La
caza de brujas ha comenzado ya muy en serio es España otra vez, volvemos a
aquellos tiempos en que lo que no se comprendía o lo que no se ajustaba al
orden establecido era herejía y se quemaba en la hoguera si o si volvemos a
aquellos “no juicios” celebrados para justificar venganzas odios temores e
incomprensiones juicios completamente falsos basados en declaraciones falsa y
confesiones bajo amenazas y sobre todo juicios en que se sabía de antemano cual
sería el veredicto.
Una
democracia debe ser el paradigma de la libertad de acción opinión y justicia y no
solo parecerlo, no se pueden inventar delitos para acallar a una parte de una
sociedad que quiere simplemente calibrar su futuro y negárselo en base a qué
otra parte no lo entiende y no lo admite simplemente porque tiene el poder y el
miedo de lo que puede pasar porque es evidente que no tiene la legalidad de su
parte sino que la ha impuesto.
Escribo
ya lo habrán adivinado de la bárbara injusticia a la que el estado español somete a Catalunya.
No seamos inocentes ya hemos llegado al punto final el escándalo es imposible de
asimilar por cualquiera que catalán o español que sea capaz de examinar los hechos
con frialdad y ecuanimidad. Es evidente que algunos catalanes incluidos el gobierno hemos
hecho caso omiso a una acción no del Tribunal Constitucional, sino de unos políticos oscuros y asustados que
representan desde el gobierno, el miedo
de España a quedarse sin Catalunya y no vale que se apoyen con el Tribunal
Constitucional porque todos hemos visto que su manipulación es una vergüenza de
proporciones políticas incalculables.
Catalunya
y su gobierno y los que sentimos la necesidad de separarnos de este caos de país
que es ya España, no hemos desobedecido ni delinquido contra la ley lo hemos
hecho contra la política cerrada incapaz
y cobarde del gobierno de España, no se confundan no sean más cobardes y reconózcanlo,
no se ha delinquido contra ninguna ley emitida por el Tribunal Constitucional, porque
no la hay, simplemente hay una admisión de unas denuncias que todavía falta saber
si serán tomadas en cuenta o no, se imaginan que el Tribunal Constitucional
dictamina de aquí 5,ó 6 meses que no son inconstitucionales los hechos
denunciados por el gobierno de España.
Esto
es así pero el gobierno español no puede esperar, no quiere esperar, porque
tiene miedo de sus propias decisiones y esto es porque sabe que las toma no por
justicia, sino por defensa de su poder y por miedo a perder ese poder, estamos
pues en las mismas circunstancias en que la “Santa Inquisición” actuaba siglos atrás
ante el miedo de perder su poder y dominio de la sociedad mediante el temor a
la iglesia y la religión. El gobierno de España está actuando exactamente igual,
y ante el temor de perder Catalunya ha declarado a su “president y dos
consellers mas” poseídos por el demonio de la independencia y los ha acusado
ante la Santa Inquisición.
Y
aquí es cuando se queda en evidencia que esto no es un acto de justicia sino de
venganza y de miedo exacerbado, es evidente que como en la inquisición, cuando
a un desgraciado o desgraciada, se le ponía en duda de estar endemoniada la
cosa no tenía remedio, castigos torturas hasta que el propio inocente se
acusaba así mismo de su posesión demoniaca, bien estamos en las mismas el
gobierno quiere quemar la endemoniada idea de los catalanes de separarse de España,
y no quiere ver nada más y como hemos visto niega a su propia justicia hasta que esta le declare que efectivamente
puede quemar a los brujos y brujas catalanes.
El
gobierno español se dirige a sus inquisidores en primera instancia en Catalunya,
en donde se han consumado según ellos los actos de brujería, y resulta que los inquisidores
le responden que no, que no ven actos de brujería en los hechos acaecidos en el
9N. Es curioso porque son sus propios inquisidores no son inquisidores
catalanes o embrujados también, pero el gobierno dice que sí, que la brujería llega
a tanto y es tan fuerte que ha alcanzado hasta sus huestes defensoras de la ley. Así se queda tan
enojado que recurre a las instancias mayores y desde luego fuera del territorio
endiablado y ya podrido por el demonio y obliga al alto inquisidor del reino, a
que condene a la hoguera a los endemoniados e impuros brujos catalanes.
Este
gran inquisidor llama a los inquisidores que desde el lugar de los hechos no habían
visto actos de brujería que requirieran la hoguera y se lo demuestran porque el
gran inquisidor no actúa tras oírlos pero
no puede dejar de quemar a los herejes porque tiene la orden de más arriba y
entonces llama a otros inquisidores que ni saben ni han vivido los hechos
catalanes y que por decirlo de alguna manera ni les va ni les viene lo que
hayan hecho, solo que obedecen a su señor y dicen que si, que no solo hay brujería
sino que es poco menos que un aquelarre lo acontecido y hecho en Catalunya.
Así
que estamos a hoy con que La Santa Inquisición Española presentó la versión más
dura de su anunciada querella contra el president,
Artur Mas, la vicepresidenta, Joana Ortega, y la consellera de
Ensenyament, Irene Rigau, por cuatro claros actos de brujería por «haber planificado, auspiciado y
financiado» la votación del 9-N. La querella se presentó en el Tribunal
Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Este organismo tendrá que admitirla a
trámite, designar a un inquisidor y citar como brujos a los ya condenados.
No me confundo al nombrar
como condenados a los acusados, o es que hay alguien tan inocente que cree que
los jueces van a oponer algún juicio desfavorable a las ordenes de la Santa Inquisición,
si además ya les han advertido indirectamente cuando les hacen saber que : La
demanda será defendida en el TSJC por los inquisidores de este tribunal, aunque
Torres-Dulce se reserva su facultad de elegir a su subordinado en Barcelona,
para actuar en el proceso o incluso mandar a uno de sus inquisidores desde
Madrid. Quieren alguna prueba más del apaño justiciero español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario