Por fin
entran en juego los empresarios, parece que por fin los empresarios, tanto
catalanes como del resto de España coinciden en que ya ha llegado la hora de
que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur
Mas, se sienten a negociar. Aunque ya hace tiempo que lo vienen recordando, el resultado
del 9-N ha puesto cifras al problema y ha encendido todas las alarmas.
El pasado
domingo, desobedecieron al estado español y al Tribunal Constitucional 2,4
millones de habitantes de Catalunya de los que 1,8 millones mostraron su apoyo a la
independencia. Aunque sólo se trata de uno de cada tres catalanes con derecho a
voto, el resultado presenta un colectivo muy amplio que independencia o no está
claro que no está contento con la relación que mantiene con España.
Al parecer
la preocupación de los empresarios sale a primer plano cuando este colectivo acostumbrados
a trabajar con números, empiezan a ver más claro cuando los problemas se
cuantifican. Asi parece que el análisis que parte de los empresarios han hecho
es que a la vista de los datos cuantificados "Es el momento de que los
políticos asuman su responsabilidad y busquen una solución negociada", en
este asunto coinciden la mayoría de patronales consultadas por el Economista.
El
presidente de la patronal Pimec, Josep González, que asegura que "la
reacción de la ciudadanía catalana hace aconsejable un entendimiento entre las
dos partes". Sobre quién debe tomar la iniciativa en esta negociación,
González lo tiene claro: "El paso debería darlo Rajoy una vez reciba la
carta que Artur Mas ha anunciado que le enviará a la Moncloa después del
9-N". el problema hoy es que no es seguro que Artur Mas envíe carta alguna
puesto que a estas horas es el propio Mas el que está esperando una carta de la
fiscalía imputándole no sé cuantos posibles delitos.
Negociar tras
celebrar el 9-N, era un compromiso personal indispensable para Mas, pero ahora ante
la nueva amenaza del PP, pues es el PP quien la hace al menos en Catalunya y no
el gobierno de España, es evidente que no es momento de negociar". Si esto
se confirma el momento puede pasar no a la negociación sino a la confrontación total
de tal manera que se produzca el colapso de la economía española porque un
juicio a lo “Núremberg” va a asustar a todo el capital europeo.
Es evidente
que si hay una acusación judicial en el juicio se sentaran el gobierno catalán y
el gobierno español pues sería lógico que unos hiciesen de testigos de la fiscalía
y otros de la defensa de los acusados así que los interrogatorios en el
tribunal podrían ser el espectáculo más vergonzoso que Europa haya visto desde
los mencionados juicios de Núremberg.
Creo que
"el 9-N no modifica los términos del problema porque su resultado carece
de legitimidad, pero no es así si se produce un juicio penal y no una negociación
política el hecho que el gobierno de España de categoría de delito a la actuación
de un acto que no es nada que no tiene según las primeras declaraciones del
propio presidente del gobierno español ninguna validez que era en realidad un ridículo
por parte del gobierno de Catalunya se convierta hoy en un caso judicial cambia
totalmente su importancia y le da total validez ya si ahora es válido el acto y
los resultados.
Asi que me
temo señores empresarios que ya han llegado tarde ya el gobierno español
empujado por la impotencia del partido que le da apoyo ha echado a perder
cualquier arreglo ahora solo quedara el camino del ridículo internacional dudo
que si hay una imputación delictiva del gobierno de España al gobierno de Catalunya
esta se pueda dirimir aquí yo al menos así lo creo.
Pienso que
la parte acusada recorrerá a los tribunales internacionales porque puede
demostrar por manifestaciones previas, que el gobierno de España manifestó que
lo que se iba a hacer era ridículo y que no lo consideraba, esto es según cómo
o quien lo juzgue como una invitación tacita a hacerla, puesto que no se
consideraba que se incumplía la inhabilitación del TC, dicho de otro modo,
puede considerarse una acción dirigida a que una sociedad cometiese un delito con
el propósito de denunciarla después.
En fin creo
que la ruptura no pactada ya es un hecho y que desestabilizará a España más que
a Catalunya, porque le impediría pagar su deuda y acabaría con ambas fuera de
la eurozona.
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