jueves, 15 de agosto de 2013

AL PEZ GRANDE SE LE INDIGESTA EL PEQUEÑO QUE NO SE DEJA TRAGAR



Las batallas políticas, económicas, las acciones de desprestigio, las acusaciones falsas o poco probadas, son acciones punibles contra todo lo catalán, son ya tan comunes que no hacen efecto alguno, estos hechos que empezaron diría que antes e instantes después de la confirmación del acuerdo suscrito entre las dos fuerzas políticas mayoritarias catalanas para formar el gobierno de la Generalidad de Catalunya, cuyos objetivos son dos: mantener un “status quo” con el gobierno central de España, y paralelamente buscar la forma legal que pueda ofrecer un camino hacia la creación del estado independiente de Catalunya. Están quedando fuera de lugar por lo repetitivas y por su carencia de valor como se ha visto bien claro

Esta es la actual situación ni más ni menos, además la presencia en prensa y en los juzgados  de la degradación política real y sin paliativos de la política española quita todavía más la fuerza de aquello de “difama que algo queda” esto ha desatado un vendaval de acciones de todo tipo, y desde todos los estamentos españoles, es decir, desde el gobierno, pasando por la oposición y por el cuarto poder, ese que se denomina libre e independiente y que desde luego ni es libre ni mucho menos independiente. Esta realidad incuestionable, yo no tengo claro cuál es el objetivo que persiguen, no sé si lo que pretenden es que se evolucione hacia una mayor velocidad de los acontecimientos, sean cuales sean sus consecuencias, o todo lo contrario que el descontrol, la presión y las amenazas, hagan que se detenga.

En mi opinión creo sinceramente que lo que se pretende es la segunda posibilidad, pero lo que también creo, es que tal y como se plantea lo que conseguirán será la primera, estoy convencido que ni la actitud de guerra feroz y sin miramiento alguno, ni la de “a enemigo que huye puente de plata”, son en el caso que nos concierne las medidas a adoptar. Verán yo comprendo que a España no le puede gustar ni interesar que se quiera segregar una parte conquistada y sometida, desde hace ya 300 años, lo que no comprendo es que encima se culpe al sometido por querer dejar de serlo, creo sinceramente que algo tendrá que ver con esto el “sometedor”.

Porque digo esto, pues verán, si después de 300 años el pez grande no se ha comido al chico, es que o no ha sabido devorarlo y digerirlo, o el pequeño no es tan pequeño y además resulta incomible e indigesto. Esta es la realidad, son ya trescientos años desde el último sometimiento por la fuerza de Catalunya por España, y  España no ha podido doblegar el espíritu catalán. Yo quisiera hacer ver a mis conciudadanos españoles, que este hecho se debe más al comportamiento del grande que no del pequeño, yo no sé qué Historia de España les han explicado en las escuelas, si se que les dicen en los periódicos, y como se habla en los comentarios y tertulias televisivas, y creo que todo eso tiene la culpa del porque muchos españoles nos echan la culpa de ser catalanes.

Ahora quizás las cosas se van a complicar y mucho, porque aquí en Catalunya, mucha parte de la sociedad quiere dejar de pertenecer a una nación que la odia, que la insulta que la acusa de las mil y una barbaridades, y yo vuelvo a señalar, ¿porque somos tan malos y tan desagradecidos?, y si la respuesta es que lo somos por naturaleza, entonces la pregunta cambia y es ¿porque nos quieren mantener y no nos echan? la realidad nadie la dice, pero la realidad es que después de trescientos años de dominio absoluto, Catalunya sigue pensando en catalán y España no ha conseguido conquistar su alma, otra cosa es su territorio.

Y volvemos al principio, España se ofende y se revela y va a usar todas las tretas y toda la legalidad actual para volver a someter a los díscolos catalanes, yo creo que volverá a equivocarse, porque esto ya lo hicieron, y trescientos años después seguimos defendiendo lo mismo la independencia como estado propio, y porque, pues por que España no ha querido nunca entender a Catalunya, integrar su cultura su forma de ser, no ha querido nunca compartir España con Catalunya, sino que ha hecho todo lo contrario ha querido desmembrar a Catalunya ha querido borrar o hacer desaparecer el ser y el sentimiento catalán.

Ahora llegado a este momento la situación puede ser muy comprometida, España puede hacer mucho daño a Catalunya, pero si este es el camino que toma para conseguir que la decisión catalana cambie, todo el daño que cause España, se le volverá contra ella misma, si hunde la economía catalana, que es una de las posibilidades, hundirá su propia economía, porque además de atacar la economía general de España, atacará a los millones de españoles que viven y trabajan en Catalunya, y muchos de ellos verán asombrados él porque Catalunya quiere ser independiente y quien la está atacando, y quien sabe pero en circunstancias como estas muchos “fieles soldados” cambian de bando.

El asunto es feo muy feo y lo digo como catalán, pero ya no hay más remedio que afrontarlo, así que esta es la moraleja, no deberíamos tratar de evitar la situación sino todo lo contrario ver cómo se pueden obtener los dos objetivos sin necesidad de destrozar a ninguno de los dos, porque no lo duden o se hace así, o los dos o al menos uno saldrá mal parado

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