Los diferentes gobiernos españoles y hoy todavía más el gobierno del PP, el
cual ya está preparando la nueva mayoría de derechas española, preparando de
antemano la más que posible pérdida de la mayoría absoluta por parte del PP en
las próximas elecciones aliándose con UPD. Como ejemplo de esto, está el hecho de
la inclusión de la propuesta de UPD para imponer la inmersión total de la
lengua castellana en España (no solo en castilla), que sería lo lógico.
Pero en definitiva el gobierno de España no considera el “Estado” español
más allá de Madrid, desde esta posición de capitalidad central y centralista
cuidan sus propios intereses, económicos y de poder, acusarlos de centralistas
no es nada más que reflejar la realidad de siglos de historia, en España un
político, un noble, un militar, un banco, todo aquello o aquel que quiere
sentirse o ser importante en el estado español, no tiene más remedio que
situarse en Madrid capital de la centralidad total de España.
Por todo eso es difícil sustraerse de usar la nomenclatura genérica de
España para revelarse desde Catalunya contra una situación de injusticia e
incomprensión, que probablemente no es general en la sociedad española, pero
que si lo es y de qué manera en la sociedad y los políticos de derechas, y
también sin duda los de izquierdas aunque sea obrera.
Todos los reproches que desde la política central española se vierten
contra el sentimiento catalán, tienen su misma contrapartida en sentido
contrario. Dicho de otra manera más entendible, tanta antipatía produce el ser
y sentir catalán a la política Española, como el absolutismo y la imposición
del centralismo político nacional español venga del lado que venga, produce en
el sentimiento catalán.
Es inútil seguir el camino de la política de la buena educación y la
negociación, Catalunya debe tomar conciencia de que debe enfrentarse de una vez
a su destino final, no hay otra alternativa, no se debe continuar enmascarando
una situación tan real como irreversible en ambos sentidos. El problema
principal es que la acción a tomar debe de surgir del débil, es decir de
Catalunya, España tiene todo el tiempo y toda la fuerza legal incluso la que
todavía no está escrita, y que le permite hacer lo que quiera y le proporciona
todo el tiempo a su favor. Intentar desde Catalunya hacer una política educada
cuidadosa evitando al máximo conflictos políticos o incluso sociales es dar la
guerra por perdida por pura inanición.
Sea lo que fuere, lo que está claro es que no será España la que tome la
decisión de echarnos de su imperio por antipáticos y mal agradecidos. Esto es
así y debería entenderlo toda la clase política catalana. Y yo pediría que lo
hiciese su sociedad con más fuerza si cabe. Hay que hacer algo ya, si hay que
plantar cara a España, si hay que decir basta, o todo lo contrario, es una
cuestión que primero debe decidir Catalunya y su gente, y esto no se puede
prorrogar mas, pues el daño que nos estamos haciendo es mucho y muy profundo, y
no lo duden ante esta duda siempre sale perdiendo el más débil es decir
Catalunya.
Ahora en el momento actual con la situación de precariedad que se apunta
cada vez más en España, y desde la misma Europa continental, en la que se
tambalean todas las uniones relativas, debido a que afloran las grandes
diferencias económicas y políticas entre los países europeos, es el momento de
tomar una decisión, porque en estos momentos la afectación de España sobre
Catalunya es enorme.
Estamos a punto de ser barridos del mapa engullidos por la ruina económica
española, y si esto ocurre definitivamente, nunca más Catalunya será
diferenciada del resto de España, ni por el resto de europa, ni por nadie en el
mundo entero, habremos sucumbido como los Kurdos o los Apaches americanos
aunque en nuestro caso no ante un ejército, sino en medio de una economía
tercermundista y una política ejercida por políticos de poco talante
democrático, que nos anularan para siempre porque nunca más tendremos la mas
mínima fuerza que nos permita emprender un camino independiente.
Para el conjunto de la nación española dicho claramente, ni siquiera
contamos ni les importamos un comino. Pero es que el problema no está en la
sociedad española, si no en la ente política y económica española, que si sabe
que no puede prescindir de esa parte de PIB, que surge año tras año desde este
extremo de la geografía ibérica, y lo que es peor encima se burlan de nosotros,
a ver si lo entendemos de una vez, España no nos va a dejar preguntarnos si
queremos solo catalanes es que ni siquiera nos dejaran preguntarnos si queremos
ser españoles porque para ellos es nuestra obligación y el que no lo siente así
está en un error.
No podemos seguir así, no es justo, ni para los que nos sentimos catalanes,
ni para los que se sienten españoles, lo dije una vez y lo repito, a mi no me molesta
ser español, lo que me molesta es que me desprecien, me usen y abusen, y me
quieran anular el ser catalán por el simple hecho de pensar, hablar, y no
sentir lo mismo que una parte de España. Por eso reclamo de mis gobernantes que
es hora de tomar una decisión final y definitiva.
O abandonamos el hecho nacional catalán y tomamos conciencia absoluta de
ser solo españoles, o todo lo contrario, planteemos oficialmente y ante las
autoridades españolas, quieran o no, la firme decisión de iniciar el proceso de
secesión de nuestra pequeña nación sin más preámbulos, y si no están conformes,
que sean ellos los que recurran a los estamentos internacionales, y expliquen
sus motivos y lo malos que somos, y a ver si les hacen caso, esto debe
enfocarse así y no desde Catalunya. Con educación, cuidado, y parlamentos,
jamás llegaremos ni siquiera a preguntarnos, como decía antes, si queremos ser
españoles.
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