Hemos
llegado al choque de trenes irremediablemente y claramente buscado por el
gobierno de España y por lo visto ya no temido en absoluto por el gobierno
catalán, queda justo una semana que va ha ser divertida si somos capaces de
pasarla sin perder las formas más elementales, pero está claro que la partida está ya expuesta en el tablero de
ajedrez. A partir de hoy los asesores de los equipos de los gobiernos de ambos
contendientes ya no van a tener ni un momento de respiro, y espero que varíen
las tácticas empleadas hasta ahora:
Por el
gobierno de España, espero que cesen, las acciones de desprestigio, las
acusaciones falsas o poco probadas, y la última, usar de forma mezquina y
cobarde al tribunal constitucional, son
acciones traidoras y de baja política, todas empleadas contra Catalunya, y que
ya han pasado a la categoría de comunes, lo que hace que ya no nos hagan efecto
alguno.
Y por parte
de Catalunya, por fin se ha cambiado el registro de la posición demasiado
sumisa y paciente mantenida hasta ahora y todo indica, que se va a pasar al
ataque a la insumisión a la rebeldía, y a usar también la ley para denunciar la
falta de legalidad de los criterios que el gobierno de España da como razones
absolutas, para no aceptar de ninguna manera una negociación democrática.
Que
diferentes maneras de afrontar el mismo problema en dos naciones, Bran Bretaña
y España. Recuerdan ustedes todavía lo que paso y como paso, allá con esta
misma situación no hubo amenazas, no hubieron intentos de imputaciones falsas,
no se amenazo a nadie, simplemente se hizo campaña unos a favor y otros en
contra de un mismo hecho, la intención de independencia de una sociedad de otra
sociedad.
Además el
final fue lo que curiosamente quiere España, y no lo que quería o parecía
querer el nacionalismo escocés, aquí en España la absurda actitud del más
fuerte, pretendiendo aplastar con su
fuerza al más débil en lugar de tratar el problema de tú a tú, mostrando un respeto a ambas formas de ver
las cosas sin ninguna descalificación
apriorística, llevara sin duda al final de la convivencia entre Catalunya y España,
allá repito, llevo al más grande a ganar legítimamente y sin discusión por
medio de una prueba democrática irrefutable un referéndum.
Siempre he dicho
que aquí no se ha hecho no porque la ley no lo permitiese, sino porque el
gobierno de España y todos sabemos porque, no está seguro de convencer a la
mayoría catalana para que vote quedarse con España no sé porque aunque lo
intuimos.
Los hechos
ya son historia, aquí en España ya no hay manera de llegar a un acuerdo
anterior al encontronazo, ahora lo más probable es que el conflicto entre ambos,
España y Catalunya, se encarnice en un continuo ataque y contra ataque de unos
a otros y ya veremos cómo terminará, lo que sí es seguro que no terminara bien
para España y simplemente por una sola razón ética, siempre el grande debe ser
más cuidadoso en el huso de su fuerza que el pequeño, precisamente por eso por
su pretendida grandeza.
Pero no
España es diferente España entiende que al pequeño hay que dominarlo, no hay
que darle cuartel, que al fin y al cabo es un mal educado que no es posible que
pretenda no entender que se enfrenta a una gran nación que dómino el mundo, sin
darse cuenta que esto ya paso y que esto no da derecho a nada que lo que se
gano se perdió todo y que lo más seguro es que lo que queda se pierda también
si se sigue por este camino de sobevia.
Catalunya,
cuyos objetivos eran y todavía son mantener un “status quo” con el gobierno de
España, y paralelamente buscar la forma legal que pueda ofrecer un camino hacia
la creación de una Catalunya soberana e
independiente. Ha dicho basta y la decisión de su sociedad, de sus políticos y de
su gobierno es la de ir directamente al final del camino sin contar ya con
ningún acuerdo con España, y esto va a hacer temblar a ambos contendientes no
lo duden lo que pasara no se sabe de cierto pero les aseguro que a partir de la
semana que empieza el lunes 3 todo el mundo y fundamentalmente la UE estará
mirando atentamente que se cuece en España y Catalunya
Esta es la
actual situación ni más ni menos, y si añaden además la presencia en la prensa
y en los juzgados de la degradación política real y sin paliativos de la política
española, quita todavía más fuerza a aquello de “hablare de todo pero dentro
del marco de la ley” que ley señores del gobierno español, la de “difama que
algo queda” la de tapar estafas, sobornos, blanqueos de dinero, la del miedo a
que se desmonte la política tradicional de España con la aparición imparable de
Podemos es que ya son casos muy gordos para que no les tengan puestos los ojos
encima desde la UE.
Lo que está
a punto de pasar en España es que gracias al inmovilismo y la cobardía política
de la España tradicional hayan dos roturas de la nación, una la de Catalunya
que se convertirá en una nación nueva e independiente, y la otra rotura, será
en la estructura política de España donde se dará carpetazo a la vieja clase
política heredada del siglo 20, y este giro que no lo duden, pasara porque la
sociedad española también quiere independizarse de la España actual, y esto
será el fin del problema porque desaparecerán los partidos tradicionales no lo
duden.
El nuevo
gobierno de España será dirigido por Podemos
y todas las nuevas fuerzas políticas, que nada tendrán que ver con el PP ni el
PSOE, porque la derrota en las próximas elecciones será tal, que las propias
rencillas internas de los dos partidos nacionales actuales se acusaran unas a
otras de haber perdido el poder, los destrozaran y barrerán del espectro
político español.
Esto desatará
un vendaval de acciones de todo tipo, y desde todos los estamentos españoles,
es decir, cambiaran las estructuras de gobierno, pasando por supuesto por la
constitución, y mi predicción es que en no más de dos años la península ibérica
sea un lugar donde convivan tres naciones España, Portugal y Catalunya y les
diré más con unas nuevas mentalidades más abiertas más modernas mas liberadas
de viejos perjuicios y vicios adquiridos por siglos de inmovilismo no descarto
que estas tres naciones se pongan de acuerdo con tratados económicos políticos
de presentar ante la UE una nueva y prospera zona económica capaz de rehacerse
de la miseria en que ahora está metida.
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