Los “Brics” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),
un término en desuso. Se comenzó a emplear este concepto en 2001, fue el
entonces economista jefe de Goldman Sachs, Jim O'Neill, quien comenzó a usarlo.
Estos países estaban llamados a dominar la economía mundial en el futuro, sin
embargo, la fuerte crisis que atraviesan Rusia y Brasil ha podido acabar con
este nombre para dar a luz la nueva denominación de “Ticks”, que incluye a
Corea del Sur (Korea en inglés) y Taiwan. Dos países que se están
especializando en el sector tecnológico de alto valor añadido, una estrategia
que puede ser el mejor escudo para detener en seco las turbulencias económicas
globales.
Es importante esta nueva definición porque
indirectamente muestra muy claramente que las bases en las que se sostenían los
Brics no eran todas bases sólidas o de futuro básicamente los Brics se caen por
dos países cuya economía no era transversal sino casi mono producto es
indudable que la fortaleza de Rusia era el petróleo y sus precios y la de
Brasil en principio lo mismo ni una ni la otra tienen unas industrias ni
tecnologías punteras, lo cual enseña creo yo al mundo y a las naciones que no
se puede basar la economía moderna en una sola actividad o producto que no
tenga cuando menos la posibilidad de evolucionar continuamente creándose así la
renovación de su propio mercado.
Tal y como explica el prestigioso diario Financial
Times, este cambio de cromos en la lista de países con más futuro dice
mucho de lo que se espera de la economía en el futuro. Mientras que Rusia y
Brasil son países con una gran dependencia de las materias primas, Taiwan y
Corea del Sur son potencias tecnológicas, un sector que está demostrando ser
más estable y menos vulnerable a los movimientos del ciclo económico y cumplen además
con la condición que antes comentaba, tienen siendo el mismo producto como base,
una evolución constante.
Al calor del petróleo a 100 dólares y del elevado
precio de otras materias primas muchos países lograron fuertes tasas de
crecimiento, bajo desempleo y niveles de deuda pública casi inexistentes. Sin
embargo, cuando la marea de las materias primas comenzó a bajar a mediados de
2014, se ha visto que algunos de estos países dependían excesivamente de
las commodities y sus precios. Y se ha visto claramente
que ni las comoditis, ni el petróleo se puede modernizar y cambiar como para
poder alterar precios competitivos u ofertas diferenciadas.
La tecnología gana frente al petróleo Stephen Holden,
fundador de Copley Fund Research, que asesora en 120 fondos de inversión en
mercados emergentes, explica que "los Brics ya no son el motor del
crecimiento de los mercados emergentes. Ahora existe un nuevo orden de las
cosas". "La tecnología es un sector al alza y el consumidor está
invirtiendo en estos productos ahora. No creo que las personas sean conscientes
de esta nueva historia en los mercados emergentes, al menos no tanto como
deberían de estarlo. Ellos piensan en Brasil, Rusia; grandes potencias
energéticas, con fuertes empresas. Pero esto ha cambiado radicalmente".
Richard Sneller, director de renta variable emergente
en Baillie Gifford, cree que "algunos mercados emergentes se están
adaptando al gusto de los consumidores más jóvenes, se adaptan a la tecnología,
al comercio electrónico, a las tiendas online, incluso mucho más rápido que
EEUU". En estos últimos años se ha producido una fuerte rotación, las
industrias y empresas dedicadas a las comoditis y al sector primario están
siendo superadas por las tecnológicas. Las empresas digamos tradicionales que
utilizan mucha mano de obra y que trabajan con primeras materias dependen del
precio de las mismas, mientras que las que trabajan con tecnología dependen de
su trabajo e inversión.
Con este ejemplo de la caída de los “Brics” para dejar
paso a los “Ticks” queda claro que el futuro de las nuevas economías está en la
transversalidad de las mismas ya no se puede pensar en economías basadas en un mono
producto ni tan siquiera deberían confiarse los ahora Ticks porque no lo duden
en unos años sus tecnologías habrán dejado de ser su diferencia frente a otros
mercados.
Estamos otra vez ante la temida palabra GLOBALIZACION
que se ha apoderado del mundo y que como he dicho muchas veces, nos ha hecho
mucho daño al mundo occidental. Ahora deberíamos haber aprendido y aplicar la globalización
en nuestras economías en el aspecto producción.
Hay que industrializar Europa en forma globalizada, es
decir, hay que ponerse a trabajar en nuevas tecnologías, al tiempo que buscamos
como mejorar las energías, ver cómo podemos fabricar infraestructuras
revolucionarias, como por ejemplo carreteras que se iluminen las calzadas por la
noche mediante líneas de corriente eléctrica que a la vez, sirvan para poder
alimentar de energía a los nuevos coches y vehículos eléctricos, dándoles una
ilimitada autonomía mientras circulen por estas carretas y autopistas electrificadas,
y todo esto sin olvidar seguir haciendo muebles, electrodomésticos y por
supuesto, cohetes espaciales de ida y vuelta, esto será el futuro próximo.
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