Hace poco
escribía que las estructuras de los flujos económicos mundiales por causa de la
globalización estaban dando un vuelco de 180 grados con lo que la influencia de
occidente en estos aspectos tanto económicos como sociales estaban dejando de
ser el motor del mundo digamos civilizado este hecho es importante empezar a
tenerlo en cuenta porque es muy posible que en unos diez años occidente pase a
depender de oriente no de forma absoluta pero si lo suficiente como para pasar
de ser impulsora a ser seguidora de la nueva economía social y capitalista del
mundo.
Hay señales
muy claras de que las cosas han dado un vuelco increíble cuando nos podíamos
imaginar que pagase por perder dinero, esto ya está sucediendo y esto sucede
porque el dinero que es el motor de todo está esperando que suceda oficialmente
el vuelco de la economía mundial de occidente a oriente para saber cómo deberá
restructurarse. Y como no tiene claro cuando sucederá prefiere mantenerse
quieto pero lo más seguro posible y esto increíblemente le cuesta dinero poco
pero paga por ello.
El Banco de
Pagos Internacionales (BPI) ha subrayado las “condiciones inéditas” generadas
en los mercados de deuda soberana por la política monetaria de los bancos
centrales, ya que algunos bonos cotizan con rendimientos negativos, y ha
alertado de que esta situación “sin precedentes” puede tener “repercusiones
significativas” en el sistema financiero. El BPI subraya que a finales de
febrero unos 2,4 billones de dólares (2,27 billones de euros) en deuda soberana
a largo plazo en todo el mundo cotizaba con rendimientos negativos, de los que
más de 1,9 billones de dólares (1,79 millones de euros) habían sido emitidos
por países soberanos de la zona del euro.
La
institución añade que desde entonces la tendencia a la baja ha persistido y las
últimas cifras indican que los rendimientos soberanos de la deuda alemana,
francesa y suiza eran negativos hasta cuatro, seis y diez años, respectivamente.
En relación a este fenómeno se hace referencia a un pasaje de 'Las aventuras de
Tom Sawyer', en que Mark Twain nos
enseña que la clave de una buena gestión es que los amigos pinten la valla y
paguen por el privilegio de hacerlo.
En el contexto
actual, algunos bonos soberanos han
superado este baremo, esta situación “sin precedentes” es consecuencia
de la “agresiva” relajación de la política monetaria de los bancos centrales en
sus esfuerzos por cumplir los objetivos de su mandato, principalmente en
materia de inflación. En un contexto de desplome de los precios del petróleo y
crecientes tensiones cambiarias, numerosos bancos centrales de economías
avanzadas y emergentes introdujeron nuevos estímulos. El BCE anunció un
programa ampliado de compras de activos, más cuantiosas y duraderas de lo
previsto inicialmente por los mercados. Si este concepto sin precedentes
continúa, se podrían estar poniendo a
prueba los límites técnicos, económicos, jurídicos e incluso políticos
clásicos vigentes hasta ahora.
Por otro
lado, el informe del BPI apunta que las tasas de interés históricamente bajas y
las reducidas primas de riesgo llevaron una vez más a los inversores a buscar
rentabilidad en activos de mayor riesgo, “disparando los precios de las
acciones hacia nuevos récord”. Asimismo, resalta que la volatilidad en la
mayoría de las clases de activos volvió a sus promedios históricos, poniendo
fin a un periodo de volatilidad excepcionalmente reducida en los mercados. En
concreto, incide en que se disparó en enero en los mercados de materias primas,
marcando el fin de la caída de los precios del crudo.
Todo este, hoy llamado desequilibrio, esta no lo
duden producido por el previsto pero a la vez inconcreto giro de las economías
dominantes las que poco a poco pero sinpausa pasaran a modificar la dirección
de los flujos económicos que como decía pasaran de occidente a oriente. Lee
Jong-Wha, profesor de Economía y director del Instituto de Investigación asiática
en Corea del Sur, cree que el rápido crecimiento de la clase media en Asia no
sólo cambiará la economía de ese continente, sino que este fenómeno tendrá
repercusiones a nivel mundial, explica el académico.
Lee Jong-Wha señala en Project Syndicate, que
a pesar de las recientes incertidumbres sobre la economía en el mundo y
especialmente en China, la clase media que fue el elemento que hizo que
occidente pasara de ser una economía concentrada a una generalizada está
creciendo en Asia con mucha fuerza. En las próximas décadas, el florecimiento
de este segmento demográfico será un factor clave en el desarrollo económico y
político de la región y del mundo.
Y es que la OCDE estima que la clase media
(definida como los hogares que gastan entre 10 y 100 dólares por persona al
día) crecerá hasta los 4.900 millones de personas en 2030 desde los 1.800
millones que alcanzaron en 2009. De esos casi 5.000 millones de personas, dos
tercios residirán en Asia, siendo China el país donde resida una gran parte.
Por eso, las reformas estructurales y la actualización tecnológica del país cobran
gran importancia en dicho país.
El auge de la clase media en Asia conlleva a la
fuerza un cambio, la creación de un nuevo mercado de oportunidades para las
empresas domésticas e internacionales. El consumo de bienes duraderos se ha
incrementado con fuerza en la región, China se ha convertido en el mayor
mercado de coches y teléfonos móviles. Además, poco a poco seguirá crecimiento
el mercado de bienes de lujo y productos tecnológicos a medida que la clase
media avanza.
El desarrollo de la economía y el aumento de la
renta disponible de su población contribuirán de forma definitiva al
crecimiento sostenible de Asia. El consumo interno se convertirá en un
componente del PIB más importante y que hará más estable el desarrollo
económico de la región. Del mismo modo, este crecimiento de la demanda interna
reducirá los desequilibrios comerciales que el resto del mundo presenta con
Asia, mejorando también la sostenibilidad del crecimiento a nivel mundial. Asía
el resto del mundo conseguirá un mayor equilibrio en sus economías.
El capitalismo y la democracia progresan de forma
conjunta en la mayor parte de Asia, sobre todo en la zona más occidental que
era donde se encontraba niveles de expansión muy primarios. El desarrollo de
los mercados está reduciendo el poder de los grandes propietarios de tierras e
incrementando la renta de los trabajadores y surge imparable la clase media que tan bien conocemos en
occidente. Estos trabajadores están comenzando a participar activamente en
política y están contribuyendo al desarrollo democrático. Además, el
crecimiento de las organizaciones privadas están reduciendo el poder
monopolístico de las instituciones públicas y política, señala el profesor de
Economía.
Parece que la historia que vivió Corea del Sur a
partir de finales de 1980 empieza a reproducirse en otras zonas de Asia. Esta
historia podría reproducirse también en China, aunque aún queda mucho camino
por andar en el gigante asiático. Todos estos cambios liderados por el
continente asiático podrían contribuir a un crecimiento más estable y simétrico
en el mundo. La reducción de la pobreza va directamente ligada al auge de la
clase media en este continente. Una nueva era de crecimiento estable y
sostenible podría estar en marcha pero la marcaran desde oriente no como hasta
ahora desde occidente la pregunta es ¿sabremos adaptarnos?
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