“Los catalanes” celebraremos hoy la
Diada Nacional con dos actos bien diferenciados pero complementarios porque uno
sin el otro no se entenderían, por un lado los actores gubernamentales,
políticos, e institucionales, manifestaran públicamente su reconocimiento a
unos hechos dolorosos pero heroicos acaecidos en 1714, hechos guerreros y luctuosos
que terminaron con la capitulación de Catalunya entregándose a las fuerzas
españolas fieles al rey Felipe V, con ello se ponía un punto final a la guerra de sucesión española, y a la
perdida de una gran parte de la identidad nacional catalana que fue sometida
por parte de los vencedores.
Por otro lado hoy y ya por segundo año
consecutivo la sociedad civil “el pueblo” se lanza a la calle para en este caso
si “celebrar” casi como una fiesta el hecho de querer volver a ser una nación diferente,
de volver a ser un país Catalunya, para enseñar a quien lo quiera ver este propósito
el pueblo catalán volverá a salir a la calle de forma casi masiva y volverá a
exigir con razones y sin ira la petición
renovada de separarse de España. Aquella que desde 1714 ha seguido manteniendo
la intención de ahogar el sentimiento catalán para obligar al pueblo a sentirse
España, cosa que a la vista esta no han conseguido,
El porqué de esto, es casi
incomprensible, cuatrocientos años de sumisión de imposición de una cultura
distinta, de una lengua diferente, de estar bajo el gobierno de políticos ajenos
al pueblo, y de una educación civil totalmente castellana o española (hasta hace
unos 30 años) no han podido doblegar el sentimiento catalán, y digo esto porque
en muchas opiniones de políticos y personajes de la cultura más nacionalista
española, se achaca la situación de rebeldía actual, a que el pueblo catalán ha
sido educado contra España por la educación del actual sistema de la autonomía,
y no señores el pueblo catalán en todo caso, habrá sido educado contra España por la cultura española aplicada sin cuartel
durante 370 años, así que no nos echen a nosotros los dominados, la culpa del
dominador.
Así pues hoy de nuevo, evidentemente
si se cumplen las expectativas los catalanes volveremos a mostrar públicamente la
idea de que queremos luchar por la independencia nacional de nuestro país y por
eso si que podremos ser denominados por los españoles como “los
independentistas catalanes” Cientos de miles de catalanes planeamos formar una
cadena humana de 400 kilómetros a lo largo de la comunidad, desde la frontera
con Castellón hasta la frontera con Francia.
Uniremos nuestras manos en una fila
continua, para reivindicar nuestra unión y no como en algunos comentarios he leído
para celebrar la derrota de las fuerzas catalanas el 11 de septiembre de 1714
ante Felipe V después de un asedio de 13 meses a Barcelona. Esta efemérides se
celebra oficialmente en Barcelona y está dirigida y organizada por el gobierno
catalán como antes ya he hecho referencia.
Los manifestantes en la vía
catalana, buscamos reforzar la lucha por la secesión después de que el 11 de
septiembre del año pasado se celebrasen multitudinarias marchas a favor de la
independencia. Aquella primera oleada de fervor separatista llevó al presidente
de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, a comprometerse a celebrar un
referéndum en 2014.
Lo curioso de esta situación es que
ha transcurrido un año y las espadas no solo no se han envainado si no que
siguen en alto, las españolas lanzando estocadas una tras otra, y las catalanas
parando los golpes y manteniendo a raya la agresividad del nacionalismo
español, y lo más curioso que las encuestas apuntan que cada vez hay más
“españoles catalanes” que van tomando partido por la conveniencia de la independencia
unos porque no entienden porque España no toma conciencia de la situación y no
actúa por ejemplo como lo hace Gran Bretaña con Escocia, otros porque han hecho
cuentas de verdad y ven que es cierto que un país autónomo con 7.6 millones de
habitantes y un PIB de 30000 euros por cápita es mucho mejor y más cómodo que
la España actual llena de desempleo problemas y totalmente desindustrializada.
Rajoy dijo el viernes que esperaba
que se pudiesen hacer "cosas razonables" con Cataluña y que estaba
dispuesto a continuar con las conversaciones que iniciaron en secreto en
agosto. Horas antes, Mas había dicho que no convocaría un referéndum a menos
que tuviese luz verde del Gobierno central, y que incluso podría retrasarlo
hasta 2016. Pero me temo que todas estas manifestaciones son simplemente
palabras para dejar pasar el tiempo y los acontecimientos, de hecho yo creo que
la realidad hoy es que a los catalanes nos ilusiona la independencia, aunque
nos caiga el mundo encima como nos aseguran los nacionalistas españoles que no
cualquier arreglo o concesiones por parte del gobierno español.
Son ya muchos en Madrid y Barcelona que
creen que Rajoy y Mas, no tienen otra opción que negociar, Rajoy necesita que Mas
asegure los recortes presupuestarios y las reformas económicas aplicadas en la
autonomía, que representa alrededor de una “quinta parte de la producción
económica de España”, Rajoy y su gobierno han tomado como arma, para
contrarrestar el auge independentista nacida desde la vertiente material,
anunciar que España se está recuperando más rápido de lo esperado de una crisis
económica de cinco años, también quiere dar una imagen de estabilidad en el
extranjero, para que muchos catalanes se lo repiensen, pero no cuela la
situación económica española no se recupera y su prestigio internacional está
por los suelos, para muestra el fiasco Olímpico.
No creo que haya alternativa de
dialogo y Madrid y Cataluña tienen que reconocer que tienen un problema común
que hay que resolver buscando una solución compartida deseable para cada
uno", ya la posible base para un acuerdo de un nuevo pacto fiscal que
permita a Cataluña tener más que decir sobre impuestos y limitar el importe de
transferencias financieras que hace cada año al resto de comunidades españolas,
creo que ha quedado superada porque ni los catalanes ahora nos la creeríamos y
porque a los españoles en general no la admitirían,
Las cosas hay que llevarlas al
terreno más político hay que aceptar la realidad catalana y amoldarla para que
su más que probable segregación no represente un deterioro imposible de
soportar por ambos países se me ocurren soluciones como la creación de una
unión de naciones ibéricas en que se estudien formas de colaboración económicas
y comerciales etc. etc. que permitan hacer una transición más suave que la de
la rotura intransigente del ahí te quedas, y ahora veras, que es la que me temo
desearía optar la inexistente pero abrumadora fuerza nacionalista española si
no hay una vuelta atrás por parte de Catalunya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario