martes, 9 de agosto de 2011

LOS JOVENES NO TIENEN QUE SALVAR A LA SOCIEDAD.


La juventud no puede salvar a la sociedad, es la sociedad la que tiene que salvar a la juventud. Está ocurriendo un fenómeno social que no es correcto, y que no nos lleva a ninguna consecuencia, ni lógica, ni buena,  si no todo lo contrario, complica las cosas, las soluciones, y la vida. El comportamiento de la sociedad, a derivado hacia una situación de  inoperancia de acción y reflexión, de la propia sociedad, probablemente porque llevamos muchos años de tranquilidad y de sentirnos amparados en exceso.


Tanto es así, que parece que nos sentimos dueños de derechos que no nos pertenecen, sino se ganan cada día luchando por ellos, sin embargo desde hace un tiempo ya bastante largo, se nos han ido dando fácilmente, quizás  para que pensáramos en unos esquemas nuevos de vida social, dependiente casi totalmente de la clase política y privilegiada, estos personajes han llegado a tal extremo de alejamiento de la realidad social, que se comportan como nuevos dioses, que con su presencia y su palabra nos dan el bien estar y la sociedad debe creer en ellos sin poner su “religión” en duda.


Esto se termino, los políticos en su máxima expresión de divinidad en forma de gobiernos, no pueden sostener más los cebos con los que nos atraían y atrapaban en sus anzuelos, y ahora la sociedad ve con desesperación e indignación que ha sido manipulada, y lo peor es que ha perdido su fuerza su musculo al no tener que usarlo, ahora no sabemos qué debemos hacer, como debemos revelarnos, como hay que derrocar y hacer bajar del pedestal a los que en nombre de la democracia y de nuestra comodidad y seguridad, nos han traído al borde de este acantilado por donde si no lo remediamos y nos tiramos hacia atrás, nos vamos a despeñar sin remisión.


La sociedad en general, yo considero que hoy en día es el grupo humano comprendido entre los 25 y los 65 años, (y sigo describiendo etapas para que se entienda mi razonamiento) la niñez la etapa de crecimiento de formación básica y de un poco estar en el “limbo”, la considero los primeros 15/16 años. Detrás de ellos vendría la juventud que termina con la total creación y formación humana de carácter y juicio, de la nueva hornada que se incorpora a la sociedad civil plena. Como dijo no recuerdo quien, en el fondo la juventud es una enfermedad, que todos pasamos que te inmuniza frente a ciertos aspectos de la vida,  y que se cura sola tras  cursar su evolución, vaya como un virus.


Por eso es que no se puede pedir que los jóvenes tomen la responsabilidad de solucionarnos nuestros problemas,  porque no son los de ellos propiamente ablando. Lo que está ocurriendo hoy en día ,es que la juventud está viendo  que la etapa definitiva a la que quieran o no van a llegar, no les gusta, y se indignan y se revelan porque son jóvenes pero no tontos, y comparan lo bien que hemos estado viviendo hasta ahora y quieren, exigen, seguir igual, y esto, ellos saben que no va a poder ser, y se alzan en movimientos deslavazados, sin lideres porque no pueden tenerlos  todavía son jóvenes, y sin saber que pedir se hacen eco de todas las ideas que surgen en sus fértiles mentes, y de las que aprovechados les echan como carnaza, pero no van a ninguna parte.


Debemos ser nosotros la sociedad adulta, la sociedad de verdad, la que viendo que las cosas tal y como están se derrumban, tenemos que decir basta, hasta aquí habéis llegado, hay que cambiar las cosas, las políticas, los políticos, la economía, los sistemas de vida actual, hay que analizar qué y cómo se puede dar un futuro, y no digo igual, si no el que se pueda dar a partir de los cambios socio demográficos que están sucediendo, hay que entender y enseñar que no estamos solos, y que mal o bien nuestra sociedad ha llegado hasta aquí, lo ha globalizado todo, lo ha unido todo, pero lo que no puede ser es que mi problema sea la solución, para un antípoda mío, bien pues estudiemos como se puede hacer que su beneficio sea también mi beneficio y así los dos contentos.


Esto no se puede arreglar con manifestaciones callejeras, no se puede dar la responsabilidad de cambiar la sociedad  a los que ellos mismos están cambiando, y unos antes otros después serán sociedad y si cuando llegan, esta no ha cambiado, su lucha no habrá servido para nada que es lo que intento decir. Hay que cambiar las cosas desde la sociedad civil adulta  y si para ello hay que luchar debemos prepararnos para ello, y que tomen nota los que nos han traído hasta aquí.

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