domingo, 31 de enero de 2016

ESPAÑA TENDRÁ UN GOBIERNO DE PACTOS ¿SERA LA NUEVA ERA?


Parece claro que por primera vez después de la transición España se dirige a componer un gobierno de pactos y lo más impensable hace unos meses, no monocolor, es decir se vislumbra una coalición entre dos izquierdas y una derecha que aun presentando un aspecto muy joven quizás sus ideas sean todavía muy retrógradas, pero ya veremos, la verdad es que creo que puede ser un gran paso para España no sé si llegara a ser definitivo para que surja una nueva España del siglo 21 pero lo que sí es seguro es que una sacudida así es necesaria.

No va a ser fácil porque todavía la clase política española está demasiado repleta de personajes arraigados a las viejas políticas y costumbres así que el que parece puede ser el nuevo presidente español Pedro Sánchez ha tenido que jugar al viejo juego de la política española ese de que todos ganan, cuando la realidad es que todos pierden así Sánchez ha tenido que inventarse una especie de PSOE que se gobernara por consulta popular, muy democrático pero creo que excesivamente lento y problemático para la situación política en que se encuentra España.

¡Haremos una consulta a la militancia del PSOE!, ha anunciado Pedro Sánchez al término de su intervención en el comité federal, provocando un cerrado aplauso de los fieles que defienden su empeño de intentar llegar a la Moncloa, así como la irritación de los dirigentes críticos que rechazan un acuerdo que califican de envenenado e imposible. (Lo que decía antes, eso de gobernar en coalición y con diferentes políticas no lo acaban de entender) los recelos a un acuerdo con Podemos suscitan un amplio rechazado entre los dirigentes y barones socialistas (viejos y jóvenes) Felipe González a Susana Díaz, por ejemplo, así con la promesa de consulta a las bases Pedro Sánchez ha disparado su última bala, después de que algunas federaciones hayan logrado finalmente situar el próximo congreso federal en el mes de mayo.

Así que, si el PSOE es llamado a intentar la investidura, porque renuncie Mariano Rajoy o porque se ve imposibilitado para poder hacerlo como consecuencia de los últimos cuatro años de gobierno, el PSOE tenderá la mano a la izquierda y la derecha, sin frentes. Esta es la gran novedad el gran salto a la España del siglo 21 España (su gobierno) se verá en la tesitura de tener que gobernar no solo para una tendencia política como hasta ahora ocurría sino que deberá buscar una política más común y generalista deberá gobernar más los aspectos sociales, repartir mejor los impuestos para que afecten con más lógica a ricos y trabajadores, pero tendrá también que cuidar de las grandes empresas de las grandes fortunas, porque lo lógico es que por mucho que diga Sánchez si se apoya en Podemos y en Ciudadanos tendrá en el gobierno las tres grandes variables de la sociedad y la política, es decir la popular, la socialista y la conservadora.

Sánchez ha argumentado: “Fui elegido secretario general por el voto directo de la militancia, y entonces dije que en aquellos momentos decisivos de la historia de España que necesitaría del concurso y del apoyo de la militancia también contaré con su opinión y escucharé claramente a la militancia de base”. Os pido que de aquí salgamos como lo que somos, que demostremos que el PSOE es uno. Y ante la encrucijada en la que se encuentra España, el PSOE dé un paso al frente y no elude sus responsabilidades. Estamos en pie para transformar otra vez España. Lo hicimos dos veces, y lo volveremos a hacer una tercera”.

Para el PP el resultado de la digamos victoria de Pedro Sánchez no es más que la constatación de que a Mariano Rajoy le será imposible formar gobierno, ya que si algo ha quedado claro en el cónclave socialista es que los populares no recibirán el apoyo del PSOE. “Vamos camino de nuevas elecciones”. Esta es la conclusión a la que llega la dirección del PP, y no le hace ascos a la opción. Según las encuestas de las que disponen, en una nueva cita con las urnas, el PP aumentaría su apoyo electoral, es lo que decía también anteriormente el PP no se sabe cómo, pero resulta que perdiendo sale ganando es increíble este país.

Pero en el PP son conscientes de que esas hipotéticas nuevas elecciones no le servirán, seguramente, para tener, por si mismos, los escaños suficientes para formar gobierno, e incluso con Ciudadanos, pero entonces creen que el PSOE no podrá negarse una segunda vez a hablar con los populares. Según las fuentes de la dirección del PP consultadas, el resultado del comité federal de los socialistas no cambia nada para el Partido Popular, y sitúa las cosas igual de difíciles para Pedro Sánchez, porque necesita a los independentistas, y un pacto con ellos sigue siendo una alternativa rechazada por los socialistas.

El PP como siempre se hace la historia a su manera para que le cuadre, pero esta vez es imposible porque no está muy lejos de todo lejos de formar gobierno lejos de poder presentar una alternativa creíble a Rajoy y además está lleno de imputaciones lo que le convierte oficialmente creo yo en un partido corrupto tanto que cuando se produzca el relevo del nuevo gobierno tripartito encabezado por el PSOR es muy posible que el PP tenga que desaparecer como tal y refundarse en otro partido de derecha o unirse a ciudadanos.

Al PP no le cabe duda de que el líder del PSOE aceptará el martes, tras su audiencia con el Rey, el encargo de formar Gobierno. El PP no entiende la forma en la que el líder socialista pretende llegar a ser presidente, pero el convencimiento es ese, que irá a una investidura, porque “si es para decir que no al Rey, ¿para qué hace todo esto”, en referencia a las propuestas que han tensado al PSOE y que le obligan a ir a una consulta a la militancia, para intentar sacar adelante un acuerdo con Podemos que Sánchez sabe que los barones no le aprobarían.

Los populares optaron por acelerar una campaña que ya estaba en marcha para intentar presionar a los viejos barones socialistas, a fin de desincentivar un posible acercamiento a Podemos por parte de la nueva sabia del PSOE. Las llamadas nacionales e internacionales de personajes de peso en el mundo político o económico se han multiplicado en estos días. Ha habido además visitas de mediadores (en algún caso voluntarios) a Pedro Sánchez y a otros de sus compañeros para avalar una coalición PP-PSOE-Ciudadanos.

Pero parece que Sánchez, más allá de recibir a algunos de los que han llamado a su puerta para lanzarle mensajes propios o de parte de los populares. No contempla el acuerdo con el PP, por más que sus interlocutores en estos días le hayan alertado sobre hipotéticos riesgos interiores y exteriores; hayan apelado a la crisis con Catalunya; hayan sugerido que él podría tener un puesto de máxima relevancia en un Gobierno de Rajoy o hayan confirmado que el apoyo en el Congreso a los populares se traduciría en respaldo a todos los alcaldes socialistas en sus territorios.

Los pactos con independentistas o radicales, vengan de donde vengan, pueden pesar como una losa sobre el futuro del país. En esa línea se ha pronunciado este sábado la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, quien desde Toledo ha recalcado que “los acuerdos con independentistas o radicales, vengan de donde vengan, pueden pesar como una losa sobre el futuro del país”.

Pero la realidad se ha visto reforzada desgraciadamente para el PP, hace tiempo que los populares abandonaron prácticamente las esperanzas de gobernar en esta undécima legislatura recién estrenada. La irrupción de un viejo caso de corrupción en Valencia, pero con nuevas derivadas, que han supuesto el arresto de docenas y docenas de cargos y amenaza, de nuevo, a figuras de confianza del PP como Rita Barberá, no ayuda. Todo lo contrario, dado que supone un lastre para que Ciudadanos no pueda sentarse a dialogar con el PP, sin mancharse ellos.

Pero incluso con todo esto, los conservadores se obstinan en negarse a sí mismos la realidad y, sin micrófonos delante, admiten que se conformarían con que Albert Rivera líder de Ciudadanos cumpla su palabra de no facilitar un Gobierno de PSOE y Podemos. Eso abriría la puerta a unas nuevas elecciones, que es con lo que sueña ahora el equipo de Rajoy. Por aquello del mal menor.


Una absoluta torpeza a mi modo de ver, porque con lo sucedido en valencia el PP está en estos momentos en el punto más bajo de su autoridad moral para presentar candidatura de gobierno a los españoles incluso los afines al partido el PP debe borrarse de la política española porque está siendo considerado por muchos una organización casi mafiosa y pasar unos años conformando otra formación política, que recoja lo limpio si es que queda algo del actual PP y pueda reflotar con una nueva imagen moderna limpia y más abierta al siglo 21.

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