Contradicciones
y batallas política y económicas, las acciones de desprestigio, las acusaciones
falsas o poco probadas, el augurio de las siete plagas de Egipto, y mucho mas, son
las acciones planteadas, por toda la política española, contra Catalunya y lo catalán,
son ya tan abundantes y comunes que no hacen efecto alguno, estos hechos que
empezaron a un ritmo cadencioso hoy se han convertido en tesis de escritores
cronistas políticos a la búsqueda de ver quien la dice más gorda y quien asusta
mas, en ningún caso hay nada ni nadie que se le haya ocurrido dar un
razonamiento que produzca la acción contraria es decir que Catalunya se lo
piense otra vez.
Catalunya,
cuyos objetivos en estos momentos son dos: mantener un “status quo” con el
gobierno central de España, y paralelamente buscar la forma legal que pueda
ofrecer un camino hacia la creación de un país independiente. No actúa de forma
agresiva, salvo que los políticos españoles consideren que no pensar o acatar sus deseos
es una agresión, desde aquí no auguramos desgracias a España si no nos concede
el derecho básico de simplemente hacer una consulta por votación popular, ni
nos inventamos acusaciones sobre personajes prominentes españoles etc.,
simplemente hacemos estudios y preparamos los fundamentos orientados hacia el
posible final que es el que suspiramos.
Esta es la
actual situación ni más ni menos, además la presencia en prensa y en los
juzgados españoles, de la degradación política real y sin paliativos de la
política española, quita todavía más la fuerza de aquellas acciones ya
descritas pero se ha desatado un vendaval de acciones de todo tipo, y desde
todos los estamentos españoles, es decir, desde el gobierno, pasando por la
oposición y por el cuarto poder, ese que se denomina libre e independiente y
que desde luego ni es libre ni mucho menos independiente que ya es muy difícil de
canalizar. Esta realidad incuestionable, yo no tengo claro cuál es el objetivo
que persigue, no sé si lo que pretenden es que se evolucione hacia una mayor
velocidad de los acontecimientos, sean cuales sean sus consecuencias, o todo lo
contrario que el descontrol, la presión y las amenazas, hagan que se detenga.
En mi
opinión creo sinceramente que lo que se pretende es la segunda posibilidad,
pero lo que también creo, es que tal y como se plantea lo que conseguirán será
la primera, estoy convencido que ni la actitud de guerra feroz y sin miramiento
alguno, ni la contraria de “a enemigo que huye puente de plata”, son en el caso
que nos concierne las medidas a adoptar. Verán yo comprendo que a España no le
puede gustar ni interesar que se quiera segregar una parte conquistada y
sometida, desde hace ya 300 años, lo que no entiendo, es que encima se culpe al
conquistado por querer dejar de serlo, porque creo sinceramente que algo tendrá
que ver con esto el “conquistador”.
Porque digo
esto, pues verán, si después de 300 años el pez grande no se ha comido al
chico, es que o no ha sabido devorarlo y digerirlo, o el pequeño no es tan
pequeño y además resulta incomible e indigesto. Esta es la realidad, son ya
trescientos años desde el sometimiento por la fuerza de Catalunya por España, y
en tres siglos España no ha podido doblegar el espíritu catalán. Yo quisiera
hacer ver a mis conciudadanos españoles, que este hecho no lo duden se debe más
al comportamiento del grande que no del pequeño, yo no sé qué Historia de
España les han explicado en las escuelas, pero si se que les cuentan en los
periódicos, y como se habla en los comentarios y tertulias televisivas, y creo
que todo eso tiene la culpa del porque, muchos españoles nos echan la culpa de
ser catalanes.
Ahora quizás
las cosas se van a complicar y mucho, porque aquí en Catalunya, mucha parte de
la sociedad quiere dejar de pertenecer a una nación que por lo visto y oído, la
odia, que la insulta, que la acusa de las mil y una barbaridades, y yo vuelvo a
señalar, ¿porque somos tan malos y tan desagradecidos? Y si la respuesta es que
lo somos por naturaleza, entonces la pregunta cambia y es ¿porque nos quieren
mantener y no nos echan? la realidad nadie la dice, pero la realidad es que
después de trescientos años de dominio absoluto, Catalunya sigue pensando en
catalán y España no ha conseguido conquistar su alma, tan solo apropiarse de su
territorio.
Y volvemos
al principio, España se ofende y se revela y va a usar todas las tretas y toda
la legalidad actual para volver a someter a los díscolos catalanes, yo creo que
volverá a equivocarse, porque esto ya lo hicieron, y trescientos años después
seguimos defendiendo lo mismo la independencia como estado propio, y porque,
pues por que España no ha querido nunca entender a Catalunya, integrar su
cultura su forma de ser, y lo más grave no ha querido nunca compartir España
con Catalunya, sino que ha hecho todo lo contrario ha querido desmembrar a
Catalunya ha querido borrar o hacer desaparecer el ser y el sentimiento
catalán.
Ahora
llegado a este momento la situación puede ser muy comprometida, España puede
hacer mucho daño a Catalunya, pero si este es el camino que toma para conseguir
que la decisión catalana cambie, todo el daño que cause España, se le volverá
contra ella misma, si hunde la economía catalana, que es una de las
posibilidades, hundirá su propia economía, porque además de atacar la economía
general de España, atacará a los millones de españoles que viven y trabajan en
Catalunya, y muchos de ellos verán asombrados él porque Catalunya quiere ser
independiente y quien la está atacando, y quien sabe pero en circunstancias
como estas muchos “fieles soldados” cambian de bando.
El asunto es
feo muy feo y lo digo como catalán, pero ya no hay más remedio que afrontarlo,
así que esta es la moraleja, no deberíamos tratar de evitar la situación sino
todo lo contrario ver cómo se pueden obtener los dos objetivos sin necesidad de
destrozar a ninguno de los dos, porque no lo duden o se hace así, o los dos o
al menos uno saldrá mal parado
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