lunes, 25 de enero de 2016

SE VA CERRANDO EL CIRCULO QUE AHOGARÁ DEFINITIVAMENTE A LA UNION EUROPEA

La cuenta atrás para encontrar una solución que evite la desaparición de la zona de libre circulación Schengen ha arrancado y el futuro de este espacio, uno de los grandes logros de la UE, estará este lunes entre uno de los platos fuertes del almuerzo que mantendrán los 28 ministros de Interior en el consejo informal que celebran en Ámsterdam. La cita llega precedida de graves advertencias – tenemos menos de dos semanas para encontrar una solución-, según admitía la semana pasada Donald Tusk. Lo peor de esta situación es que otra vez la UE se niega a ver la realidad mi pregunta es clara ¿Cómo quieren que Grecia garantice el control de refugiados si apenas puede controlar que cobren, vivan y coman sus propios habitantes?
Si el Gobierno de Atenas no hace más para asegurar las fronteras exteriores tendremos que discutir abiertamente sobre la exclusión temporal de Grecia de la zona Schengen”, advertía en una entrevista este pasado sábado la ministra de interior austríaca, Johana Mikl-Leitnera, poniendo una vez más el foco sobre la principal vía de entrada hacia Europa de refugiados y por donde llegaron en el 2015 en torno a 880.000 personas, según el último balance de la agencia Frontex. “Cuando un firmante de Schengen no cumple con sus obligaciones de forma permanente y solo acepta ayuda de forma vacilante no debemos descartar esta posibilidad”, de excluirlo del sistema.
Lo que clama al cielo es que Austria no es el único Estado miembro que considera que Atenas no está haciendo todo lo posible para vigilar sus fronteras y evitar que los miles de refugiados que llegan a sus costas pongan rumbo hacia el norte de Europa. Este éxodo ha llevado a media docena de países a introducir controles temporales en sus fronteras internas con el objetivo de ralentizar e impedir el paso de más refugiados. Entre ellos la propia Austria, que ha anunciado además un techo máximo anual de refugiados de 37.500 este año, y también Alemania, Suecia, Dinamarca, Francia y Noruega, que los introdujo el 13 de septiembre del 2015.
Eso significa que, teniendo en cuenta las reglas actuales que fijan el período máximo de controles temporales en los seis meses, no podrían extenderse más allá del 13 de mayo. Pese a las limitaciones policiales, el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, ya ha dicho que seguirán aplicándolos en febrero y seguramente más allá. De ahí la urgencia por buscar soluciones. Y la única alternativa, admiten fuentes del Ejecutivo comunitario, es activar el artículo 26 del código de fronteras Schengen que permite la reintroducción de controles hasta un período de dos años.
Ese paso exige previamente una evaluación de la situación de las fronteras exteriores que ya está actualmente en curso sobre las de Grecia. Si el resultado confirma la persistencia de deficiencias, Bruselas activará la segunda etapa del proceso de acuerdo. Es decir, propondrá medidas correctivas y tres meses para aplicarlas. Si no cumple, la Comisión propondría al Consejo la reintroducción de los controles.
Si Schengen colapsa toda la estructura europea empezará a colapsar, alertaba este domingo en la televisión Mega TV el comisario Dimitris Avramopoulos, rechazando de momento las advertencias de expulsión de Grecia de la zona Schengen. La realidad es que el sistema de asilo de Dublín (que obliga al primer país de entrada a gestionar las solicitudes de asilo) es inaplicable dado el enorme flujo migratorio que registra Grecia y que si Europa quiere salvar el espacio Schengen. “la única alternativa es la reforma de la política de asilo”, insisten fuentes comunitarias. La nueva propuesta de Bruselas llegará en marzo. Para entonces Europa deberá haber encontrado la fórmula para salvar un espacio Schengen que muchos dirigentes europeos, como el expresidente francés Nicolas Sarkozy, ya han dado por muerto.

En la agenda de la reunión también figura la respuesta al terrorismo y cómo mejorar el intercambio de información, la inauguración de la unidad antiterrorista creada dentro de la agencia de policía Europol, la creación de una guardia de fronteras europeas y un repaso al plan de reubicación creo que ambos temas son el mismo pero la unión Europea está completamente confundida porque no quiere poner encima de la mesa la realidad, que no es otra que las estructuras económicas y políticas no están unidas como debería ser y las posibilidades de hacerse cargo del enorme coste de toda la “operación emigración” nos va a hacer quebrar. Luego que alguien me diga que no tenía razón cuando decía que esto no era una emigración normal, sino una operación de invasión y ataque al corazón de Europa.

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