Hoy tras ver el pleno del Congreso
de Diputados españoles no se ustedes que pensaran, pero yo he visto unas
guerras de guerrillas en plenas escaramuzas luchando para derrotar a un enemigo
común, que no es otro que el Partido Popular y más aún al gobierno de España,
claro está que este enemigo hipotético, se está buscando ser el objetivo de
esta guerra ya declarada. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha admitido
abiertamente que se equivocó al confiar en el extesorero de su partido Luis
Bárcenas imputado y encarcelado, en el centro de un escándalo de corrupción, pagos
ilícitos y evasión de capitales, pero negó la existencia de una presunta
contabilidad ilegal dentro del partido en el poder y aseguró que no dimitirá.
Rajoy admitió haber cometido un
error desde que trascendió en enero que Bárcenas, al que el presidente dio su
apoyo hasta marzo pasado, tenía cuentas multimillonarias en Suiza y era el
presunto autor de una contabilidad manuscrita con supuestos sobresueldos a
miembros del PP, incluido Rajoy, entre 1991 y 2008. Es una defensa curiosa
porque un hombre de estado, que se equivoca de tal manera que confía la dirección
y supervivencia económica del partido más importante del país, no tiene la
capacidad moral para seguir manteniendo la responsabilidad de dirigir el
gobierno del estado, porque en base a que conocimientos y confianzas escogió los
elementos humanos que están asentados hoy en el gobierno actual de España.
Rajoy aseguró que las denuncias de
Bárcenas, que han erosionado fuertemente la imagen del Ejecutivo, son una
"asombrosa e imaginativa colección de falsedades". En el Partido
Popular, ni se ha llevado una doble contabilidad ni se oculta ningún delito,
sostuvo en un discurso que sus compañeros diputados y ministros aplaudían a rabiar desde sus asientos, y reconoció que existieron remuneraciones
complementarias a algunos cargos del partido. "¿Se han pagado sueldos? Sí.
¿Se han pagado remuneraciones complementarias por razón del cargo? Sí (...)
como en todas partes", añadió Rajoy, lo que dejaba muy claro que en la política
española se pagan remuneraciones complementarias.
Para terminar de arreglarlo
sentencio "Declarar los ingresos privados a Hacienda ya es una
responsabilidad individual. Lo cual se puede interpretar que si hacienda se
entera, como es que no investiga de donde salen estos ingresos extras de un partido
político, que en teoría no tiene ingresos extras, eso quiere decir que hacienda
su ministro y sus órganos de intervención también deben de tener presuntamente
dineros que son indeclarables y añadió: Por lo que a mí respecta, “yo les
aseguro que siempre he declarado todos mis ingresos", así que hacienda que
cruza todos los ingresos oficiales de un contribuyente, ve que declara unos emolumentos
extra que no los paga el Partido ni empresa alguna y no lo investiga curioso
verdad.
Esto no se sostiene más bien al
contrario demuestra que Bárcenas tiene razón cuando declaró ante el juez que
existía una contabilidad oculta en el PP que implicaba pagos de empresarios de
la construcción y abonos a líderes de la formación, incluido el jefe del
Ejecutivo. El extesorero y exgerente, que dirigió las finanzas del PP durante
dos décadas, ahora está en prisión acusado de delitos contra la Administración
y la Hacienda Públicas, blanqueo de capitales, estafa procesal en grado de
tentativa y de falsedad en documento mercantil dentro del caso de corrupción
Gürtel, una red empresarial que habría agasajado a políticos a cambio de la
concesión de contratos para sus empresas etc. etc. pero o casualidad no tiene
cargo alguno por el hecho de entregar remuneraciones sin justificación a
personas con cargos políticos y de gobierno esto no es algo parecido a intento
soborno porque por algo se pagarían.
La desconfianza creciente ante la
clase política y los casos de corrupción que han sacudido la vida pública
española han llevado al PP a caer vertiginosamente en los sondeos de intención
de voto. Pero esto me temo que no es nada frente al descredito de la propia nación
española que es hoy en día el asombro y el terror de los gobiernos europeos
porque ven que en este país todos son unos malversadores y chantajistas, porque
si el gobierno hace esto, que no harán los demás, y todavía se asombran mas al
ver que no pasa nada, que no dimite nadie, que la justicia no actúa, que la fiscalía
entorpece las investigaciones, que se filtran sumarios procesales, en fin que
en España la época del Lazarillo de Tormes sigue en plena vigencia.
Rajoy manifestó que quería con su intervención
frenar esa erosión de la imagen de España que algunos cultivan, que quería parar
el daño a los españoles, para que su futuro no siga cayendo de manera
irresponsable. En este sentido, el presidente del Gobierno aseguró que no se
modificará el rumbo de las reformas políticas y económicas planteadas por el gobierno,
como siempre en España todo llega tarde y mal, porque esto ya no tiene remedio,
porque las mismas personas que están en evidencia no pueden legislar sobre tal
evidencia, solo seria creíble si se presentase la posibilidad de unas nuevas
elecciones generales y con nuevos individuos políticos.
El presidente del Gobierno reiteró
que el Gobierno colaborará con la Justicia y añadió que presentará una reforma
de la ley orgánica que regule el Tribunal de Cuentas -que se encarga de
controlar la contabilidad de los partidos políticos- y que endurecerá el código
penal para casos de corrupción. Esto es en el fondo añadir otro problema, todo
esto retrasara mas las investigaciones y la resolución de este hecho que pone
en duda toda la credibilidad de España, la justicia es la única que hoy debería
estar trabajando para terminar los sumarios abiertos que son casi innumerables,
pero sobre todo hay uno el que enfrenta al gobierno con Barcenas y que debe dirimir
cuanto antes el juez Ruz, personaje que hoy en día esta claro, que en sus manos
esta en gran parte el futuro de España
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