrialización de europa, la primera
que sufrirá una caída de su economía sería Alemania.
El Financial Times, defendió
este lunes las políticas de reestructuración de la deuda pública y privada que
son promovidas desde la periferia europea por los partidos de la extrema
izquierda. Que son las únicas formaciones que actualmente están planteando este
sensato y necesario debate ya sean opciones radicales como Podemos en España,
Syriza en Grecia o el Movimiento 5 Estrellas en Italia, pero al menos celebra
que por fin dirigentes con opciones reales de alcanzar el poder, reivindiquen
la inexorable renegociación de las condiciones de nuestra deuda.
Inmediatamente ante esta corriente salió el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann a contrarrestar
esta tendencia, de momento política, que está avanzando por la periferia de la UE.
Según el alemán, la deuda pública española es perfectamente amortizable y, en
consecuencia, no hay razón alguna para que sea reestructurada en estos
momentos. Posiblemente semejante
decisión nos expulsaría de los mercados financieros y nos obligaría a sufragar
nuestros desequilibrios presupuestarios a tipos de interés mucho más elevados
que los actuales, por lo que el impago sólo debería ser adoptado como política
de último recurso.
En efecto, la deuda pública española se ubica ya en
torno al 100 por ciento, lo que va complicando crecientemente su devolución.
Pero los actuales niveles no son irreversibles por el alto volumen de pasivos
que acumulamos, lo que de verdad nos aboca al borde de la insolvencia es el
altísimo déficit público que seguimos exhibiendo y que nadie quiere recortar. A
saber, el problema no es que debamos el 100 por ciento del PIB, sino que tras
aplicar lo que muchos califican de "insufribles e insoportables"
recortes, todavía seguimos teniendo uno de los déficits públicos más abultados
del mundo.
Y esta situación es cierta porque desde hace tres años
el PP que gobierna en España, lo que está haciendo es endeudarse para mirar de
sostener el déficit, es decir está cambiando de nombre el mismo problema que no
es otro que España está sin ningún tejido productivo que le permita obtener
ingresos suficientes, primero para rebajar el déficit y luego para rebajar la
deuda. La verdad es que no comprendo cómo es que en estos momentos la deuda
española se mueva en los límites de coste del 2% y no lo comprendo porque
aunque el gobierno español asegure que quiere pagar toda la deuda, los mercados
deberían darse cuenta que no les va a ser posible.
Y justamente esta circunstancia -a saber, que nuestro
problema está en el déficit anual y no en el stock de deuda- es la misma que
vuelve inútil cualquier política de reestructuración de deuda. Aun cuando
protagonizáramos el mayor default de la historia de la
humanidad y optáramos por el impago del 50% de las obligaciones del Estado, el
ahorro de intereses apenas ascendería a 17.000 millones de euros: o lo que es
lo mismo, nuestro déficit público post default seguiría siendo de entre 45.000
y 50.000 millones de euros.
Esto mantiene a España en una situación de extrema
inseguridad, porque si se reestructura la deuda, cómo financiar semejantes
cantidades en los mercados justo después de hacer un default. No
sería posible salvo a intereses leoninos por parte de algún acreedor que
tratara de sacar partido de nuestra desgracia. Eso es justo lo que le sucedió a
Grecia tras la reestructuración de deuda de 2012: tan sólo dos años después, su
deuda pública ya vuelve a superar las cotas alcanzadas antes del default.
Yo
hablo de España pero me temo que esto es común a Italia a Grecia por supuesto y
el problema le llegara pronto a Francia, y esto no se arregla si de una vez por
todas Alemania no cede a la solución global, es decir la deuda individual de
los países de la UE debe de pasar a ser la deuda de la UE y debe ser toda la UE
la que la financie junta, por separado no lo duden, iremos cayendo en quiebra
uno tras otro todos los países del euro grupo.
Y
esto enlaza con la propuesta del plan Juncker de movilizar 300.000 millones de euros en
inversiones dirigidas a incrementar la industrialización de la euro zona,
porque unificar la deuda europea y seguir sin producir más para sostenerla no serviría
de nada, su idea creo que es muy posible pero no veo de momento como la va a llevar
a cabo, porque no sé si hay una estructura en la UE que pueda hacer este
trabajo, tal como lo veo tendría que haber una comisión que se dedique a recoger
ideas de productos nuevos, que procedan del sector privado europeo, así como estudiar
proyectos de carácter novedoso tanto en tecnología como en servicios de diversa
índole, y como Juncker pretende financiar el inicio y dejar que fluya capital
privado que ahora esta simplemente metido en bonos porque no sabe qué hacer ni dónde
invertirlo.
La
idea es la única salida para la economía euro, no lo duden, hay que mover
europa como sea o se morirá sola, o lo que es peor al final la sociedad europea
se hartara y saltara contra los gobiernos inoperantes e inútiles que nos han traído
hasta aquí, como decía antes hay ya claramente nuevas ideas políticas que están
teniendo una aceptación en la sociedad de los países más empobrecidos de la UE
y este es el otro camino, o reactivación o revolución, señores de la UE y de Alemania
ustedes tienen la palabra.
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