El presidente de
Cataluña Artur Mas anunció ayer en una gran intervención ante unas tres mil
personas de todo el espectro social y político que sólo daría un paso adelante
en su hoja de ruta hacia la celebración de un referéndum real sobre la
independencia de España a través de unas elecciones con lista única. En un acto
titulado "Después del 9N: Tiempo de decidir, tiempo de sumar", Artur
Mas anunció que la única manera de cerrar el proceso iniciado hace dos años
tras la negativa de Madrid a negociar un nuevo pacto fiscal para Cataluña, es
sabiendo si una mayoría de catalanes están a favor de la independencia, y que
no dudaría en volver a sacar las urnas si se dan las condiciones para ello.
Este acto llega dos
semanas después de un polémico referéndum simbólico de autodeterminación en
Cataluña, prohibido por el Tribunal Constitucional a instancias del Gobierno
central y que incluso le ha valido una querella al líder regional. Recordemos que
en la consulta participaron más de 2 millones de personas, alrededor de un 40
por ciento de los votantes potenciales, y el 80 por ciento de ellos votaron a
favor de la independencia.
Pero para ello es necesario
un acuerdo sin precedentes entre los cuatro partidos que respaldaron un
referéndum de autodeterminación y que juntos tienen mayoría en el Parlamento
catalán - CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP. Hecho que no se cumplirá porque es evidente
de momento que tiran mucho más las políticas de cada uno, que la sociedad entera,
una vergüenza, lo que ayer expuso Mas era una acción de país y lo que se han
apresurado a decir los políticos es que el país son ellos, fantástica muestra
de servicio a quienes representan.
En
una clara referencia a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el único
partido tradicionalmente independentista y favorito en los sondeos de opinión,
el President apeló a la unidad a los partidos pro-consulta. Serán capaces
algunos partidos de aparcar por una vez sus diferencias e ir juntos preguntó al
público, entre el que se encontraba el líder de ERC Oriol Junqueras. "Que
la ideología no pisotee a los ideales”. Si no se dieran esas condiciones, Mas agotaría
la legislatura, en 2016.
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