martes, 7 de agosto de 2012

EL DESORDEN DE LA SOCIEDAD MODERNA, NOS ABOCA A LA CRISIS TOTAL EN QUE NOS ENCONTRAMOS



El mundo hasta hace un siglo más o menos se dividía en dos escalas sociales los ricos y los menos ricos, esto permitía un equilibrio quizás un tanto injusto, pero equilibrio al fin, lo normal era que los ricos ordenaban y gobernaban la sociedad entera y así se mantenía un status quo que con algún que otro desorden o desequilibrio puntual, conseguía que la vida funcionase bajo unas ciertas normas vitales de convivencia, que si no otra cosa, nos han permitido pasar por la historia avanzando cada vez mas.

Estas escalas sociales nunca fueron excluyentes ni fijas, es decir se podía pasar de una a otra dependiendo de actos personales, no siempre tenían que ser lícitos, fortuna, inventiva, y sobre todo trabajo, pero estos movimientos no alteraban el equilibrio social. Llego un momento esplendido que apareció un tercer escalón social, la denominada clase media, que se situó como el purgatorio, entre el cielo y el infierno. Este escalón consiguió con el tiempo un efecto de enorme mejora para la sociedad, porque en realidad lo que consiguió es que esta volviera a situarse en dos escalas sociales acercando los menos ricos a los modelos de bien estar de la clase alta, y disminuyendo a la clase pobre que quedo prácticamente como marginación social más que como estado social.

Pero esta situación de sociedad bien estante, fue ampliándose cada vez más en número y poder, empezó a partirse en nuevas escalas sociales que si bien ya existían, estaban inmersas en cada uno de los grupo generales y no presentaban un estatus diferencial de comportamiento y categoría independiente. Así ahora la sociedad modernísima, es decir la de hoy se ha dividido en: Multimillonarios, Millonarios, Economistas, Políticos,  funcionarios, Trabajadores, Desempleados y Marginados.

Esto ha desbordado las leyes de la convivencia y la gobernabilidad, y verán porque, hoy curiosamente los que mandan no son los de arriba, sino los del medio (resaltados en negrita) y no mandan precisamente porque lo merezcan, sino porque se han creado su escala social y a eso se dedican, los de escalas superiores es decir los Multimillonarios y los Millonarios, pasan olímpicamente de las política que mal o bien intentan implantar los políticos, ellos consideran que están fuera de obligatoriedad de cumplirlas, y es más, si se empeñan o enfadan les quitan el poder que se han atribuido.

Los de abajo son los que más han sufrido esta diáspora de escalas sociales, trabajadores y desempleados han perdido todo su poder como clase o escala social, los que se han adueñado del poder los han convertido en instrumentos de sus experimentos político sociales, ya que no pueden con los de escala superior. Así que la sociedad hoy, se compone de cuatro escalas o grupos sociales: Una clase social que hace lo que le da la gana. Otra que impone lo que le da la gana. Otra que sostiene a las otras dos. Y una cuarta que ni hace nada ni se la considera para nada. Es evidente que para una sola clase social le es imposible sostener todo el peso de toda la sociedad en general.

Ya lo ven no es solo cuestión de economía y deudas soberanas, la mal llamada crisis no es más que el desequilibrio social que nos hemos montado al amparo de la vieja democracia que lo permite, o que dicho de otra forma, la mal empleamos y la retorcemos amparándonos en ella, porque de la democracia lo único que entendemos, es que cada uno puede hacer lo que le dé la gana, así que con esta máxima, se han establecido decenas de partidos políticos con sus correspondientes políticas, miles de consejeros financieros y economistas cada uno con su teoría económica, cientos de miles de políticos cada uno también con su política a cuestas, millones de funcionarios públicos para servir a las políticas y gobiernos, y finalmente unos pocos millones más de trabajadores que deben cargar con el esfuerzo de crear el sostén de todos los demás, incluyendo en su carga a los desempleados y marginados de la sociedad.

Es evidente que este desequilibrio es la CRISIS, de la que ni los políticos ni los economistas encuentran la solución, es evidente que no la encuentren son ellos mismos la CRISIS, y la solución está clara hay que reconstruir la sociedad hay que ajustar los papeles sociales a desempeñar, hay que volver a las escalas sociales normales los Ricos, la Clase media y Obrera, y los marginados por la suerte, o las circunstancias sociales.

Y si se hace así el orden y la gobernabilidad social volverá, y con ello el trabajo productivo y la prosperidad que ya vivimos pero hay que conseguir entender que las funciones propias de la sociedad debe estar repartida entre la amplia clase media y que la democracia no quiere decir hacer lo que a uno le interesa o le viene en ganas si no lo que le conviene y reclama la mayoría de la sociedad.

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