lunes, 28 de noviembre de 2011

BLANKAMERKEL Y LOS OCHO ENANITOS (CUENTO ADAPTADO DE LA REALIDAD)



Había una vez una niña muy rubia y hermosa que vivía en un país sin libertad, con el tiempo la vida la hizo mayor y no sé si más hermosa, pero si más poderosa y su país cambio y se convirtió en federal, tanto creció en hermosura e inteligencia que se convirtió en la primera dama del país.

Su vida era feliz, en su país trabajaba todo el mundo, tenían mucho dinero y un gran crecimiento interno, pero he aquí que un día llego de mas allá de los mares, una bruja tambien muy hermosa pero muy mala,  anglosajona por más señas, que se había quedado sin un banco malo, y eso había llevado a su país casi a la ruina y a todo el mundo a desconfiar de todo y de todos, no obstante la malvada bruja, iba  repartiendo manzanas rojas y frescas por todos los rincones del mundo haciendo que el que las comia, quedase como dormido y así se introducía en su economía y la vaciada para reponer lo que su banco malo había estafado a su tesoro público.

Un día cuando la bruja pensó que había dormido ya a todos los 17 enanitos de las finanzas y sus gobiernos con los que convivía Blankamerkel, pregunto a su espejo mágico – Dime espejito hay alguien más lista hermosa y mala que yo- y el espejo que no podía mentir le respondió – ¡oh si mi señora! hay una canciller mas lista que tú que no ha mordido la manzana y no se ha dormido, así que ha puesto a trabajar bajándoles el salario a sus súbditos, y mientras todos dormían ella ha aumentado su poder y su PIB y no tiene deudas y su economía no está nada mal-

La bruja mala se enfureció y llamo a sus soldados malos llamados, Moody’s , Stándar & Poor’s y un tal Fitch y les ordeno que atacaran a todos los enanitos de los  alrededores del país de Blankamerkel  que si estaban dormidos, con la idea de arruinar totalmente sus economías y entonces Blankamerkel, tendría que salir de su reino para ayudarlos, así la podría coger y darle a comer manzana emponzoñada y dejarla sin fuerzas y dormida.

Así lo hicieron los soldados malvados y poco a poco armados  con sus calificaciones de riesgos, fueron arruinando uno a uno los enanitos más tontos y poco trabajadores de los alrededores, así arruinaron completamente a 6 y dejaron a otros dos o tres bastante maltrechos, entonces la bruja mala pensó en que era ya el momento de hundir el reino de la Blankamerkel, y durante un año ataco y ataco una y otra vez hasta conseguir casi robarle el corazón de la canciller que se llamaba Euro.

Blankamerkel aguanto pero se dio cuenta que no podía mantener unidos a todos sus 17 enanitos, las manzanas emponzoñadas habían causado mucho daño en sus cerebros, y no podían pensar con la claridad de la Blankamerkel, solo podía fiarse de unos pocos ocho en concreto, así que decidió unilateralmente coger al más apuesto de los que quedaban en buen estado de salud, y juntos organizar la defensa de los intereses de su reino y de su corazón el Euro.

Nueve es el número mínimo de “enanitos” que pueden adoptar acuerdos de mayor cooperación según las reglas de la UE. Si se llega a ese número, el nuevo Pacto, que conllevará un control presupuestario más estricto, se podrá aprobar. A Blankamerkel le satisface esa fórmula por dos motivos evidentes: el tiempo y la simplicidad de ponerlo en marcha.

Si se optará por modificar los Tratados de la Unión Europea, las negociaciones entre 27 enanitos no sólo se prolongarían durante largos meses, sino que el 'no' de cualquiera de ellos, como el de la diminuta Eslovenia (que ya paralizó un acuerdo sobre la ampliación del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera, FEEF), daría al traste con la propuesta, ya que se necesita alcanzar la unanimidad.

Demasiados riesgos y demasiado tiempo, para un acuerdo que pretende atajar la más profunda crisis de deuda en la historia de la UE. Blankamerkel y el enanito sabio Sarkozy, presentarán esta propuesta en la próxima reunión programada para el 9 de diciembre, aunque se espera que vayan desvelando más detalles de su plan esta misma semana, y de salirse con la suya, y conseguir la firma de esos nueve enanitos, el acuerdo podría ponerse en marcha en enero o febrero de 2012, un tiempo meteórico si se compara con el necesario para la modificación de un Tratado, nunca inferior a un año.

Blakamerkel, sin embargo, tampoco renuncia a esto último, ya que quiere que haya un mecanismo europeo de castigo para aquellos enanitos, que no cumplan con el actual pacto de Estabilidad. Sin embargo, ahora, lo que urge es acabar con la debacle de la deuda con una solución rápida. En el grupo de enanitos que formarían parte del club, dicen que estarían el burlón Italia y el  siempre indignado España. Su inclusión es vital para los dos, ya que los firmantes tendrían el apoyo permanente del BCE, que actuaría de forma contundente en los mercados para mantener bajos los intereses de la deuda soberana de todos estos 9 enanitos.

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