El Gobierno catalán sigue liderando la organización de la consulta participativa sobre la autodeterminación de Cataluña del próximo domingo, pero deja su ejecución en manos de voluntarios, a fin de evitar represalias del Gobierno central. Las distintas entidades que participan de un proceso que ha sido prohibido por el Tribunal Constitucional a petición del Gobierno español dieron su respaldo a la Generalitat, que seguirá "amparando" el proceso de preguntar a la ciudadanía cuál quiere que sea la relación de Cataluña con España.
"Seguirá el liderazgo del Gobierno catalán", dijo Joan Rigol, coordinador del pacto, reunido hoy bajo la dirección del presidente catalán, Artur Mas. El Govern ha hecho su trabajo, lo continúa haciendo, pero el final del proceso está en manos de voluntarios. Estamos en un entramado en el que está el Govern, los partidos y la sociedad civil, todo el mundo ejerciendo su responsabilidad", añadió Rigol.
El mensaje lanzado por el político nacionalista deja entrever que la consulta, que Mas planteó como alternativa al referéndum de independencia suspendido en septiembre, cumplirá de este modo el requisito lanzado la víspera por el ministro de Justicia español, Rafael Catalá, que dijo que el Gobierno central no actuará policial y judicialmente en caso de que el proceso quede en manos de sociedades civiles.
En la línea de amenaza de costumbre Soraya Sáenz de Santamaría no perdió ocasión de exhibir su prepotencia y en la rueda de prensa tras el consejo de ministros de hoy advirtió en tono amenazante Artur Mas que no haga que ni un sólo funcionario, que ningún responsable político, ningún ciudadano tenga ese día que tomar decisiones que le puedan generar la más mínima intranquilidad, no se enteran de nada en Madrid en Catalunya hoy esto es al contrario son los funcionarios, los responsable políticos, y sobre todo los ciudadanos los que obligamos a Artur Mas a que tenga que tomar decisiones para que todo esté preparado para el 9N.
El pacto instó a los ciudadanos a participar en un proceso que planteará a los 5,4 millones de catalanes que están llamados a votar las preguntas: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado?" y, en caso afirmativo, "¿Quiere que ese Estado sea independiente?". Mas ha anunciado que al día siguiente de la consulta enviaría a Rajoy una carta para hacer balance del 9N y abrir la puerta a un diálogo al que también se ha mostrado dispuesto el jefe del Ejecutivo español.
Sin embargo, la vicepresidenta dijo que las relaciones con las comunidades autónomas no las cambia ningún tipo de proceso de este tipo, todo lo que sea ayudar a los catalanes a que vivan mejor, a que tengan mejor empleo, mejores servicios públicos, ahí vamos a estar pero que nadie piense que como consecuencia de lo que pase o deje de pasar va a estar en mejor condición que el resto, afirmó Saenz de Santamaria palabras que suenan a huecas y completamente fuera de toda lógica política y real.
Si el 9N da los resultados que se esperan el gobierno del PP tendrá un verdadero problema porque con una más que posible reafirmación de independentismo por parte de la sociedad sin participación oficial por culpa de sus impugnaciones la acción quedara en manos del pueblo catalán y ni CIU ni ERC ni nadie podrá hacer otra cosa que lo que el pueblo catalán pide, ir a por la independencia definitivamente.
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