viernes, 9 de septiembre de 2011

LA NECESIDAD DE UN “LEADER” AGIGANTO LA FIGURA DE “PEP” GUARDIOLA



Extraordinario, concreto, sublime, justo, modesto, duro y cariñoso. Todo esto se desprendió ayer del discurso que el galardonado con la medalla de oro del Parlament de Catalunya Don Josep Guardiola i Sala, expuso como agradecimiento tras la recepción de tan alto honor. Esta condecoración se otorga normalmente a personas ya de vida dilatada y como agradecimiento y honra por haberse significado por sus actos y vida, por y para la mayor grandeza de una nación tan pequeña pero con tanta historia como es Catalunya.

Guardiola (en Pep) es simplemente un cuarentón nació en 1971, si hacemos caso de las estadísticas podemos decir que está en la mitad de su vida, Dios mío donde puede llegar este hombre, uno piensa que donde quiera pero al escucharlo, él te desengaña porque él no es consciente de lo que significa hoy para la sociedad, Guardiola es solo un gran deportista y un grandísimo e inteligente entrenador de futbol, concretamente del C.F. Barcelona, y él está enamorado de su profesión solo eso y le colma tanto que no ve mas que no se da cuenta de lo que significa mas allá de su trabajo.

Entrenadores de futbol hay muchos y muy buenos, pero a ninguno que yo sepa, le han rendido honores los parlamentarios de una nación, por pequeña que esta sea, concediéndole el mayor honor que este parlamento puede conceder a una personalidad, y esto con tan solo cuarenta años. Que tiene pues este joven, que independientemente de sus éxitos deportivos conocidos en todo el mundo, se le honre no como deportista, si no como una personalidad fuera de lo común.

Él, sin quererlo, sin saberlo, de forma natural, es un “Leader”, su figura emana seguridad a los demás, sus palabras motivan para la lucha, el trabajo en grupo, su trato hace que todos los que le rodean estén a gusto en su entorno, su fé y entusiasmo guían al grupo al esfuerzo total, y como consecuencia al triunfo, en este caso deportivo pero lo sería igual si habláramos de hechos de otra índole que la sociedad requiriese.

Ayer fue Catalunya, su patria, la que le reconoció como especial y único, pero yo me atrevo a decir que los catalanes actuamos ayer un poco en representación de toda la sociedad actual,  principalmente la europea y honoramos a “Pep” como hombre, y como la figura que todos esperamos que surja no sabemos de dónde, me refiero al “Leader” esa personalidad que sea capaz de tomar las riendas de la sociedad europea, para sacarla de la mediocridad en que hemos caído llevados por la falta de personalidad de nuestros dirigentes políticos actuales.

Creo que ayer en Barcelona, se pidió a gritos - ¡NECESITAMOS GUARDIOLAS!- personalidades capaces de no solo utilizar fríamente los conocimientos mecánicos y aprendidos en los libros o en la profesión, si no con el espíritu de sacrificio por los demás, de empatía por su gente, de ganas de luchar por unos objetivos, de hacer que estos sean comunes  y aceptados por todos, de conseguirlos y luego repartir el éxito y el valor de lo realizado entre todos, sin quedarse nada para él, aquella persona que una vez obtenido el éxito no se para a vivir de ello, porque sabe  que si deja de empujar la sociedad se detiene, porque pierde el norte porque como nos pasa ahora no sabemos qué hacer y no sabemos cómo sobreponernos para salir del pozo en que nos han metido.

Esta realidad es la que ayer se premio, en una ceremonia que resulto sublime que fue realizada en un pequeño parlamento de una pequeña nación, sin estado si quiera, pero con el orgullo muy alto de ser capaz de tener personas como Guardiola y saber que solo con gente como él se puede levantar Europa y  su sociedad.

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