domingo, 24 de enero de 2016

LA INMIGRACION DESCONTROLADA Y EL DESCONTROL DE LAS ELECCIONES TEMAS RECURRENTES


Uno cree que es una casualidad y no tiene nada que ver una cosa con otra, pero es que llevamos meses enzarzados en los dos acontecimientos durante más de seis meses estamos desbordados con el drama de la migración de personas procedentes del norte de áfrica básicamente Siria que llegan absolutamente en tropel a Europa ya sea por mas o por tierra sus muertos se cuentan a miles y sus vivos a millones (menos mal).

Pero posiblemente no sea así porque lo que nadie sabe son los millones de muertos que debe haber en sus guerras de origen para que personas de todo estatus y edades decidan emigrar jugándose la vida para no perderla en sus propias casas eso a mí me indica que los que huyen tienen la certeza que es más seguro perder la vida en su casa que no en la huida luego como siempre digo si queremos ayudar de verdad hay que hacer lo que sea para parar el genocidio a que están sometidos en sus propios países.

El descontrol de las elecciones es un hecho que está ligado a la curiosa coincidencia del hecho que primero en Catalunya se necesitaron semanas de negociaciones y tres investiduras para consensuar un presidente que además no fue el propuesto por los vencedores de las votaciones electorales y que todo el proceso fue objeto de la crítica más dura contra el proceso catalán de independencia.

Pero es que la historia se repite también en las elecciones españolas donde no hay ganador y donde también van pasando las semanas sin que se aclaren con el añadido de que el político con más votos y con la nominación del Rey para el acto de investidura la “demora” y le dice al rey que necesita más tiempo porque de momento no tiene posibilidad alguna de ganar la investidura y así en un acto de honorabilidad retiene todo el proceso de elección de nuevo gobierno en España esperando a ver si llueven apoyos del cielo y nos deja a todos con el Rey incluido con un palmo de narices haciendo un ridículo espantoso.

El problema de las elecciones españolas en el fondo va a quedar como unas elecciones para la historia y no tendrán más importancia que eso, pero lo que más preocupa es la crisis de los refugiados que está llegando a un punto crítico que demanda un golpe de timón. La canciller alemana, Angela Merkel, se está quedando aislada en su política de acogida sin que se vislumbre una alternativa que permita afrontar el problema y evite una situación de sálvese quien pueda de peligrosas consecuencias para la construcción europea.

La canciller no solo está siendo contestada de forma pública en su propio país también en el conjunto de la UE. Lo lamentable es que Merkel está siendo cuestionada no porque su propuesta de gestión comunitaria de la crisis sea desacertada, sino precisamente porque no ha encontrado el apoyo necesario para aplicarla. Y quienes más la culpan son quienes menos dispuestos se muestran a contribuir a la solución. Esta es la cuestión, la situación que Ángela Merkel ha creado y que propone NO ES LA ADECUADA, si lo fuese los demás la hubiesen seguido y no lo es porque no ataca el problema, sino que en realidad lo extiende y lo prolonga.

La situación de bloqueo a la que se ha llegado puede tener consecuencias en el Tratado de Schengen. Y también empieza a poner en peligro la propia Unión Europea porque la está dividiendo claramente entre los que acogen y los que no acogen inmigrantes en la proporción que Alemania quiere. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, ha advertido de que, si en dos meses no se encuentra la manera de controlar las fronteras exteriores de la UE, la libre circulación de personas que rige en 22 países saltará por los aires. Y dos pesos pesados como Francia y Holanda se han sumado a las advertencias. El primer ministro francés ha dicho en Davos que Europa no puede acoger a todos los refugiados que llegan porque desestabiliza a los países que los reciben, y su homónimo holandés ha avisado de que el propio proyecto europeo corre peligro si cae Schengen.

El problema es la perspectiva de continuidad de los flujos. Ni el crudo invierno ni los temporales marinos han disuadido a los migrantes, que siguen llegando y muriendo en el intento. Alemania recibió en diciembre entre 2.000 y 5.000 refugiados diarios. Si la distribución del millón y medio que llegó en 2015 resulta imposible, la perspectiva de tener que ubicar a otros tantos en 2016 desestabiliza por completo la política europea cosa que es lo mismo que decir que desequilibra la Unión Europea, hecho que el que les escribe ya viene diciendo desde hace meses porque no se trata de una inmigración controlable porque es de una envergadura tal y compuesta por una simbiosis de personas que no es uniforme en sus causas de emigración unos huyen y con ellos llegan sus propios perseguidores con el objetivo que están consiguiendo trasladar el la desestabilización de sus lugares de origen a Europa. 

¿Qué hacer? Intervenir sobre las causas llevará un tiempo que puede no ser corto, y mientras será difícil contener a los millones de desplazados que ya se encuentran en Turquía o Líbano. Europa no puede, por otra parte, renunciar a su política de acogida sin dañar uno de los fundamentos de su identidad. La única salida es la contraria de la que la inercia apunta: no menos, sino más Europa. Si algo se ha visto en esta crisis es que la debilidad de Schengen no radica en que haya suprimido las fronteras interiores y eso se convierta en un problema, sino que esa medida no se ha completado con un sistema comunitario de control de las fronteras exteriores. Ahora es urgente. No para sellar cualquier acceso de refugiados, sino para ordenar y encauzar los flujos.

Pero esto es una absoluta fantasía de los políticos porque donde está esta “más Europa” no hay más Europa lo que están pretendiendo es que Turquía Egipto y los Balcanes supongo, se conviertan en una Europa llena de inmigrantes no europeos esto no nos engañemos es acercarnos todavía más el problema de fondo que provoca este efecto migratorio y desestabilizador. Los posibles países de llegada no podrán contener ni gestionar la avalancha. Mirar para otro lado no resuelve nada. La solución tiene que ver con controlar de una vez en su lugar de origen los problemas que causan la emigración y pararla allá y no sigamos engañándonos si hay que ir con las fuerzas militares a cambiar la situación en Siria y derrotar militarmente le “EI” hay que hacerlo y deprisa.


Quienes pretendemos beneficiarnos de las ventajas del libre comercio y la libre circulación y del mercado europeo y su organización debemos asumir también ciertos deberes y responsabilidades, pero esto no significa aceptar los problemas de los demás introduciéndolos y diluyéndonos en nuestras fronteras sino en coger a estos inmigrantes organizarlos y juntarlos con nuestras propias fuerzas militares y marchar con ellos a ayudarlos a que puedan restablecer su hogar de donde les han echado. Y si la Unión europea no es capaz de entenderlo y su intención es aceptar que los tiranos dictadores y los inflamados militantes islamistas sigan conquistando terreno y enviándonos a los expulsados es evidente que esto no parara por mucho que hagan “más Europa” y la pregunta dentro de unos meses será ¿y ahora donde vamos los europeos que no cabemos en nuestra Europa? 

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